Mi libertad

Capitulo 4

Una mes después.

Los golpes no cesaban, sus puños impactan con mi rostro, mis gritos inunda el sotano donde estoy privada de mi libertad.

Su mirada esta llena de locura, intente escapar pero no funcionó. Este es mi castigó, y es jodidamente doloroso.

— Por favor para. — Suena como un hilo de voz, apena audible. Me costó tanto decirlo por que anteriormente apreto mi cuello al punto de sentir que lo tengo hinchado por su agarre tan brusco.

— ¿Sos estupida o que? ¿Como vas a escaparte? Acaso ¿queria morir afuera? Celeste, quiero que te quede claro algo, si vos te vas, matare a tu madre, me escuchaste la voy a matar, ¿lo entendiste? — amenazó, mientras, apreta su mandibula furioso.

Con mi cabeza Asiento frenéticamente las lagrimas caen y solo puedo senti el crujido de la tela ser partidas en dos, sacando un quejido de mi parte. Mi vestido blanco que me compro lo rompió.

— Mierda, ayer no pude dormir nada por pensar que estaba con vos, montandote y haciedote gritar de dolor. Celeste te extrañe por mas que haya pasado solo una noche.

Si, desde el dia que llegue aqui no paro de tomar mi cuerpo a la fuerza, no paraba por horas, como un adiccto, mi cuerpo se cansaba y llego en un punto que me desmaye, no podia comer mucho.  no cuando recordaba cada cosa que el me hacia el asco me invadia y no podia comer. Trataba de huir, pero ¿como? Aqui era mediano ni tan grande ni tan chico, era un tamaña perfecto. Anoche no me toco y no se porque pero fue respiro para mi, porfin pude dormir bien y sin lloriqueos o sollozos.

Intente escapar pero no pude ni abrir la puerta, esta estaba cellada con cadenas, lastime mi mano, incluso grite pero nadie escucho, me senti perdida. Y el llego en el momento que grite, estaba realmente enojado y me empezo a golpear feo.

Me sienta en la cama, alarmada solo agacho mi cabeza, como un cobarde lo haria, eso era yo por eso siempre me odiaba. Sollozaba silenciosamente o lo mas bajo que podia, tenia demasiado miendo, la sangre se esparcia por mi ropa manchabdola. Odio ser haci, quiero gritarle quiero decirle de todo, sin embago me quedo callada, aguantado todo y aguardandolo.

¿Por qué soy debil?

Por eso mama jamas se sentiria orgullosa de mi.

— Celeste — Llamo con su grabe voz, sus mano ensagretada y lastimadas de tanto golpearme. Se pusieron en mi barbilla y me hicieron mirarlo. — Mirame — ordenó, no queria, Entoces apreto el agarre dandome a entender que deberia hacerlo, no es una opcion, Obedecer, eso es lo mejor que hago o en lo que soy buena. Lo miro sus ojos me miraron con un brillo indescriptible, lleno de deseo y lujuria y anhelo. — Di que lo sientes, que no volveras a escapar. —

Me quede callada, de mi boca no salio ni una sola sílaba. Esta vez, me tiro, mi cuerpo impacto con el suelo, solloze, y el golpe no se hizo esperar, llego en mi estomago con un fuerte dolor que jamas senti en mi vida, quede sin aire, dando todo vueltas a mi alrededor.

— Vas a volver a escapar? —

No pude decir nada, me dolia mucho.

Sus manos tomaron mi cuero cabelludo, se quito su ropa interior y refrego su mienbro erecto en mi cara, abrio mi boca y lo metio. Sentir lo tibio y duro dendtro de mi boca fue raro y asqueroso, este castido es horrible.

No.

Hizo movimientos, que me daba arcada, penetre mis uñas en su piel, esta tortura no la puedo soportarlo.

Despues de varios minutos se viene y me obliga a tragar todo, lo hago a duras penas, mi garganta duele.

Lloro cuando me deja tirada en la cama, me siento sucia.