Tras cada madrugada de insomnio, escribí las cartas que nunca logré decirlas en su momento, en cada noche de melancolía descargo todo lo que guarda mi afligido corazón. Si esto llega a las manos correctas, espero que llegue antes de que amanezca.
Hola de nuevo, aquí andamos, un día más como siempre, pensando, y esta vez no pensando en cualquier cosa que suene infantil, más bien pensando en la historia que nos perdimos vivir por no saber apreciar lo que teníamos desde un comienzo, he aquí sentado en mi escritorio, con un ambiente lóbrego lamentándome, añorando haber vivido esa historia que pudo ser nuestra, más no lo fue.
Estos últimos días han sido cruciales para mi proceso creativo, para mi mente poética, estos días han sido tan grises como el mundo vista desde mis ojos, estos últimos días pienso mucho en ti.
Estos días han sido tortuosos, hay días que no escribo nada, otros días escribo mucho, no sé que hago con mi vida, lo digo siempre y mi poesía siento que cada día muere más, no sé que hacer al respecto, no sé si volver a coger el lápiz, o simplemente irme a donde seguro terminarán mis versos, presos en un viejo libro polvoriento y olvidado, de igual forma muerto ya estoy, solo que mi cuerpo aún no lo acepta.
En estas noches de frío intento escribirte más de la cuenta, intento llamarme más no me respondo, tengo mucho frío, tengo la piel pálida, las manos entumecidas, los dedos rígidos, un semblante peor que la de un muerto, intento volver a escribir, no consigo hacerlo de la manera que me gustaría escribirte.
¿Estarías dispuesta a amarme aún si pierdo lo único que me hace especial? Dime... si mi poesía muriese hoy. ¿Seguirías conmigo? Claro, lo olvidaba, no estás aquí conmigo, que tonto que soy.
A pocos días de mi cumpleaños, es esta temporada del año en el que viene esos flashbacks tuyos felicitándome a las 12 am. Son las 11:43 pm, han pasado alrededor de 3 años, y aún espero volver a ver ese mensaje.
Estos últimos días no he tenido mucho apetito, y si quieres la verdad, ya nada me sabe bien, ni la comida, ni la ropa nueva, he perdido peso, más no siento que lo haya perdido, me siento pesado, los hombros me pesan demasiado, quizás lo mío no sean kilos de masa, sino kilos de pensamientos.
Te diría que te extraño pero tal vez "extraño" no es la palabra que usaría para describir lo que siento ahora, más bien, me haces falta, tú y tu obstinado pasatiempo por las cosas complejas, recuerdo con mucha nostalgia las sorpresas diarias que me llevaba al verte haciendo algo nuevo, me fascina lo versátil que eres, lo única que te sientes mientras vives como realmente quieres, en cambio yo, solo sé escribir, no quiero quitarle mérito al culpable de haber iniciado esta historia entre nosotros, aun así esto es todo lo que tengo, es todo lo que pude ofrecerte, es esto lo mejor que sé hacer, no soy bueno dando discursos, pero soy bueno escribiéndolos, no soy bueno llorando frente a ti, pero soy bueno en romperme el corazón cada que escribo un poema, y quizás tampoco sea bueno en el sexo, pero soy buenísimo escribiendo cada escena sacada de una película para adultos en donde los protagonista somos nosotros.
¿En qué cabeza cabe tener dudas frente a la boca que recitó el te amo más único de su vida? Poco a poco me voy derritiendo, me estoy cayendo a pedazos, mi alma se va quemando, mi alarma está cansándose de sonar, mi corazón está a punto de cometer suicidio, ya no aguanta seguir escuchando un reproche más.
Las noches con más luz que tengo, son en las que mi teléfono se enciende por una notificación, aún me tiembla la mano pensando que es un mensaje tuyo, no sé si ponerme en contacto contigo, aunque sea para preguntar como te encuentras, no sé si sea lo correcto, aún espero no tener necesidad de saberlo.
Mi lámpara ya no muestra una luz cálida, también siente mi dolor, también llora con el pasar de las horas, estos últimos días se han vuelto el principal espectador a todo esto, está siendo testigo de muchos de los relatos más dolorosos de mi vida, los cuales nunca sabrás de ellos, mi lámpara ya no tiene luces cálidas, pero está conmigo a todas horas y prometió seguir dándome luz hasta que deje de funcionar, o hasta que yo decida dejar de estar aquí.
Estos días estoy siendo más desconfiado que de costumbre, estoy optando pudrirme en la miseria, estoy perdido en tus ojos de fotografía, en tus labios intencionales, en tu cariño inseguro, estoy desconfiando de las buenas acciones, de los pocos abrazos, de los vacíos que guarda el alma, estoy escribiendo con los ojos cerrados, con la mente en blanco, con el corazón sangrando, a oídos sordos, nadando en negatividad, ahogándome en esperanza por salir de aquí... ¿En qué me he convertido señor? No me gusta quien soy, sáquenme de aquí pronto.
Lo admito, no he dejado de quererte ni un solo segundo, no he dejado de pensar en ti, estos últimos días he descubierto que aún te sigo amando, a lo mejor te tengo más cerca de lo que creo y soy yo quien no se atreve a buscarte, sé que querrías que yo te buscase, pero te he perdido tantas veces que, si me arriesgo a perder una vez más, no estarías saliendo de mi vida, más bien estaría saliendo yo de la mía.
Todo el mundo opina que no debería continuar con este amor, la gente piensa que sería tropezar nuevamente con la misma piedra y yo les pregunto... ¿Quién soy yo para dejar de tropezar si soy quien más sangre derrama por quienes quiero? Y que tiene si te deseo tanto...quien soy para juzgar al que busca pan si soy quien más hambre trae.
Volveremos a estar juntos, una primicia que me gustaría vivir, aún tengo cada recuerdo tuyo en mi cuerpo, en mi escritorio, en mi muñeca, en mi mente, en mi cuaderno, entre papeles, aún conservo todo acerca de ti. Por estos últimos días que perdimos, por este único día que nos queda, porque el día de mañana no sé si estaré más contigo, por esos días que recordaremos, por los días que supimos que llegarían a su fin, por el corazón que sucumbió ante el engaño, por el corazón que lucho por bombear cuando ya no había motivo para hacerlo, por los días que escribí pensando en ti, por todas las cartas con tu nombre en su solapa, por todos esos días que ya no son nuestros días, buenos y malos días.
Buenos, y tan malos días.
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Hasta acá me despido muchachos, conmigo será hasta el próximo Viernes.
