LONG NIGHT

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Lennah estaba detrás de la barra, limpiando un vaso por enésima vez. Estaba cansado y aburrido; había estado limpiando vasos desde que el gerente lo había contratado, y ya era la 1 de la madrugada.

Max se acercó a él y le dio una palmada en la espalda.

"Hey, amigo, ¿cómo vas? No te rindas, solo un par de horas más", dijo Max con una sonrisa.

Lennah suspiró. "Estoy agotado, Max. No sé cómo haces esto todos los días."

Max se rió. "Es fácil, amigo. Solo tienes que encontrar el ritmo. Y, además, es divertido. ¿Quieres aprender a hacer algunas bebidas? Te distraerá un poco."

Lennah asintió. "Sí, claro. Quiero aprender."

Max sonrió. "Excelente. Empecemos con algo básico. Un cóctel clásico requiere una combinación de licores, jugos y adornos. La proporción es clave. Por ejemplo, para hacer un Old Fashioned, primero llena un vaso con hielo. Luego, agrega el bourbon, el jarabe simple y unas gotas de Angostura. Revuelve bien y decora con una corteza de naranja."

Lennah escuchaba atentamente, tomando nota mentalmente.

"¿Entendido?", preguntó Max.

Lennah asintió. "Sí, creo que sí."

Justo entonces, un cliente llamó a Max desde el otro lado del bar.

"¡Max! ¡Necesito ayuda aquí!", gritó.

Max se disculpó y se fue a atender el asunto, dejando a Lennah solo detrás de la barra.

Lennah se sintió nervioso, pero decidió intentarlo. Comenzó a mezclar los ingredientes, pero se confundió con las proporciones.

El resultado fue un desastre: un cóctel espumoso y amargo que no se parecía en nada a lo que Max le había enseñado.

Un hombre alto y elegante, con cabello castaño oscuro y ojos verde oliva, se acercó a la barra. Su rostro bien definido y su presencia autoritaria llamaron la atención de Lennah.

"¿Qué es esto? ¿Un experimento?", preguntó el hombre, su voz firme pero amable.

Lennah se sintió avergonzado. "Lo siento, señor. Me equivoqué."

El hombre se mostró estricto. "Un mesero no se puede permitir errores así. La atención al cliente es lo primero. ¿Entendido?"

Lennah se sintió arrepentido. "Sí, señor. No volverá a suceder."

Más tarde, el hombre llamó a Lennah desde su mesa.

"Hey, tú, el de los experimentos, tráeme un whisky escocés", gritó.

Lennah se apresuró a llevar la botella a la mesa del hombre.

Al llegar, el hombre le dijo: "Siéntate, quiero hablar contigo."

Lennah se sintió incómodo. "No, señor, gracias. Estoy trabajando."

Pero el hombre insistió: "Siéntate, te lo ordeno. Quiero hablar contigo sobre algo importante."

Lennah se sintió obligado a aceptar y se sentó enfrente del hombre.

"Por cierto, ¿cómo te llamas?", preguntó el hombre.

"Me llamo Lennah", respondió.

El hombre sonrió. "Un placer, Lennah. Me llamo Alan Wilson, dueño de este establecimiento."

Lennah se sintió impresionado. "Un placer, señor Wilson."

Alan sonrió. "¿Estudiaste o solo estás probando suerte?"

Lennah se rió nerviosamente. "Estudié comunicación y marketing en una universidad pequeña."

Alan levantó una ceja. "Impresionante. ¿Y qué te trajo aquí, a mi bar?"

Lennah dudó un momento. "Necesitaba algo temporal mientras decido mi próximo paso."

Alan se inclinó hacia adelante, su mirada intensa. "¿Y qué pasa si no encuentras nada mejor?"

Lennah se sintió incómodo bajo la mirada de Alan. "Bueno, supongo que tendré que seguir buscando."

Alan sonrió, pero su tono fue ligeramente sarcástico. "Sí, supongo que sí."

Hubo un momento de silencio incómodo.

Lennah estaba pensando en cómo continuar la conversación cuando Alan lo interrumpió.

"Recientemente me reuní con un querido amigo que está en desarrollo de una campaña y necesita un poco de ayuda para obtener la aceptación y apoyo de las personas. Verás, soy socio, así que me afecta que esta campaña no tenga el impacto adecuado. ¿Te interesaría ser parte de la campaña?"

"Sería algo maravilloso para mí, señor Wilson, pero tendría que pensar", dijo Lennah, intentando ganar tiempo.

Alan sonrió. "No hay nada que pensar, Lennah. Es una oportunidad perfecta para ti. Y para mí, también."

Lennah se sintió un poco incómodo con la insistencia de Alan, pero estaba intrigado.

"Gracias, pero creo que lo pensaré, señor."

Alan se levantó y se dirigió hacia una puerta lateral de la sala. "Como quieras, mi oficina está por ahí. Cuando tomes tu decisión, búscame."

"Lo haré, señor", mencionó Lennah, también poniéndose de pie para seguir con su trabajo.

Una vez que Alan se fue, Max se acercó a Lennah.

"¿Qué pasó?", preguntó Max, curioso. "¿Te ofreció un trabajo o algo así?"

Lennah se encogió de hombros. "No sé exactamente. Habló de una campaña y quiere que participe, pero no me dio muchos detalles."

Max se rió. "Ese es el señor Wilson. Siempre tiene algo en mente. Pero si te ofrece un trabajo, no lo dudes. Es una oportunidad de oro."

Lennah sonrió. "Gracias, Max. Estoy ansioso por saber qué es exactamente lo que quiere."

Max asintió. "Buena suerte, amigo. Te necesito aquí esta noche, ¿ok?"

Lennah asintió. "Ok, no hay problema."

Después de una noche ajetreada en el bar, Lennah decidió pasar la noche en un hotel cercano. Estaba cansado, pero su mente seguía funcionando a toda velocidad, pensando en la conversación con Alan.

Llegó al hotel y se registró en la recepción. Subió en el ascensor hasta la planta donde se encontraba su habitación. Al abrir la puerta, se sintió aliviado al encontrar un espacio tranquilo y acogedor.

Se dejó caer en la cama, sintiendo el cansancio en sus huesos. Pero su mente seguía funcionando, repasando la conversación con Alan. ¿Qué significaba esa campaña para él? ¿Y por qué Alan estaba tan interesado en que él participara?

Después de un rato de reflexionar, Lennah se levantó y se dirigió al baño. Se duchó y se cambió de ropa, sintiendo que necesitaba relajarse.

Al acostarse, su teléfono móvil sonó. Era un mensaje de texto de Alan.

"Lennah, espero que hayas pensado en mi oferta. Mañana por la mañana, ven a mi oficina a las 10. Quiero hablar contigo sobre mi propuesta para ti. - Alan"

Lennah sonrió. Ya había tomado una decisión.

"Sí, acepto el trabajo. Estaré allí mañana a las 10. Gracias por la oportunidad, Alan."

Se durmió con una sonrisa en el rostro, sintiendo que su vida estaba a punto de cambiar.

Descripción se personaje.

Nombre: Alan Wilson
Edad: 31 años
Altura: 1,90
Cabello: castaño oscuro
Ojos: verde oliva

Es el socio y mejor amigo de Arthur, es dueño de varios bares y discotecas.

Tiene varias acciones en empresas de todo tipo, menos en el área de la tecnología, ya que la tecnología se le hace una inversión muy volátil.

ENTRE CADENAS MALDITAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora