Si, soy el más fuerte
Necesitan alguna otra explicación?
En un mundo donde el 80% de la población tiene habilidades conocidas como Quirks, Izuku Midoriya desde su nacimiento despierta en él una capacidad única: la manipulación del Infinito. Ahora...
En un mundo donde algunos nacen con poderes denominados quirks o dones, el 80% de la población tiene uno
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Desde que tengo uso de razón, mi don estuvo activado, a diferencia de los demás niños que lo manifestaban cuando cumplían los 4 años.
Mi habilidad, única en el mundo, nace de mis ojos azules como el mar, o eso pronunció el doctor cuando realicé el examen para saber cuál era mi quirk. Lo recuerdo como si fuera ayer, aunque fue hace más de 11 años.
Soy intocable, para resumirlo en pocas palabras. Mi don es una barrera conformada por el infinito, que me diferencia de los mortales. Pero para que lo entiendan, te lo explicaré.
"Infinito", así lo nombré, me permite manipular el espacio a mi alrededor, creando una barrera que ralentiza los ataques o cualquier amenaza que me aceche, hasta detenerlos completamente, lo que me hace básicamente intocable. Durante toda mi vida, nadie, aparte de mi madre y algún que otro doctor que revisaba mi salud, me ha rozado un pelo.
Aunque eso no es todo lo que poseo en mi arsenal.
Desconocido para los registros de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes, quienes tienen información de todos los quirks existentes en Japón, e incluso de mi madre, a quien le he contado todos mis avances con mis habilidades a lo largo del tiempo.
Mis ojos, aparte de crear una barrera basada en la física misma, me permiten ver la energía del quirk de las personas.
Esta es la energía que está dentro del cuerpo de una persona que posee un don. Esta energía está en el cuerpo desde que naces, aunque es imperceptible a los ojos de cualquiera. Puedo ver a personas con quirks, incluso a través de objetos o paredes, y a largas distancias.
Aunque todo esto último lo llegué a deducir por mí mismo, ya que solo puedo ver de manera súper efectiva a las personas con quirks. No veo problema con que sea así.
¿Qué persona, siendo quirkless, sería tan estúpida como para enfrentarme, siendo el más fuerte de esta generación?
Mis ojos también me permiten usar mi barrera de manera eficiente, ya que, si está activada todo el tiempo, me cansa por el sobreesfuerzo.
Entonces, mis ojos regulan la energía de mi cuerpo. De esta manera, mis ojos me permiten reducir el gasto de energía al mínimo, ya que la activo solamente cuando veo gente a mi alrededor.
¿Quieren conocer mi nombre, no? Les daré ese placer y ojalá se emocionen.
Midoriya Izuku, aunque pueden llamarme el más fuerte de esta generación, el destinado a arrebatarle el primer puesto a All Might.
Eso dijo la representante de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes que visitó mi casa cuando tenía 7 años.
Le contaron a mi madre que siguieron mis pasos desde que recibieron el informe con mi don. Era increíble y turbio a la vez. Me dijeron que, si me iba con ellos, posiblemente, en algún futuro, con mi poder, podría superar al número uno o ser el que suceda su puesto, y varias mierdas parecidas.
Remarcaron varias veces que mi don era de los mejores de esta generación, igualando o con incluso más potencial que el de una chica mitad fuego y hielo, o el de Katsuki, con sus explosiones. Mencionaron varios ejemplos de dones más, pero los ignoré. No me importaban.
Pero, de todos los candidatos, yo era el mejor por mi personalidad egocéntrica y por el gran potencial futuro que tenía.
Durante toda esta charla, en la puerta de mi hogar, alguien nos estuvo observando a escondidas, a una distancia que, en circunstancias normales, nadie podría visualizar.
Recuerdo que la miré directamente para que supieran que no era una amenaza para mí, o simplemente para que supieran que yo sabía que estaba allí. Esa mujer pelimorada era débil; si no sabía siquiera esconderse, era inútil.
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Mi madre rechazó por completo la idea de que la abandonara para ir a sus instalaciones, entrenarme y prepararme para el futuro. Entonces, ante la negativa, sugirieron darnos una manutención.
Nos darían dinero, siendo esta una gran suma, que recibiríamos mensualmente, pero con una única condición: cuando creciera y cumpliera la edad requerida, me uniría a una escuela de héroes.
Hicieron firmar un contrato a mi madre, donde, si no cumplíamos nuestra parte, se nos despojaría de nuestros bienes materiales y ella iría a la cárcel como consecuencia del incumplimiento.
Al principio, ella dudó. Desde que mi padre falleció, le resultaba difícil mantenernos, trabajando durante todo el día.
Me lo consultó, preguntando si estaba de acuerdo con ser un héroe y que mi destino estuviera escrito. Simplemente le confirmé que no tenía problemas; además, ella no tendría que trabajar nunca más. Eso facilitaría mi vida y la de ella.
Entonces firmó. Desde ese día, han pasado 7 años, y he visitado varias veces la sede central de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes.
Siempre me llenan de elogios y me adulan. Son unos simples lamebotas. Casi me ponen al nivel de un dios. Hace más de un siglo, nadie me ha tocado. ¿Esto es la soledad del más fuerte? ¿Así se siente All Might?
Con el pasar del tiempo, varios agentes me vigilaron.
Incluso esa mujer, Nagant, o como se llame la inútil, me ha vigilado varias veces, pero con el tiempo dejaron de hacerlo. Supongo que confían en nosotros.
Hace un tiempo, se me informó que Nagant fue enviada al Tártaros por su traición. Se le expulsó del puesto y se le dio ese puesto a otra persona, pero la desconozco...
Desde ese día dejé de ir a las instalaciones. Era aburrido. Simplemente dije que iría a la UA. Me dieron la opción de entrar por recomendación, pero...
No me interesaba la recomendación. Quería aplastar a los idiotas que hicieran las pruebas de admisión.
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"Hoy es su última clase" —pronunció mi profesor de secundaria— "deben de pensar en qué harán a futuro. A quién engaño, todos quieren ser héroes". La clase estalló en vítores.
