17- QUÉ?!

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Imagen: Destiny [ojos marrones]

Marcus abrió la puerta de su casa todavía pensando en ella. Confuso con la imagen que tenía ante sus ojos soltó con una voz un tanto fuerte.

-Qué es esto?

-Que nos vamos hijo, haz la maleta. -Dijo Dakota mientras cogía todas las bolsas y salía para meterlas en el coche.-

-Qué? A dónde? Porqué?

-Un amigo de tu padre ha caído enfermo.

-Pero yo no puedo irme...

y ahora menos...▷ pensó ◁con todo lo que ha pasado.

-Bueno, mejor, así te quedas vigilando la casa. Estaremos fuera una semana. - Soltó su madre.-

-Ya está todo preparado vámonos.- Dijo el señor MacQuoid.-

-Portate bien! -Dijo su querido hermano mientras salía por la puerta y riéndo.-

Marcus puso los ojos en blanco mientras levantava las cejas.
Se despidieron y se fueron, Marcus se quedó desconcertado.

Cuando Dest ya llegó a su casa, fue su habitación y se recostó en la cama mirando por la ventana, deseándo volver a verlo. Como si ella lo estuviera llamando mentalmente, él salió a su jardín. Ella se quedó observándolo a escondidas, y él alguna vez que otra miraba hacia su ventana para ver si la veía. Por desgracia no logró verla, y se quedó sentado en una de sus cómodas sillas, pensando en ella, en si ella no le daría importancia a aquello que pasó en la fiesta. Dest se encontraba tan cohibida por la situación que de tanto mirarlo embobada hasta sacó la cabeza y se apoyó en sus codos inclinandose hacia adelante, teniendo así una vista perfecta de él.
La pelirroja miro hacia los dos costados. ◁Qué.Diablos.Estoy.Haciendo.Aquí?!▷ Se retiró hacia atrás alejandose poco a poco de sus grandes vistas para que él no se diera cuenta. Él con su cabeza en otra parte, ajeno a lo que acababa de ocurrir se levantó de la silla, volvió a echar un último vistazo a la ventana de su vecina y entró para hacerse una infusión y ver si así lograba desconectarse.

Ya por la noche Dakota le envió un mensaje a su hijo diciéndole que se le había olvidado regar las plantas y que lo hiciera él con la regadera verde que había a un lado del grifo del jardín. Éste salió en ropa interior, intentando hacer tiempo para ver si conseguía ver algo en la habitación de su niña pelirroja, llenaba, enjuagaba y tiraba el agua de la regadera. Vió un rostro pálido por una luz que debía de ser su telefono móvil, se aclaró la garganta y por fin fue a regar laa preciadas plantas a las que sus padres les tenian tanto cariño. Acabó de echarle agua a éstas y entró por la puerta de la cocina.

Dest pensó que su vecino había salido así para incitarla y entonces ella decidió cambiarse de atuendo poniendose así un vestidito un tanto provocativo y salió a su patio.

Ella sacó el teléfono móvil y empezó a fingir que hablaba con alguien. Marcus que ya lo había apagado todo para ir a su habitación se asomó a la ventana al escuchar aquella dulce voz que procedía de casa de Destiny, y allí se quedó, embobado por aquella preciosa vista de la joven caminando de un lado a otro con ese fantástico vestido. Savannah llamó a su mejor amiga para contarle una cosa que le había sucedido, y claro, el móvil de la pelirroja empezó a sonar, y Marcus se dio cuenta de que en realidad no estaba hablando con nadie. La chica entró en su casa, sonrojada, y cogió el teléfono.

-Savannah, no te imaginas lo que acaba de pasar.-

- Destiny! Estoy en casa de Brandon! Y por lo visto no volveré a casa hasta mañana por la mañana!- Chilló Savannah.-

-Me alegro por ti, preciosa! Te mereces lo mejor, en serio. Pero tengo algo que contarte... -La pelirroja le explicó lo sucedido a su amiga, y estuvieron comentándolo un rato .-

El rubio de ojos verdes empezó a preguntarle a Destiny de forma anónima por una red social si se lo pasó bien en la fiesta, si estaba interesada por algún chico, y si era así desde cuando. Dest solo contestó a la última, poniendo : "Desde hace muchos años". Consciente de que era su vecino el que le había formulado las preguntas.

Marcus, al leer la respuesta de la chica, pensó que él no era el chico del cual ella estaba enamorada, ya que si lo hubiera hecho, habría dicho que fue en aquella fiesta en la cual se besaron. Asi que, derrotado por todo lo que había pasado, decidió irse a la cama después de un largo día.

A eso de las cuatro de la madrugada, cuando por fin había alcanzado el sueño, le despertó el irritante sonido del telefonillo. Marcus saltó de la cama y bajó corriendo, abrió la puerta y...

Hasta el fin [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora