Prologo

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Naomi se despierta temprano, como cada mañana. El sol apenas se asoma por la ventana, pero su rutina junto a su familia está grabada en piedra: su madre, su padre, y sus dos hermanos mayores, Margarita y Jorge. Son la típica "familia ejemplar", la que siempre cuida las apariencias. El ejemplo perfecto para todo el pueblo. Hijos del pastor de la iglesia, siempre pulcros, sonrientes, y dispuestos a cumplir con lo que se espera de ellos.

Naomi está a punto de comenzar su último año de preparatoria, al igual que sus hermanos. Todos esperan que pronto pase a la universidad, se case en la iglesia de su padre con el hombre perfecto, y, por supuesto, tenga hijos. Porque eso es lo que se espera, ¿no? Ser la hija perfecta, tener el futuro perfecto. No hay espacio para dudar.

Pero entonces está Mía.

Ella no encaja en ese molde. Mía es una chica que ha tenido que mudarse de México a Estados Unidos, a vivir con sus tíos. Sus padres insisten en que aquí tendrá más oportunidades, que se graduará y encontrará a un "novio gringuito" que les dé nietecitos rubios de ojos claros. Pero Mía... Mía odia esa idea. Todo su ser rechaza el futuro que ya han trazado para ella sin preguntarle. ¿Quién les dijo que eso era lo que ella quería?

Furiosa, dolida, y con una sensación de impotencia que le arde en el pecho, Mía llega a este pequeño pueblo. Un lugar donde no conoce a nadie, ni siquiera habla bien el idioma, y todo lo que quería parece haberse desvanecido.

Lo que no sabe, lo que ni siquiera imagina, es que este lugar podría ser el escenario de algo que cambie todo lo que ha creído hasta ahora.

¿Qué pasará?

Alguien como tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora