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El día de ir a su cita había llegado, y Jungkook estaba nervioso, no por el hecho se ver a su cachorro sino porque Taehyung había decidido acompañarlo, era la primera vez que lo haría y eso le ponía ansioso.

Iban en camino, Taehyung se dedicaba a manejar mientras que Jungkook miraba el paisaje por la ventana, era todo muy silencioso.

El menor pudo ver una cafetería con un estilo francés, recordándole un poco a uno de sus viajes que tuvo con Taehyung, mucho antes de quedar comprometidos.

— ¿Lo recuerdas? nuestro primer viaje juntos. — El castaño rompió el silencio sin dejar de observar el lugar que pronto desapareció por la distancia.

— uhm. — El mayor se hizo el desinteresado pero claro que lo recordaba, recordaba a un Taehyung tal vez un poco inmaduro pero muy enamorado.

Tan enamorado que aquel viaje lo hizo perfecto para los dos, cada restaurante, cada canción, cada carta que le había dado durante esa semana. Y aquella primera vez de su omega fue lo más delicado que pudo, yendo al ritmo que su amado pedía, nunca queriendo lastimarlo.

Sumergido en sus pensamientos llegaron a la clínica, ambos entraron y al momento de pasar con el doctor quien era un beta, se mostraba un poco extrañado por ver al alfa, ya que en estos meses solo atendió al omega sin atisbo de tener un alfa.

— Espero hayas seguido mis recomendaciones. — comentó un poco después de que el menor estuviera recostado para empezar a aplicarle el gel frío en su vientre.

Taehyung sentía la mirada intensa del doctor, como si estuviera analizándolo muy fríamente y empezaba a sospechar que no le agradaba al beta.

Pero decidió concentrarse en la pantalla que mostraba en donde estaba su cachorro y ahí se encontraba, pronto pudo escuchar los latidos del pequeño en la habitación.

Su lobo se encontraba emocionado y cautivado por lo que era su cachorro, sin duda lo reconocía como suyo.

— Como se puede ver parece estar todo bien. — El beta siguió observando alrededor para ver si no hay alguna irregularidad. — Pero necesito que tengas mucho más cuidados. —

Luego de terminar de observarlo, pasaron a escuchar las indicaciones del doctor. — Esta etapa puede llegar a ser más delicado, por ello no puedes tener episodios de estrés o intensas emociones ya que esto puede llegar a ocasionar un aborto espontáneo. —

Aquello alertó al menor, pues no quería perderlo pero tenía miedo de lo que pudiera pasar, incluso estaba sorprendido de que estuviera bien su cachorro después de las ultimas semanas en las cuales se sentía débil y desanimado.

— Y si me permiten preguntar, ¿Cuanto tiempo pasan juntos? — No hubo respuesta por parte de la pareja. — Es importante la presencia del alfa para el cachorro, ya que sin ella puede causar un aborto involuntario o incluso voluntario.—

El rubio al escuchar lo último sintió a su lobo ponerse nervioso y tenso, sentía su reclamo hacia su persona, pero Taehyung no lo iba a permitir.

— El tiempo que tengo para dedicarle a mi cachorro no ha sido un peligro.— Se atrevió a decir, mirando fríamente al beta enfrente suyo. — Y créame, jamás pondría a mi cachorro en peligro. —

— Realmente espero eso, pues su omega podrá decir una cosa pero su cuerpo reflejará otra. — Taehyung simplemente sonrió con burla, dispuesto a retirarse cuando el hombre terminó de recetar al menor con vitaminas. — Si tienes algún inconveniente no dudes en llamar. — Y así se despidió solo del castaño.

Una vez en el auto Jungkook se sintió incómodo pues sentía a través del lazo el enojo del alfa, que se volvía más fuerte conforme los minutos pasaban.

— ¿Y bien? — El mayor decidió detenerse a la orilla del camino. —  ¿Me dirás las cosas que haz ido esparciendo con cualquier persona? — Jungkook no quería verlo, sentía su fuerte mirada sobre el.

— Yo... no he dicho nada —

— Mírame. — Ordenó con su voz de mando, haciendo que el menor se encogiera en su lugar pero obedeciendo ante la orden.

Jungkook conectó su mirada a la del mayor, se veía tal vez demasiado enojado, su ceño fruncido y su voz de mando profunda lo hizo dudar del alfa enfrente.

Taehyung sentía su miedo a través del lazo, y en el brillo de sus ojos de temor, pero no hallaba un rastro de que estuviera mintiendo. Pronto vió la barriga abultada de su omeguita en donde se hallaba su cachorro y regresó su vista hacia adelante, tenía que controlarse antes de hacer una estupidez y lo sabía por lo que su opción fue salir del auto.

En uno de sus bolsillos se hallaba una caja de cigarrillos, la sacó y encendió uno, tratando de pensar mejor y tranquilizarse. Su celular sonó y al ver el nombre de quien se trataba contestó.

Minutos después Taehyung entró al auto, y antes de encender y retomar camino, observó al menor quien solo miraba a su bonita barriga; esta vez sin intención habló con la voz de mando. — Tengo que viajar, será por un par de semanas. —

El castaño se aturdió y encogió en el asiento por su voz, pero pronto se alarmó por lo que había dicho.

— Alfa, ¿Puedo ir contigo? — Con todas su fuerzas lo miró, esperando que aceptara. — Por favor. —

El rubio lo meditó, podía ver en su rostro que de verdad lo necesitaba, incluso más el que el propio cachorro. Bajó la mirada y con un suspiro aceptó, con la condición que no estorbara en las actividades que tenía que hacer.

Finalmente regresaron al hogar sin decir nada más, esa noche Taehyung no pudo dormir pues el frío de la cama lo hacía necesitar de su omega y de su aroma, aunque probablemente jamás lo admitiría.

vanilla scent • TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora