Capítulo 1: La Desaparición de Aquino

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La aldea donde Aquino y sus compañeros vivían siempre había sido tranquila. Todos conocían las rutinas de los demás, y aunque Aquino era alguien solitario por naturaleza, su ausencia comenzaba a ser extraña para una de las criaturas más curiosas del pueblo: Nutria23. Para los demás, que Aquino desapareciera por días no era algo nuevo. En ocasiones, se adentraba en las minas o en los bosques buscando recursos, pero esta vez había algo diferente, y Nutria23 lo notaba.

Aquino y Nutria23 habían formado una amistad especial. A pesar de que Aquino solía preferir la soledad, cuando Nutria23 lo acompañaba en sus aventuras o simplemente pasaba tiempo con él, había una especie de comprensión mutua entre ambos. Pero ahora, con Aquino desaparecido durante varios días, Nutria23 no podía evitar preocuparse.

Una tarde, mientras Nutria23 se encontraba recorriendo la colina que solía visitar con Aquino, tuvo un mal presentimiento. Había algo en el aire, algo que no podía explicar, pero que lo inquietaba profundamente. ¿Dónde estaba Aquino?

Por su parte, Aquino no tenía idea de lo que estaba a punto de suceder. Todo había comenzado de manera normal: estaba explorando los alrededores, recolectando materiales y, como de costumbre, pensando en nuevas estrategias para sus próximos desafíos. Pero entonces, en un abrir y cerrar de ojos, todo cambió.

De repente, sin previo aviso, Aquino sintió cómo el suelo se desvanecía bajo sus pies. Todo a su alrededor comenzó a girar y, antes de poder reaccionar, fue teletransportado a un lugar que nunca había visto antes. Oscuro. Silencioso. Frío.

Se encontraba en una mazmorra subterránea, un lugar desconocido para él. Las paredes eran de un material que no podía identificar, cubiertas de runas antiguas que brillaban con una luz tenue y siniestra. No sabía qué había pasado ni cómo había llegado allí, pero su instinto le dijo que lo mejor que podía hacer era gritar por ayuda.

— "¡Hola! ¡¿Hay alguien?!", la voz de Aquino resonó en los muros de la mazmorra, pero no hubo respuesta. El silencio era abrumador.

El pánico comenzó a crecer dentro de él. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Siguió gritando, pero sus palabras solo se perdían en el eco de la oscuridad. Su desesperación aumentaba con cada segundo que pasaba, pero entonces, de repente, un frío helado recorrió su espalda.

No estaba solo.

Desde las sombras, una figura oscura comenzó a materializarse, una silueta que parecía emerger del mismo aire. Su forma era cambiante, como si estuviera hecha de sombras y niebla, pero sus ojos brillaban con un resplandor profundo, como dos faros en la oscuridad.

— "Gritar no te servirá de nada." La voz era profunda, grave, y resonaba como un trueno lejano. No provenía de la figura misma, sino que parecía llenar toda la habitación a la vez.

Aquino dio un paso atrás, sintiendo cómo el aire se volvía más denso a su alrededor.

— "¿Quién eres?" preguntó, tratando de mantener la calma, aunque su corazón latía a toda velocidad.

La figura se acercó lentamente, su presencia opresiva y aterradora. Aquino apenas podía respirar bajo su influencia.

— "Soy Reviil," dijo la entidad, con una sonrisa que Aquino no pudo ver, pero que sintió como un filo cortante en la oscuridad. "Y tú, Aquino, has sido elegido."

Aquino sintió un nudo en el estómago. Elegido para qué?

Reviil continuó hablando, su voz llena de poder y misterio.

— "Te he traído aquí porque tengo grandes planes para ti. Planeo desatar un caos que este mundo jamás ha visto, y tú serás mi mano derecha, mi ayudante leal."

Aquino no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Ayudante leal? Esto no podía estar pasando. ¿Por qué él? Y entonces, Reviil dio un paso más cerca, inclinándose hacia Aquino, y susurró:

— "No intentes escapar, porque no hay ningún lugar al que puedas huir. Ahora perteneces a mi reino."

El frío en la voz de Reviil hizo que Aquino supiera una cosa: ya no había vuelta atrás.






























Esto es todo por el capítulo de hoy, muchas gracias por leer.

¿El ayudante de Revil?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora