Una relación consta de muchas cosas, sobre todo cuando se trata de personas primerizas. Miles de pensamientos abordan sus mentes, miles de sentimientos quieren ser expresados, miles de momentos van a ser vividos... Y todo lo van a hacer juntos. Nats...
Un poco difícil a mi parecer, pues al hacerlo lineal, no encontraba un motivo por el cual hubiera un "falso embarazo". Natsu y Lucy solo se han dado unos pocos besos, así que... raro.
No tengo mucho que decir salvo lo de siempre:
Espero que os guste y nos leemos abajo ~
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Natsu caminaba de un lado a otro de la habitación esperando impaciente a que su rubia compañera llegara a casa.
Su mente era un enredo total, pues pese a su poca experiencia en el tema e incluso su inocencia, estaba seguro de que lo que había visto en la basura, era real.
—Una prueba de embarazo. —soltó deteniendo su andar.
Estaba completamente seguro de que ese aparato era una prueba, al igual que estaba completamente seguro de que de haber dado positivo, ese niño no era suyo. Y es que pese a haber avanzado su relación, todavía no habían cruzado ese límite. Tan siquiera se habían dado unos pocos besos más desde la primera vez. Y de eso hacía tres semanas.
Entonces. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué había ese objeto, claramente usado, en el cubo de basura de su casa?
—No tiene ningún sentido.
Había una explicación a eso. Estaba convencido. Sin embargo, y para su mala suerte, su mente no dejaba de buscar una respuesta inmediata, y todas las que había creado eran completamente erróneas. ¿Lucy siéndole infiel? Ni hablar. Ella no era así.
Debía haber una explicación, como por ejemplo... ¡Que lo hubieran hecho y no se acordara! ¡Eso es!
Sentándose en el suelo, Natsu comenzó a pensar y pensar y pensar. El único motivo por el cual no se acordaría de algo como eso, tenía que ser la ebriedad. ¿Hubo algún día en el que bebiera tanto hasta el punto de no acordarse...? No. Que el recordara, claro. De todas formas, últimamente el gremio estaba bastante tranquilo con los festejos, así que perfectamente podía descartarlo. Mejor aún, la verdad, ya que de ser esa la opción, se sentiría muy mal por no recordar su primera vez con Lucy.
Un leve sonrojo tiño sus mejillas. La sola idea de imaginarlo causaba gran nerviosismo en él. Ambos en la cama, desnudos, piel con piel, con el sudor cayéndoles...
Rápidamente negó. No era un pervertido.
Volviendo al asunto importante... ¿Qué demonios hacía eso allí?
—Estoy en casa. —La voz de la muchacha irrumpió sus pensamientos ocasionando un leve sobresalto. Era la hora. —Oh, Natsu. Estas aquí.
