- Prólogo -

24 2 0
                                    


Para los gemelos Lee su vida fue trágica desde el momento en que su madre partió de este mundo, y más aún tras descubrir la infidelidad de su padre, Hari fue enviada al extranjero ya que su padre tenía complicaciones para mantener a sus dos hijos, pero hoy, por fin regresa.

Siendo sincera con ella misma, extrañaba a horrores a su hermano, ella siempre fue como la mayor, pese a los cinco minutos que los diferenciaban y que su hermano siempre le hechaba en cara, ella odiaba a la gente amargada o narcisista, eran un dolor de cabeza, por eso siempre trataba de mostrar una sonrisa, y ahora más por la situación que dejó atrás en el extranjero.

Siempre mantuvo la comunicación con Suho, pero no era lo mismo que estar cerca de el, ahora por fin podría estarlo.

Nunca le habían gustado los aviones, y en este momento estar arriba de uno le ponía los pelos de punta, ya había dado el aviso de aterrizar, y eso la ponía aún más nerviosa, su hermano sería quien la iba a recibir.

Al bajar del avión camino al área donde usualmente la gente espera la llegada de sus parientes, miro a su alrededor, tratando de encontrar a su hermano, sus ojos pasaron por un sin fin de personas, hasta que sus ojos se posaron en una en específico, este joven tenía en sus manos un cartel de tamaño considerable que decía "Bienvenida, Hari" ella sonrió sabiendo de inmediato que ese era su hermano.

Bajo corriendo las escaleras eléctricas sin mucho cuidado, casi tropieza, para llegar hasta frente al más alto, tirar sus maletas a un costado y abrir los brazos de una forma exagerada.

- ¡Suho!.- este solo la miró un par de segundos.- Abrazo de oso.-

- Que infantil.- rodó los ojos.

- Lee Suho, no nos hemos visto en siete años, ¿me vas a abrazar o no?.-

- Pero.-

- Yo te ayudaba a ir al baño.-

- ¡Hermana!- extendió de igual manera los brazos y la envolvió.

Después de la escenita del aeropuerto ambos gemelos se dirigieron a la casa del masculino, ahí vivirían ambos ahora.

- Tu casa es enorme.- ambos ingresaron a la vivienda y Suho llevo las maletas de su hermana a una habitación que ahora sería de ella.

- Acomodate, por cierto, ya hice el papeleo para que el lunes inicies la escuela.- avisó.

- ¿Qué? Pero si es sábado.- este asintió.- Eres un desgraciado.- le arrojó una almohada, pero antes de que lo golpeé salió corriendo de la habitación.

- No me diste.- corrió y se encerró en el baño.

- Tonto, abre la puerta, no podrás esconderte para siempre.-

- Claro que sí, es mi casa.- de pronto, un celular en el sofá comenzó a sonar en el sofá.

- ¿Hola?- respondió la fémina tomando el teléfono de su hermano.

- Perdón, ¿Quién habla?.- sonó al otro lado de la línea.

- Soy Hari, ¿Qué se te ofrece?.-

- ¿Esta Suho?.- la voz de la chica sonaba nerviosa.

- Sip, deja le habló, ¡Suho! Te están hablando, sal, necesito bañarme.-

- Mejor llamó en otro momento, adiós.-

- ¿Segura? Ya viene.- sin dar tiempo la chica ya había colgado.

- ¿Quién era?.- cuestionó saliendo del sanitario.

- Tu novia.- mostró divertida la pantalla del celular.

- ¡Hari!.-

Entre risas y pláticas de lo que ya habían pasado ambos hermanos se quedaron dormidos en el sofá de la sala, sin duda ese día fue genial.

************************************

No tengo mucho q decir. Disfruten.

Besitos sabor chocolate.

MIRROR ★HAN SEOJUN ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora