En su último año de secundaria el presidente estudiantil jamás esperó meterse en un lío por apoyar a una banda escolar, sin dar marcha atrás debe cumplir con las reglas de su familia y soportar a su primer amor, integrante de la banda, White Silk.
...
Jimin sentía que su cabeza iba a explotar. Él genuinamente amaba los lunes, amaba como olían los pasillos de su escuela y lo relucientes que se veían los baños. Amaba ver a la gente somnolienta y sentir que a diferencia, él una gran energía, amaba hacer sus rutinas y que cada pequeña cosa que hacía saliera bien. Pero ese lunes en específico, estaba siendo un pésimo, pésimo lunes.
No creía que Jungkook o en general White Silk fueran unos tontos, al contrario, había notado que intentaban llamar su atención de múltiples maneras desde el año pasado. Y lo hicieron, pero Jimin simplemente seguía las reglas. Era obvio que desde la semana pasada sentía que las cosas iban en picada, sentía que desde que Wendy, su vicepresidenta, había sobrepasado su autoridad, efectivamente la había perdido.
Él no era alguien que dejaba que las cosas se le escaparan y hasta entonces, no podía entender como lo habían hecho. Ese lunes, solo necesitaba que la banda revisara el resultado de la contrapropuesta, ya aprobada por el director, para sentir que podía seguir.
Que podía comer, que podía asearse, que podía dormir.
Solo eso.
Jimin caminaba de un lado a otro en su habitación, implorando que Jungkook contestara su mensaje y finalmente aceptara. Ya no se trataba de si era fastidioso o no, su ex o no, su mamá sabía que estaban teniendo contacto y amenazó con romper con los proyectos. No quería fallarle a nadie.
—Park Jimin.
Su hermana mayor abrió la puerta, esperaba una azote o incluso una voz fuerte. Pero ella no era así, era calmada e increíblemente paciente, contraria a su mamá.
—Nada es mas importante que la familia, estamos esperándote.
—Sunmi— Jimin la miró, lleno de súplica, él necesitaba quedarse ahí.
—Fuiste grosero con Ryujin.
—Fui un hermano mayor.
—Estás siendo muy exigente— No paraba de moverse de un lado a otro. —Debes disculparte.
—No, necesito quedarme aquí.
Su hermana mayor solía ignorar cosas porque le parecía que eso era mucho más inteligente que involucrarse, pero cuando se trataba de su familia, por supuesto que no podia hacerlo.
Sabía que su hermano no estaba afectado por una persona difícil, él era mucho más fuerte que eso. Caminar tembloroso de un lado a otro y respirar de manera irregular era una señal de que su sistema nervioso estaba de todo menos regulado. Y en lugar de aumentar su ansiedad y regañarlo por ser duro, porque lo fue, debía estar ahí para él.
Cuidadosamente se acercó y sobó su espalda con dulzura, sin reproches, ni preguntas. En su hogar comúnmente no habían espacios así, eran paredes construidas con la dictadura y la rebeldía era castigada como el peor crimen, pero Jimin, parecía ser la debilidad de todos. No era alguien desobediente como tal, pero su autoridad parecía sobreponerse por encima de sus hermanos mayores.
A Sunmi no le importaba demasiado, a Kyungsoo definitivamente si.
Una notificación fue suficiente como para que su hermano volviera a tensarse, cuando lo revisó, suspiró aliviado. —Ya podemos bajar.
•••
Ryujin's phone;
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