Capitulo 1

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Capítulo 1: Un giro inesperado

La vida, a veces, está llena de misterios y sorpresas. Eso lo descubrió recientemente nuestro protagonista.

T/N, también conocido como T/A, es un joven que hace poco terminó sus estudios universitarios. Con esfuerzo y dedicación, consiguió el trabajo de sus sueños, y todo parecía ir bien en su vida. No obstante, no todo en esta vida puede ser color de rosas, ¿verdad?

El detalle que había cambiado su rumbo drásticamente era algo que nunca anticipó: su prometida, con quien tenía planes de casarse, lo dejó. Lo que más lo devastó fue la razón: ella conoció a otra persona y, sin más, rompió su compromiso. Aunque T/N se quedó destrozado, no podía darse el lujo de quedarse estancado en el dolor. Decidió seguir adelante, a pesar de la tristeza persistente que lo acompañaba día tras día.

En este momento, lo vemos salir de su trabajo, caminando de regreso a su pequeño apartamento. Sus pensamientos revoloteaban alrededor de los eventos del día, pero inevitablemente volvían a la ruptura. T/N soltó un leve suspiro, resignado, mientras continuaba su trayecto. La ciudad a su alrededor seguía su rutina habitual, con las luces y los sonidos envolviéndolo sin ofrecer consuelo alguno.

Su camino, sin embargo, fue interrumpido por algo inesperado: una tienda de artículos de anime. No pudo evitar que la curiosidad y un toque de nostalgia lo invadieran. Hacía años que no entraba a una de esas tiendas. Decidió, sin pensarlo demasiado, detenerse y entrar.

Al cruzar las puertas, se vio inmerso en un mundo que lo transportó a su adolescencia: estanterías llenas de mangas, figuras coleccionables de todo tipo, DVDs de animes clásicos y nuevos, e incluso algunas figuras más... atrevidas. Mientras recorría los pasillos, los recuerdos invadieron su mente. Recordó cómo solía pasar horas consumiendo todo tipo de contenido relacionado con el anime. Una leve sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro.

—Qué recuerdos... —murmuró para sí mismo mientras recorría el lugar.

Entre los estantes, algo llamó particularmente su atención. En una sección algo apartada, descansaban cuatro figuras de las protagonistas de un manga de comedia romántica que había sido muy popular en su época: Las Quintillizas. Curiosamente, esas figuras representaban a las hermanas que, al final de la historia, se habían quedado solteras: Ichika, Nino, Miku e Itsuki.

—Qué irónico —pensó T/N—, las figuras de las rechazadas.

Por alguna razón, eso le hizo gracia. Decidió acercarse para observarlas más de cerca. Al hacerlo, notó que estaban en oferta, a un precio sorprendentemente accesible debido a una liquidación. No pudo resistir la tentación. Entre la nostalgia y el buen precio, decidió comprarlas. ¿Por qué no? Era un pequeño capricho de su adolescencia que finalmente podía permitirse.

Después de un largo camino de vuelta a casa, llegó a su modesto apartamento. Dejó su portafolio de trabajo en la mesa del comedor y se dirigió a su habitación. Allí, colocó las figuras recién compradas en una estantería vacía, sintiendo una satisfacción inesperada al cumplir uno de sus sueños adolescentes: tener sus propias figuras coleccionables.

Sin embargo, su alegría se vio ensombrecida cuando su mirada se posó en un rincón de la habitación. Allí, sobre una mesa, estaba una fotografía de él junto a su ex prometida. El peso de la tristeza volvió a caer sobre él. Suspiró una vez más y, sin pensarlo mucho, guardó el marco en uno de los cajones de su escritorio, fuera de la vista. No era capaz de deshacerse de él por completo, pero tampoco quería verlo constantemente.

Agotado, se dejó caer en su cama, con los ojos fijos en la repisa donde ahora descansaban las figuras de las Quintillizas. En un momento de debilidad, mezclado con tristeza y un toque de deseo, murmuró para sí mismo:

—Cómo quisiera que alguna de ustedes fuera real... Tal vez podríamos consolarnos mutuamente...

Soltó una risa amarga tras decir eso.

—¿A quién engaño? Como si alguien como yo pudiera atraer a alguien… soy patético —se dijo, antes de que el cansancio del día lo venciera. En cuestión de minutos, se quedó profundamente dormido.

Pero mientras T/N caía en el mundo de los sueños, algo extraordinario sucedió. Las cuatro figuras en la repisa comenzaron a brillar con una luz suave, casi imperceptible al principio. A medida que el brillo aumentaba, unas voces susurrantes comenzaron a llenar la habitación.

—Ella realmente lastimó su corazón… —dijo una de las voces, con un toque de tristeza.

—Esa maldita —respondió otra, con enojo—. Si hubiera llegado antes, le habría dado una bofetada.

—Lo importante es que ahora estamos aquí —intervino una tercera voz, más calmada.

—Y nunca nos alejaremos de él —añadió la cuarta, con determinación.

El brillo de las figuras se intensificó por unos momentos, llenando la habitación de luz. Pero después de unos segundos, la luz se desvaneció, dejando todo en silencio.

T/N, sin percatarse de nada, seguía dormido. Pero lo que no sabía era que, al despertar, su vida iba a dar un giro inesperado. Aquellas heroínas rechazadas, ahora, estaban más cerca de él de lo que jamás habría imaginado.

Continuara..

Las Heroínas Perdedoras as de T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora