Ecos de la Noche

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La luna llena brillaba con intensidad sobre el bosque, proyectando sombras que parecían cobrar vida. Lan Sizhui se encontraba al frente del grupo de discípulos, su presencia serena y decidida irradiaba confianza. La cacería nocturna había comenzado; un evento esperado por todos, donde las rivalidades y alianzas de los clanes se tejían con las habilidades de sus discípulos. Este año, la cacería prometía ser especial, y todos los líderes de los clanes estaban presentes.

Entre ellos estaban Jin Ling, Lan Jingyi y Ouyang Zizhen, quienes compartían risas nerviosas mientras preparaban sus armas. La camaradería llenaba el aire, pero también había tensión; No todos eran amigos en ese bosque. La envidia de unos pocos amenazaba con desbordarse en cualquier momento.

Xu Maeryn, conocida por su destreza en combate pero también por su carácter volátil, caminaba al borde del grupo. Su mirada, oculta entre mechones de cabello oscuro, se centraba en Lan Sizhui. Al principio, había admirado su talento y serenidad, pero con el tiempo, esa admiración se transformó en resentimiento. Cada sonrisa que él ofrecía, cada gesto amable hacia los demás, le recordaba lo que ella anhelaba y nunca pudo alcanzar.

Mientras el grupo avanzaba, su mente daba vueltas en un torbellino de pensamientos oscuros. "Siempre él", se dijo, su pecho apretándose con frustración. "Siempre recibe los elogios. ¿Qué tengo que hacer para que me vean? Estoy tan cansada de ser ignorada."

Recordó la última vez que se había enfrentado a Sizhui en un entrenamiento. Él había ganado con una facilidad desalentadora, mientras que ella había fracasado en su intento de superarlo. La burla en las miradas de sus compañeros fue suficiente para encender el fuego de su envidia. "Es tan arrogante que ni siquiera ve a los que lo rodean", pensó, mientras su rabia se convertía en un veneno que se apoderaba de su corazón.

Finalmente, se detuvieron para descansar un momento. Los líderes de los clanes intercambiaban palabras y sonrisas, mientras los discípulos se reían y bromeaban. Maeryn sintió que el estómago se le revolvía al ver cómo todos se acercaban a Sizhui, como si él fuera el sol alrededor del cual giraban todos los planetas.

"¿Por qué siempre tiene que ser él? ¿Por qué no pueden ver lo que hay detrás de esa fachada perfecta?" murmuró para sí misma, dejando que la rabia se acumulase en su pecho.

Fue entonces cuando tomó la decisión. "Voy a hacer que todos vean su verdadera naturaleza", se prometió, y mientras el grupo comenzaba a moverse de nuevo, un plan empezó a formarse en su mente.

La cacería continuó, y la tensión aumentó en el aire mientras el grupo se adentraba en el bosque. Cada paso que Sizhui daba parecía resonar con un eco que solo Maeryn podía escuchar. Su corazón latía con fuerza, y su mente comenzaba a elaborar un plan que la llevaría a la venganza.

A medida que la noche se hacía más oscura, el grupo se detuvo para organizarse. Sizhui se volvió hacia sus amigos, dispuesto a compartir una estrategia. En ese instante, Maeryn decidió que era el momento perfecto para ejecutar su plan. Sin pensarlo dos veces, se hizo un corte profundo en el brazo, dejando que la sangre brotase.

—¡Ayuda! —gritó, su voz llena de pánico mientras se llevaban las manos al corazón, como si realmente estuviera sufriendo. —¡Sizhui me hizo esto! ¡Su arrogancia ha causado mi sufrimiento!

Los murmullos llenaron el aire, y el rostro de Jin Ling se contorsionó en confusión.

—¿Por qué harías algo así? —preguntó, acercándose a ella con una mezcla de incredulidad y preocupación. —¡No puedes culpar a Sizhui!

Maeryn se hizo la víctima con maestría, dejando que las lágrimas fluyeran por sus mejillas.

—Él me menosprecia cada vez que tiene la oportunidad. No soy más que un juguete para él. ¡Quiero que todos vean cómo es realmente! —su voz tembló de rabia y dolor, y en su interior disfrutaba de cada palabra que salía de sus labios.

Lan Jingyi y Ouyang Zizhen intercambiaron miradas, y el ambiente se tornó tenso. La decepción en sus rostros aumentaba, y todos miraron a Sizhui como si fuera el verdadero villano de la historia.

—Sizhui, ¿qué tienes que decir en tu defensa? —preguntó Lan Jingyi, su tono era cortante, como si ya hubiera tomado una decisión.

Sizhui sintió que el peso del mundo caer sobre él. Intentó articular una respuesta, pero sus palabras se desvanecieron en el aire. "No he hecho nada", fue lo único que pudo decir, su voz temblorosa y llena de impotencia.

Los ojos de Wei Wuxian y Wangji lo atravesaron como cuchillos, llenos de decepción. Sizhui sintió que el calor del grupo se desvanecía, convirtiéndose en un frío que se instalaba en su pecho. La traición de Maeryn era como un veneno, y ella disfrutaba cada instante, cada mirada de desprecio que recibía su enemigo.

"¿Qué es lo que tiene él que no tengo yo? ¿Por qué siempre se lleva los elogios?" Pensó, mientras observaba la escena con creciente desesperación. La angustia se transformó en odio, y Maeryn decidió que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para vengarse.

En medio de la discordia, un sonido ensordecedor resonó en la noche, rompiendo la tensión. Del fondo del bosque surgió una criatura grotesca, un monstruo con ojos brillantes y una piel escamosa que parecía estar hecha de sombras y pesadillas. La atmósfera se tornó pesada y opresiva, y todos dieron un paso atrás, el miedo surgiendo como una ola.

La verdad de la traición de Maeryn se reveló en aquel instante; Había intentado hacerse con el dinero de la cacería, sembrando discordia entre sus compañeros, y ahora, el monstruo la había encontrado.

—¡Ayuda! —gritó, pero ya era demasiado tarde. La criatura se balanceó sobre Sizhui, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar.

—¡Sizhui, cuidado! —gritó Jin Ling, pero fue demasiado tarde. La oscuridad lo envolvió, y en un instante, su vida se apagó.

El monstruo comenzó un ritual con un aire ominoso. Susurros llenaron el aire, y un portal se abrió ante ellos, un vórtice de energía oscura. De él surgió Selene , una figura que parecía desafiar la luz de la luna. Ella se fusionó con el cuerpo sin vida de Lan Sizhui, llenándolo de poder y vitalidad, pero también de una energía desconocida y aterradora.

El monstruo, con su voz grave y temible, pronunció una maldición: "Solo podrás volver aquel joven, cuando se sienta seguro... Tengan cuidado, pues puede jamás regresar".

Y así, el ser se desvaneció en la noche, dejando a Sizhui, ahora transformado en una versión más temible de sí mismo. Sus ojos brillaban con una luz nueva, su apariencia se había vuelto amenazante y poderosa.

Renacer sangriento- Mi Vida como Lan SizhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora