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El ambiente era tan tenso que incluso los comensales de las mesas cercanas miraban furtivamente hacia ellos, como si esperaran drama en algún momento.

La realidad era que cada una de las personas sentadas en la mesa tenía sus propios pensamientos.

Logan estaba apenado, ya que podía percibir que excepto por Liam, el resto de sus amigos no estaba muy feliz de compartir la mesa con Dan.

Liam tenía su habitual expresión seria, pero estaba un poco desilusionado de que Logan no se hubiera sentado a su lado.

Pato estaba completamente irritado, cuestionándose por que había aceptado la propuesta de Liam de comer con ese tipo y pensando cómo se lo cobraría a su hermano, mientras que Oscar tenía una expresión aburrida, pensando en miles de cosas que no tenían nada que ver con lo que pasaba en esa comida.

Finalmente Dan estaba comiendo tranquilamente ajeno a todo. Lo habían invitado, le gustaba lo que estaba comiendo y le gustaba la compañía.

Liam miró a Pato. Tenía una mirada fría, le recordó un poco a la forma en que miraba a Lando cuando era niño. No entendía por que la animadversión, pero parecía que le clavaría un tenedor a Dan en la cara en cualquier momento. El pensamiento le pareció cómico y contuvo una risa.

Dan escuchó y volteó a verlo, sonriéndole. Logan abandonó la expresión apenada y entrecerró los ojos mirando a su amigo.

Oscar pareció conectarse por fin a la comida y parpadeó. Miró a Dan y preguntó:

– Así que eres modelo, ¿no?

– Si, lo soy – respondió el otro – Una decepción para mis padres, debo decir – soltó una carcajada pero nadie lo siguió. No pareció importarle mucho y dejó de reírse.

– ¿Y cuánto tiempo piensas quedarte aquí?

Dan miró al techo como considerando la respuesta y luego a Oscar.

– Hasta que tenga trabajo de nuevo, supongo.

Logan se atragantó ligeramente con su bebida y Oscar le dio unas palmaditas en la espalda. Pato mastico rápidamente un bocado de su comida y preguntó:

– ¿No tienes más amigos que visitar?

Dan lo miró. El tono de Pato no era el más amigable, pero no pareció ofenderse por la pregunta.

– No, no tengo amigos. No soy alguien que le caiga bien a las personas. Puedes preguntarle a cualquiera de las dos agencias de las que me echaron.

– ¿Te echaron de dos agencias? – preguntó Liam.

Dan le sonrió y asintió.

– Si. De la primera me echaron por que – levantó las manos para hacer comillas – "no cumplí sus expectativas" y de la segunda me echaron por que, bueno, quizá hable un poco mal de alguien muy respetado en la agencia.

Se encogió de hombros y siguió comiendo. Pato se cruzó de brazos y preguntó:

– ¿Y ahora? ¿Te echaron de la tercera agencia?

Dan miró a Pato y por primera vez, Liam vio algo de pesar en sus ojos.

– No lo sé.

Dan termino su plato y se limpió las comisuras de la boca con parsimonia. Miró de nuevo a Liam y le tomó la mano un momento, apretándola ligeramente.

– Gracias por la invitación. Eres muy amable – miró a Pato y Oscar – Fue... gratificante conocerlos – finalmente miró a Logan – Me adelantaré. Nos vemos más tarde. Descuida, te pagaré mi parte.

Remains the SameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora