CAP 7

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Los días que siguieron a la cena fueron un torbellino de emociones para Kagome. Sabía en el fondo de su corazón que Sesshomaru era, y siempre sería, el amor de su vida. Cada vez que estaba cerca de él, un torrente de recuerdos y sentimientos la envolvía, recordándole lo que habían compartido y lo que podría ser. Pero, por otro lado, había pasado años luchando contra su dolor, y abrir nuevamente su corazón la asustaba más de lo que quería admitir. ¿Qué  tal si un día ella se despertaba y el decida irse nuevamente? No creía que su corazón podría aguantarlo.

Mientras tanto, Sesshomaru estaba decidido a demostrarle a Kagome que podía confiar en él. Sin embargo, la presencia de Hoyo no hacía más que intensificar su deseo de alejar a ese infeliz del lado de su amada kagome. No quería perderla otra vez, pero cada vez que la veía sonreír con Hoyo,  un fuego ardía dentro de él, y la idea de que alguien más pudiera ganarse su corazón lo hacía sentirse impotente. Aún sabiendolo que kagome le había aclarado las cosas.

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Una tarde, mientras Kagome se preparaba para salir de la oficina, Sesshomaru la vio en el pasillo. Se detuvo un momento, su corazón acelerándose al verla. Ella estaba hablando con Hoyo, riéndose de algo que él había dicho. La imagen le causó unos celos que no podía controlar.

Kagome se dirigía hacia la salida cuando de repente, Sesshomaru la tomo del brazo y casi la arrastro a la oficina de él. Su mirada era intensa, casi peligrosa, como si pudiera sentir la tensión en el aire.

—Kagome —dijo, su voz grave, lo suficientemente baja como para que solo ella pudiera escuchar—. Necesito hablar contigo.

Ella sintió un escalofrío recorrer su espalda al mirarlo. Había algo en su mirada que la desarmaba. Pero también sentía la presión de sus propias emociones.

—Ahora no, Sesshomaru —respondió, intentando mantener la calma—. Estoy ocupada y Hoyo me está esperando, tenemos unos asuntos que resolver sobre un mal papeleo en la oficina.

En su mente, la idea de que Hoyo estuviera a solas con ella era algo que no podía permitir. Se acercó un paso más, cerrando la distancia entre ellos, sintiendo cómo la tensión aumentaba.

—No puedo dejar que te vayas con él. —dijo, con una sinceridad que la dejó sin aliento.

— vamos Sesshomaru , ya hablamos de esto... podrías confiar aunque sea un poco en mí.  Ya te dije que no siento nada por ese muchacho.— Sesshomaru se acercó más de lo debido y le hablo al oido "Nada?" Pregunto con una voz sensual que casi hace que las piernas de kagome dejen de funcionar. Ese hombre era extremadamente sexi. — Nada.

La forma en que Sesshomaru la miraba, con esa mezcla de deseo y necesidad, hizo que se sintiera tan bien , saber que el hombre que más amaba la deseaba era sin dudas el más bello sentimiento. Pero a la vez la incertidumbre de todo la agobiaba.

Él la obligó  a mirarlo a los ojo El mundo que los rodeaba parecía desvanecerse; solo existía la tensión entre ellos.

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Y entonces, en un impulso, Sesshomaru la tomó suavemente por los brazos. El aire entre ellos se volvió electrizante, y en ese instante, las palabras se volvieron innecesarias. Solo había espacio para el deseo y la conexión que ambos sentían.

Kagome contuvo el aliento mientras Sesshomaru se inclinaba hacia ella. Cerró los ojos, y cuando sus labios finalmente se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera. La calidez de su beso la envolvió, y todo el miedo y la confusión que había sentido parecieron desvanecerse en ese momento.

Fue un beso dulce y tierno, pero lleno de anhelos reprimidos. Sesshomaru sintió cómo la presión en su pecho se liberaba mientras sus labios se movían al unísono, comunicando todo lo que las palabras no podían. Era una promesa, una declaración de que ambos estaban listos para enfrentar el pasado y el futuro juntos.

—Sesshomaru...—dijo, tratando de recuperar la compostura ese beso la había descolocado totalmente — yo ...

—Shhh no digas nada —respondió él, con su voz suave y llena de ternura la beso nuevamente, Dios el sabor de sus labios eran tan dulces — mmm eres la mujer más hermosa sin dudas.

Kagome sintió una mezcla de ternura y mucha vergüenza. Se apartó de él muy roja.

— Yo mejor me voy , no quiero hacerlo esperar mucho y si me quedo aquí tal vez no me pueda controlar —dijo con tal sinceridad que no sólo Sesshomaru se sorprendió, sino que ella también.

Él asintió, comprendiendo que debía de haber controlado sus impulsos. Aunque su corazón estaba feliz al saber que ella tampoco podia controlarse . Ambos estaban a un hilo de por fin dar el paso final hacia una bonita relación.

¿ Y la edad que importa si te amo ?● ~SESSHOME~●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora