—¿Ya se va? —Una voz femenina lo hace voltear, encontrándose con la curiosa mirada de su secretaria.
«No, solamente estoy bajando las escaleras para ir al baño. Es que de repente me dieron ganas de orinar, pero no te preocupes, aún no me voy» eso hubiera contestado si no se hubiera comido las galletitas en forma de animales que su pareja le regaló.
Por suerte, se comió las galletas y eso lo puso de buen humor. Saber que ya se marcharía también mejoró considerablemente su estado de ánimo.
—Sí, acabé con los últimos documentos que tenía pendientes... —Murmura simplemente—. Ya la mayoría se marchó, tú también deberías hacerlo. —Aconseja, dando media vuelta hacia la puerta de salida.
—Oh, sí. En unos segundos me marcharé, estoy añadiendo algunas cosas a estos papeles —Asiente sin más, realmente sin escuchar nada de lo que dijo, pero fingiendo que sí.
Estaba más ocupado pensando en la preciosa siesta que se le permitiría al llegar a casa como para ponerse a pensar en las palabras de la fémina.
—Hasta mañana, señor.
—Hmm, hasta mañana.
Con eso, abandonó el edificio y suspiro con alivio al sentir el cálido viento golpear su rostro.
(...)
Se sorprende ligeramente al notar que la puerta no estaba cerrada con llave, asumiendo que aún Shouto estaba despierto. El menor suele quedarse despierto hasta su llegada para poder dormir juntos, lo cual le parece auténticamente tierno.
El pomo de la puerta cede bajo su mano, abriendo la puerta. Y no puede evitar dibujar una expresión de relajación y dicha en su rostro cuando finalmente pone un pie dentro de su hogar. Definitivamente el ambiente de su área de trabajo y el de su casa es totalmente diferente.
—¡Kei! —Pronuncia Shouto desde el pasillo, curvando sus labios en una linda sonrisa. En respuesta, Keigo permite que una pequeña risa escape de sus labios al verlo correr hacia él, soltando su bolso para abrir los brazos y ser atrapado por un cómodo abrazo.
—Me encanta tanto ser recibido de esta manera —Cierra los ojos, dejando un beso sobre la cien del más joven, quien enreda las piernas en su cintura y le dedica una mirada feliz.
—Sí, soy consciente de ello —Ladea la cabeza—. Te extrañe.
—¿Y crees que yo no? ¿Sabes lo difícil que es para mí pasar la mayor parte del día sin ver tu precioso rostro y escuchar tu melódica voz?
—Me lo imagino —Shouto suelta una risa nasal, hundiendo los hombros.
—Ey, hablo en serio.
Y él asiente como si intentara creerle. Deja un dulce beso sobre sus labios, apoyando la cabeza en su pecho sin preocupación alguna. Honestamente, ninguno tiene problema en permanecer abrazados.
Keigo pasa sus manos por debajo de los muslos ajenos, manteniéndolo firme en su lugar para evitar que cayera. Es entonces que se percata de la desnudez en las piernas de Shouto, dirigiendo su mirada hacia sus gruesos muslos que se apretaban alrededor de su cintura.
Le gustaría saber qué otras libertades se toma Todoroki al estar sólo en casa.
No es que sea una persona realmente tímida, pues sabe que Shouto puede llegar a ser tan atrevido que la gente no se lo cree cuando él dice que es el bicolor quien generalmente toma la iniciativa, pero a veces parece tener más confianza al estar sólo. Lo comprende, pues antes, cuando vivía sólo, solía pasearse por los pasillos en ropa interior.
—Comienzo a darme cuenta de que tus piernas se ven mucho mejor estando descubiertas —Comenta, levantando las cejas, distraído al tocar con sus dedos la piel desnuda del menor.
—¿En serio? Sabía que tenías cierta debilidad hacia mis piernas, pero no creí que fuera tanta.
—Ja, ja. Que chistoso —Expresó, rodando los ojos. Intentando ocultar la sonrisa que quería formarse un sus labios—. No es como si tú no tuvieras debilidad por mi espalda.
Ante eso, Shouto hizo un puchero.
—Pero es diferente.
—Nop, no lo es. No quieras justificar tu fetiche, tenshi.
Todoroki exhala, divertido. Finalmente, se separa del cálido abrazo y se dirige hacia la cocina, informándole que ya había preparado la comida y esta estaba aún caliente.
El rubio recoge el bolso en el suelo, dándole una rápida mirada al bicolor antes de que desapareciera por la puerta de la cocina. Sin embargo, sus ojos están concentrados en su redondo trasero que se ve perfecto con esos mini shorts, además de sus pálidos y gruesos muslos al aire.
¿Se considera normal que quiera ser estrangulado por esas piernas? No le importaría morir si es de tal manera.
Suelta un suspiro, sintiendo sus pantalones apretarse al recordar la imagen del bicolor moviendo las caderas al caminar.
«Eres un jodido pervertido, Keigo Takami»
Se dirige hacia la cocina, diciéndole a Shouto que tomaría una ducha antes. Debe bajar su erección antes de que Shouto la note y se burle de él. No toleraría algún tipo de burla en este momento.
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Idk, dcaba hacer un mini fic sovre esto hace muxo
En fin
Shouto boypussy >>>>🛐
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Prendas » KeiSho
Short Story❀¸ » Donde Keigo tiene un serio problema con la ropa de su novio, y de una u otra forma se le hace extremadamente caliente verlo utilizando cualquier cosa. O es que simplemente Shouto es demasiado precioso y todo le queda genial. --- KeiSho: Keig...