It's Over Isn't It

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Aqurlla noche a Hyunjin le habían dado el alta en el hospital, él hubiera deseado que lo hubieran dejado ahí por tiempo indefinido, al llegar a casa había tenido una muy "cálida" y "amorosa" bienvenida.
—Hubiera sido mejor que estuvieras muerto, nos habrías ahorrado la cuenta del hospital —su madre lo había mirado de pies a cabeza al momento de entrar.
—Tenias que hacerte la víctima, como siempre —su padre por otro lado se había negado a verlo, prefirió mantener la vista fija en el periódico que tenía entre las manos.

Hyunjin había subido a su habitación, al entrar se fue directamente al baño y se dio una larga ducha caliente. Aquella había sido una larga y dolorosa ducha, había llorado todo el tiempo que había tardado duchandose, al terminar tomo la navaja qué tenía guardada en un cajón en el baño, la observo con mucha atención y toco el frío filo con mucho cuidado, sintió como una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo al tacto con la navaja.
Acercó la navaja con mucho cuidado a su muslo, respiró profundo y seguido hundió la misma en su piel, el ardor no tardo en hacerse presente y un leve río carmesí emanaba de la herida, poco le importo aquello y continuó pasando el filo por su piel.
Al terminar soltó la navaja y sintió como todo su cuerpo temblaba, la adrenalina le electrificaba cada centímetro del cuerpo, paso los dedos por cada uno de los cortes qué tenía; sacó unas vendas de otro cajón, limpio la sangre y seguido se cubrió las heridas a la perfección, el olor metálico de la sangre le inundaba la nariz ocasionando que la cabeza le diera vueltas, se puso una mano en la sien y seguido se vistió para salir del baño.

Al salir del baño llevaba puesta una camiseta ancha de Nirvana y un bóxer Calvin Klein, se tumbo en su cama, cubriendose con las sábanas y abrazando el peluche de hurón que Felix le habia dado, mientras miraba al techo. Trató de dormir pero le fue imposible, no dejaba de dar mil y un vueltas en su cama, apegó aquel peluche aún más a su cuerpo, al hacerlo juro haber sentido el dulce aroma que tenia Felix; se mantuvo quieto un momento y entonces empezó a llorar amargamente, se sentía tan mal por todo lo que había pasado, por la forma tan horrible en la que había tratado a Felix.

¿Porqué no se quedó más tiempo en el hospital?, tal vez si cuando aquella enfermera lo encontró hubiese dicho que se sentía realmente mal, solo tal vez, le hubieran permitido quedarse un día más.

Las horas pasaron y simplemente no lograba conciliar el sueño, había estado dando vueltas y vueltas en su cama sin siquiera poder dormir. Se levantó y fue hasta el pequeño escritorio que había del otro lado de su habitación, rebusco en unos cajones y encontró algunas pastillas. Las miro detenidamente y tomo 10 y 10, 10 de ellas eran pastillas para dormir y las otras 10 eran de acetaminofeno (paracetamol), bajó con mucho cuidado hacia la cocina y al regresar volvió con un vaso grande de agua.
Se sentó en al borde de la cama dejando todo en la mesita de noche que tenía a un lado de esta, miró las pastillas y seguido se tomo las 10 pastillas de acetaminofeno de un solo trago, espero 5 minutos y seguido repitió la acción con las pastillas para dormir; sintió como su cabeza daba mil vueltas, se puso una mano en la sien y seguido cayó de espaldas sobre el colchón.

El lugar era soleado, la brisa calidad y la arena se le metía entre los dedos. Al otro lado del camino había una viejecilla con un cachorro en brazos.
—¿Abuela?
Hyunjin se quedó quieto un momento, observando a la mujer la cual sostenía a su pequeño Kkomi, aquel cachorro que había perdido.
—¡Abuela!
Exclamó y seguido corrió en dirección de la mujer. Estaba tan cerca pero entonces vio como esta se alejaba, el camino se hacía cada vez más largo, había un corredor qué se hacía cada vez más largo y todo se volvía oscuro, al ver al suelo ya no había arena, se encontraba flotando en un espacio completamente oscuro.
—Abuela... ¡Abuela!,¡Kkomi!
Aulló pesadamente y estiró la mano con la esperanza de poder aferrarse a la mujer, cosa que fue en vano ya que empezó a caer en un agujero sin fin.

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