Guerras Pokémon

Problemas aquí y problemas allá

La pequeña May se encontraba mirando el estanque de agua mientras los Pokémon jugaban todos juntos en aquel hermoso lugar.

La escena era simplemente hermosa, tanto que la pequeña sonreía inconcientemente de oreja a oreja, todo era tranquilidad y paz que la ayudaba a tener algo de paz consigo misma.

Con cuidado Ash, el campeón del mundo y ahora padre se acercó con nerviosismo a su hija, la chica al sentir la presencia de su padre dirijo su mirada hacia el.

-May... El desayuno ya está listo- dijo el azabache intentando aparentar seguridad

-S-si... Y-ya voy... Padre- respondió con incomodidad y algo de vergüenza

En un impulso el azabache acarició la cabeza de su hija con delicadeza y a pesar del sonrojo de la niña está no hizo nada para alejarlo.

-Bien... ¡Tenemos mucho por conversar!- exclamó con emoción

-¡Si!- respondío la niña con alegría

Ambos caminaron hasta la mesa que se encontraba del otro lado del estanque, justo al lado de la pequeña cascada, una vez en sus lugares se dispusieron a comer el manjar preparado por Ash.

La primera en dar un bocado fue la pequeña May que degusto con mucha concentración la comida.

-Bu-bueno... ¿Que te parece?- pregunto con cierta expectación

Pero May no contesto, digo ni siquiera reaccionó; los segundos desaparecían en el aire aunque se sentían como horas y el nerviosismo de Ash aumentaba a cada instante.

Finalmente y después de pasarse el bocado la niña empezó a derramar lágrimas sin dejar de mirar el plato que tenía enfrente.

-¡Hija!, ¡¿Qu-que paso?!, ¡¿Ta-tan mal está?!- exclamó preocupado y bastante asustado

De un brinco salió de su silla a socorrer a su hija pero al acercarse lo suficiente está lo abrazo con todas sus fuerzas aún derramando lágrimas.

-Esta delicioso papá... Gracias por cocinar- confesó con sinceridad y agradecimiento

Al oír esas palabras toda la preocupación del azabache se fue y fue remplazada por una calidez que nunca había sentido, ni siquiera cuando estuvo con ellas.

El momento padre e hija fue interrumpido por el vibrar del brazalete del pelinegro, al descubrir su manga pudo ver qué Violeta estaba llamándolo y tuvo que contestar a pesar de desear colgarle en ese mismo instante.

-¡Ash! ¡Los necesitamos de regreso!- ordenó la entrenadora de tipo bicho con desesperación

Lamentablemente la comunicación se cortó justo después de ese mensaje lo que dejó a Ash preocupado.

-¿Qu-que paso?- pregunto May con preocupación

-No lo sé... Iré a ver qué pasa, por ahora quédate aquí si- dijo con calma dedicándole una pequeña sonrisa

-¡Pero!... Y-yo quiero ayudarte- afirmo con algo de timidez

-Agradezco que quieras ayudarme pero solo eres una niña, no puedes estar en un lugar tan peligroso- respondió si dejar de sonreír

-¡Pero ya he peleado!, i-incluso... ¡Ya he matado gente!- replicó con desesperación

Al darse cuenta de lo que había dicho se llevó las manos a la boca como si intentaste regresar las palabras pero ya era demasiado tarde.

-Lo se... Pero sigues siendo una niña, la guerra es para los adultos no para mi hija-

El azabache se hinco hasta quedar a su altura y le dio un amoroso beso en su frente para después revolverle el pelo.