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-Entonces... ¿yo debería decirte Maximoff?- sonrie divertido, James asiente.

-Creo que el MAX me define bastante bien- coquetea, acorralándolo contra la mesada. No piensa en que está haciendo, su cuerpo actúa solo, como si Regulus fuese un imán.

Black se sonroja hasta las orejas, comprendiendo el mensaje y disfrutando de la inesperada cercanía.

El teléfono de James interrumpe el momento.

-Atiende- pide Regulus, alejándose de él, nervioso.

-¿Hola? ah Lils, sí. No no puedo hoy. Lo siento, ¿qué tal una amiga? Mary podría acompañarte. Sí, es que estoy muy cansado y bueno, eso. No puedo Lily, ¿por qué no me avisaste antes? ¿cuándo me avisaste? ah, pero ¿por qué no me dijiste cuando me llamaste recién? okey. Es que no puedo. Claro, perdón. No, debo curarlos, se abren cada vez que muevo los dedos. Sí, no, no iré al hospital por eso, ya veré como los curo. No puede ser tan difícil curar nudillos, ¿me servirá el vodka? es que no sé si tengo alcohol- Regulus frunce el ceño- bueno, no me regañes. Luego te compensaré, ¿qué quieres? ¿otra vez? pero si ya compramos ropa ayer. Bueno- suspira- lo que quieras, si. Okey, también te quiero, adiós.

-¿Todo bien?- pregunta Regulus, está agachado en el piso, con sus rodillas golpeando el frío mármol y limpia el agua con papel absorbente de cocina, James lo mira y sonrie, Regulus es realmente hermoso.

-Todo bien- asiente.

-¿Qué  hay con tus nudillos?- pregunta Reggie, intentando levantarse, su cabeza sigue doliendo, James le tiende una mano, la toma e inspecciona la mano una vez que ya está de pie- oh- se lamenta, acariciando el dorso de la mano de Potter- esto...

-No es nada, que agradezca que no lo maté. Salí ganando- sonrie orgulloso.

Regulus lo mira a los ojos y suspira.

-¿Lo golpeaste mucho? ¿y los cargos legales?

-Me dejaron ir, hay grabaciones que lo comprometen metiéndose entre tu falda mientras tu te negabas. Al parecer llevaba un rato intentándolo, una desconocida me lo dijo y luego revisaron las cámaras. De hecho le pusieron una multa a él.

-¿En serio?- pregunta impresionado.

-Sí, insistí- señala moviendo la mano.

Regulus sonrie agradecido y lo abraza por los hombros, suspirando.

-Gracias, nadie me había cuidado tanto- sonrie enternecido.

-Está bien, cuentas conmigo- repite acariciando la cintura del menor- siempre.

-Gracias, James- besa su mejilla, en forma de recompensa antes de alejarse de él y tomar su celular para pedir un kit de primeros auxilios por pedidos ya.

Luz, cámara, ¡acción!//JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora