Capítulo 23

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Hinata se levantó con la intención de prepararse una merecida taza de café. Salió de su habitación en una camiseta amplia perteneciente a su esposo y un par de pantalones amplios que lograban esconder su figura, camino por el pasillo en dirección a la cocina con un bostezo, paso por la sala y algo capto su atención. Giro su vista para asegurarse de que sus aperlados ojos no le fallaban y salió corriendo con urgencia en dirección a las habitaciones.

[...]

Sakura por su parte se encontraba recostada en su cama acurrucada en los fuertes brazos de su esposo, sentía las suaves caricias en su brazo y los ligeros besos en su cuello, la pelirrosa fingía estar dormida con intenciones de molestar a su marido.

-Se que no estas dormida- escucho la voz ronca de su marido en su oído, esa grave voz que indicaba que se acababa de levantar, ella soltó una risita risueña antes de girarse y verlo a esos misteriosos ojos ónix.

-Quería ver hasta dónde estabas dispuesto a ir con las caricias- le comentó ella abrazándose a su cuello al momento que él se puso sobre ella.

-No hubiera llegado mas lejos hasta que tu lo hubieses pedido- le contesto el azabache con una sonrisa acercándose a su cara.

-¿Te refieres al consentimiento o a la suplica?- le pregunto ella jugando con su oscuro cabello mientras le acariciaba la parte de atrás de la nuca.

-Eso lo dejo a tu criterio- le contesto Sasuke haciéndola reír y acercársele hasta cerrar el inexistente espacio entre sus labios.

Sakura sabía que lo decía en broma, no había una sola ocasión en la que Sasuke le hubiese tocado sin que ella lo deseara. Amaba eso de él, adoraba que el la entendiera tan bien y pusiera su mejor interés por encima de sus deseos, después de todo era padre de una hija y quería ser el mejor ejemplo para ella en toda situación, aun si su familia no fuera lo ideal.

Sus besos empezaron lentos intentando despertarse mutuamente, de un momento a otro esos dulces besos aumentaron en velocidad y pasión dejándolos perderse en el deseo... o al menos así era hasta que... fueron bajados de su nube al escuchar los cortos y acelerados golpes en la puerta.

-¿Sakura? ¿Estas despierta?- escucharon la pequeña y tímida voz de Hinata tocar una y otra vez.

-¿Hinata?- preguntó con sorpresa al mismo tiempo que se miraban con curiosidad entre ella y su marido. -¿Qué sucede?-

-Tienes que venir a ver esto- escucho la acelerada contestación de su amiga.

-¿Todo esta bien?- pregunto con alarma Sakura mientras ella y Sasuke se levantaban apresuradamente mientras se vestían con velocidad y corría a abrir la puerta.

-Ven conmigo- se apresuró a decir la azabache antes de tomar la mano de su amiga y correr a la sala, dejando a Sasuke solo, confundido y molesto por ser interrumpido de su tiempo a solas con su esposa.

Con un suspiro, se puso su camiseta y salió corriendo tras de las dos mujeres.

[...]

Decir que Sasuke ya estaba molesto era una cosa, pero levantarlos por esto.... Le hacia hervor la sangre y podía jurar que casi veía rojo. Frente a él se encontraba una escena, a su parecer altamente iracunda, su niña, la luz de sus ojos, su pequeño cacahuate y su mas grande orgullo, se encontraba en el sofá-cama abrazada a ese pequeño idiota, su linda cabecita apoyada sobre el hombro del chico, este por su parte tenia su brazo como soporte para ella y le abrazaba de la cintura. Ambos tenían una expresión tranquila al dormir, respirando de forma pacífica sin ninguna preocupación en el mundo más cuando el sonido del "click" de la cámara se hizo presente, los oscuros ojos de su niña se abrieron de golpe mirando con alarma a su alrededor. Sarada movió los ojos a las tres figuras frente a ella y luego a su costado donde se topo con piel bronceada levantó un poco la vista y se topo con la tranquila cara de Boruto quien aún dormía pacíficamente. Se levanto de golpe alertando a si compañero quien despertó de un salto.

¡Esto es una mierda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora