Guerras Pokémon

Una simple misión (parte 1)

Ha pasado una semana desde que Ash tuvo su combate con Rex y ambos comenzaron a entrenar juntos en las mañanas antes de que todos se despertarán pues Korrina y Cynthia le prohibieron a los niños acercarse al azabache. Además de que en la tarde Ash realizaba incursiones (misiones para salvar personas o Pokémons).

-¡Uff!...¿Por qué tengo que hacer esto?- pregunto adolorido el joven

Resulta que estaba arrastrando una roca mediana con solo una cuerda y sus brazos de 10.

-No te quejes, es la única manera de volverte más fuerte- respondió intentando dar ánimos a Rex

-¡Agh!, ¡Me lleva la que me trajo!- exclamó resignado para después aumentar la velocidad

Una vez recorrió la distancia impuesta se desplomó por el cansancio e intentaba recuperar el aliento, Ash se le acercó con una botella de agua.

-Lo hiciste bien, tomate unos minutos y seguiremos con el entrenamiento con tus esquives- menciono con tranquilidad

-¿Esquives?- cuestionó desganado y sin saber

-Obvio, no puedes depender siempre de la protección de tus Pokémons, más cuando te enfrentas a alguien del Régimen- explico con seriedad

-Bien, pero deja que descanse- contesto al comprender la importancia de la próxima lección

Una vez estaba listo para empezar se colocó frente a Ash que saco a su Blastoise

-Bien....¡veamos que puedes hacer rex!-

La tortuga disparo un chorro de agua que esquivo por poco tumbandose al suelo

-¡¿Por qué lo atacas Ash?!- interrumpió una voz femenina mientras se acercaba al joven

Dicha joven resultó ser Bonie que se acercó desesperada a ver si su amigo estaba bien

-¿Estás bien?-Pregunto con ansias al pelinegro

-Estoy bien, bonita, solo entreno un poco con el maestro... Porfavor no de ligas a la abuela Diantha- respondió con tranquilidad y algo de alegría

-Enserio que son iguales- suspiro resignada- ¡Bien! No le diré a Diantha si puedo entrenar con ustedes también- agrego con firmeza

-¿Co-con nosotros?- cuestionó con nerviosismo el joven

Ash miraba todo esto con curiosidad y algo de molestia, y no lo tomen a mal, no es que le guste Bonie o algo así (enfermos) lo que pasa es que al haber viajado con ella cuando tenía 10 años, toda la convivencia que hubo luego de volverse el campeón mundial y por los eventos recientes básicamente la vio crecer desde que era una niña hasta el día de hoy que es una joven curtida por la guerra y la muerte, esa es una de las tantas cruces que cargará por el resto de sus días, el no poder proteger la inocencia de los niños ni a su amiga.

-Veo que ustedes ya se conocen- menciono con molestia parándose atrás de Rex con un aura asesina

-Ash, ¡¿Porque estás entrenando a Rex y no a mi?!- recriminó la rubia con un puchero

-Porque no se puede ¿recuerdas?, además ya eres fuerte, ¿para que quieres serlo más?- pregunto con nerviosismo

-Porque... No quiero perder a nadie más Ash- mucitó con tristeza

-Bonie... Sabes que preferiría que te alejaras de todo esto ¿Cierto?- respondió con seriedad

-Lo se pero ¡No quiero perderte como a mi hermano! Ash... Eres el único que me queda, el único que puedo llamar familia- replico con frustración e impotencia

Las lágrimas comenzaban a acumularse en los ojos de la rubia que apretó los pliegues de su blusa por la frustración, Rex rápidamente se acercó a consolarla y miro al kantoniano con suplica por su amiga hasta que finalmente cedió.