OO3: Vestido

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Keigo se había distraído preparándose un simple sándwich, pensó en ordenar comida a domicilio ya que no tenía ni idea de qué preparar para la cena, pero por ahora, al ser algo temprano, se decidió por hacerse un sándwich y luego pediría la comida. Posiblemente acabe pidiendo pollo KFC como siempre.

Su labor de completar su delicioso sándwich se vió interrumpida cuando escuchó los pasos de su pareja detrás suyo.

—Ey —Emite el bicolor, posicionándose a su lado para apoyar las manos sobre la encimera, inclinándose ligeramente.

—Hola, tenshi —Sonríe momentáneamente llevando su mirada hacia el menor. Su dorada mirada cayó en la vestimenta del contrario, abriendo los párpados con sorpresa—. Oye... ¿A qué se debe el vestido?

—Oh, saldré con mis amigos —Indicó sin conflictos, dedicándole un gesto de calma y alegría, pero Keigo solo pudo abrir más los ojos—. Aprovechamos que es fin de semana para salir un ratito, además, la Universidad nos está matando. —explicó brevemente luego de unos segundos en silencio.

Bueno, Keigo comprende que su novio se esfuerce mucho estudiando en la Universidad para lograr tener la carrera de sus sueños, también comprende que tanto él como sus compañeros están agotados, y no tiene nada en contra de eso pues él pasó por cosas como esas. No obstante la idea de que Shouto salga a un lugar público con ese... terriblemente ajustado y bonito vestido, es algo que le causa intranquilidad.

Tampoco está en contra de la vestimenta del menor, pues verlo utilizando las prendas que le agradan lo pone sumamente feliz —y caliente, por cierto—, pero la posibilidad de que más de un depravado se le acerque con dobles intenciones no le gusta nada.

Sin embargo, no tiene el corazón para reclamarle a su novio.

Resopla suavemente, hundiendo los hombros en el proceso, llevando la mirada hacia el bicolor que lo observaba con impaciencia al querer saber la respuesta que le daría el mayor.

—Bien, me parece genial.

—¡Gracias, Kei! ¡No dudaba que me dejarías ir! —Él lo abraza con cuidado por el costado, dejando un beso cariñoso sobre su mejilla que causa un pequeño rubor el rubio, encantado con la acción—. No te preocupes, de todas formas Iida y Zuzu estarán ahí para cuidarme.

Bueno, eso lo alivia más.

—Pero no llegues tarde ni bebas mucho, ¿si? No quiero que llegues ebrio a casa y pase lo mismo de la otra vez —Shouto no puede evitar el sonrojo que cubre sus mejillas ante aquél comentario.

—Ay, no empieces con eso.

—Hablo en serio, los vecinos casi nos denuncian por el ruido que hiciste aquella vez-

—¡Basta con eso, tonto!

Sonríe divertido, negando con la cabeza ante el reclamo del menor.

Shouto le dió un beso húmedo en los labios cuando escuchó la bocina del auto que se estacionó frente a su hogar, mencionando que ya había llegado Midoriya a recogerlo. Y Keigo simplemente se dedicó a darle una palmada en el trasero antes de que pudiera alejarse por completo, provocando un chillido en el más alto y una risa en él.

No debe preocuparse. Porque si algún idiota se atreve a tocarle un pelo a Shouto, perderán las manos.

(...)

—Kei, ya llegué —Informa entrando en casa mientras cierra la puerta detrás suyo, suspirando con exhaustividad. Había sido una larga fiesta, aunque bastante divertida, de hecho.

—Estoy en la cocina, tenshi.

Ante esa respuesta, dejó su celular sobre la mesa y se dirigió a dicha zona de la casa, encontrándose a su novio atendiendo algunos archivos sentado en la mesa. Sonrió levemente al conectar miradas.

—¿Qué tal la fiesta? —Cuestiona, interesado.

—Descontrolada, aunque entretenida —Se limita a contestar, acercándose hacia él para tomar asiento sobre sus piernas sin previo aviso, complacido cuando Keigo deslizó una mano hacia sus muslos, acariciando.

—Eso es bueno —Dió un beso en su cuello—. ¿Nada fuera de lo habitual pasó?

—Bueno, quizá llamé un poco la atención, pero nadie se me acercó en ningún momento. Zuzu me estuvo cuidando en todo momento —Mencionó, apoyando su espalda en el cálido pecho ajeno.

—Hmm...

Keigo mentiría si dijera que no le causa leve molestia la proximidad del pecoso hacia su pareja, pero se aguanta. De un modo u otro, Izuku no representa ningún problema para su relación y más que un amigo para Shouto, es como su guardaespaldas. Algo que agradece profundamente, ya que, varias veces cuando está ocupado en el trabajo, es Izuku quien se encarga de proteger al menor.

—¿Cómo no podrías llamar la atención, Shouto? —Consultó en su oído con un tono grave, causando un escalofrío en el bicolor cuando pronunció su nombre acompañado por un apretón en su muslo, siendo consciente de lo mucho que eso ponía cachondo a Todoroki.

—U-uh, Kei...

—Eres tan cautivador que no puedes pasar desapercibido entre la gente —Continúa él, a pesar de que la indirecta súplica del menor—. ¿Huh? ¿Te gusta que te haga cumplidos, precioso? —Vuelve a hablar, dejando caer suavemente el archivo en su mano ocupada para guiar esta misma hacia la entrepierna del bicolor, estaba comenzando a mojarse—. Qué tierno eres.

—Espera —Trata de frenarlo inútilmente, sujetando su muñeca con un ligero temblor recorriendo su cuerpo ante el recién toque en su parte íntima— n-no quiero manchar este vestido, detente.

—Entonces quitatelo, tenshi.

Basta con decir que luego de eso acabaron follando en la mesa de la cocina, y que Shouto manchó con sus fluidos la superficie de esta.

Prendas » KeiSho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora