𝕀𝕀𝕀

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Si tuviera falta de confianza en sí mismo se habría sentido como escoria pegajosa pegada en la parte inferior del zapato, después de pasar a través de un pantano maloliente pero en general se gustaba a sí mismo, lo que era una buena cosa. Desde que Joshua llegó avasallando, el guerrero había ido, de bestia hormonal a perfecto caballero indiferente, miró su ropa, iba bien vestido, olió su camisa blanca, no, el no apestaba. ¿Tenía la posibilidad de ser acoplado y él alejó a Joshua? Ellos evitaron todo el tema de apareamiento.

Realmente, en su mayor parte evitaba a Joshua, eso parecía una solución fácil, pero el Guerrero dormía cinco puertas más abajo, se sentaba frente a él en la misma pequeña oficina y compartían el mismo lugar de trabajo, vivían en la misma nave, lo que significaba que respiraban el mismo aire. Durante la primera semana, no había visto al otro médico, no fue intervención divina, había invadido la red informática y configuró el sistema para que le avisase de los movimientos del otro médico, si Joshua dejaba sus aposentos, recibía una alerta electrónica que le decía la localización del otro médico. Sus caminos nunca se cruzaron pero se sentía como un acosador siguiendo la pista de su presa inocente, resopló ante la idea, Joshua estaba lejos de ser inocente, él era el responsable de su conducta, después de un muy cordial saludo del guerrero, había empezado a actuar como un loco, parecía un personaje sacado de un videojuego pero su situación era diferente, acosadores ficticios querían o estaban obsesionados con sus presas, él podría desear a Joshua pero no hizo nada más, no era escurridizo, ni tomaba fotos instantáneas o creaba notas detalladas, un acosador ficticio hacía eso y esta simple verdad le dejaba mirarse en el espejo cada mañana, sin sentirse mal. No es como si él pasase la mañana mirando su reflejo, odiaba los espejos y no tenía uno pero si lo tuviera, lo miraría y estaría feliz con el hombre mirándolo, al menos, eso fue lo que se dijo, sólo quería creerlo.

Hacía unos días, se había dado cuenta de que su comportamiento debía cambiar, en el momento en que comenzó a moverse a través de las tuberías de ingeniería para evitar al otro médico, reconoció el problema, en primer lugar, culpó su comportamiento escandaloso a la falta de sueño pero sus noches de insomnio fueron dedicadas al análisis de la agenda de Joshua desde el descanso de la cena hasta cuando entraba y salía de la sala médica. No fue hasta que se levantó de la cama con visión borrosa y miró una pared llena de notas describiendo el día del guerrero, que se dio cuenta de que las cosas habían ido demasiado lejos y estaba a un paso de convertirse en algo peor que un acosador de ficción, necesitó una pared cubierta de garabatos para darse cuenta de que tenía un problema.

Moviéndose sobre su vientre a través del sistema de ventilación no había sido suficiente para advertirle de su comportamiento errático, ahora, vio los dos comportamientos como un problema, afortunadamente, nadie sabía lo bajo que había caído y eso sólo se habría añadido a su imagen ya empañada, aun así, no era el culpable, Joshua necesitaba tomar alguna, si no toda, responsabilidad y la próxima vez que apretase su culo iba a romperle los dedos al médico y luego empujar el puño contra su hermosa cara, sólo necesitaba decidirse si apuntaba a una fuerte mandíbula o la nariz perfecta, tal vez apuntase a una y luego llevaría el otro puño y pegaría otro puñetazo. Iría primero por la mandíbula, la nariz sería sangrienta, lo mejor es dejar esta para lo último.

― Vamos a ir al comedor. ― dijo Joshua, sacandolo de las imágenes violentas pero gratificantes. ― No has comido y podemos conversar juntos. ― fue sorprendido por el tono suave que no habría asociado con la voz de mando del guerrero. La adulación y el sonido suave pertenecían a la naturaleza, donde era necesario para calmar a los animales.

Gruñó, habían pasado días desde que él había oído esa voz, no es que se hubiera dado cuenta de este tipo de cosas y tal vez por eso no estaba seguro de si esas palabras iban dirigidas a él, miró a su alrededor para asegurarse, Joshua a menudo se reía y bromeaba con los otros miembros del equipo y no el "Hola, ¿cómo estás?" tipo de saludo casual, más bien el "Vamos a pasar el rato jugando juegos" tipo de conversación amistosa que le puede llevar a volver a una habitación, no es que le importase con quien se acostaba pero  sabía que no había pasado nada.

7_ SooChan // JoChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora