Capítulo 3: Un Día de Compras Inolvidable
Tras la caótica pero agradable mañana que pasó junto a las hermanas Nakano, T/N decidió que lo mejor sería salir a comprar ropa. Después de todo, las chicas solo tenían sus icónicos uniformes escolares, y eso no les sería suficiente para moverse en este nuevo mundo.
Con esa idea en mente, tomó una ducha rápida para despejarse un poco, mientras las quintillizas, aparentemente emocionadas, charlaban en la sala sobre la experiencia de estar en este nuevo mundo. Una vez listo, T/N salió del baño, se vistió y las reunió para ir de compras.
—Bueno, chicas, creo que lo mejor será que les consiga algo de ropa —dijo T/N con una sonrisa—. No pueden ir por ahí solo con el uniforme, ¿no?
Nino fue la primera en reaccionar, lanzándole una mirada traviesa.
—¡Sabía que te preocuparías por nosotras! —dijo, cruzando los brazos—. Vamos, será divertido.
Ichika también mostró una sonrisa astuta.
—Oh, T/N, ¿me vas a ayudar a elegir ropa? Me pregunto qué tan buen gusto tienes —dijo en tono juguetón, causando que T/N se sonrojara un poco.
Así que, con las cuatro quintillizas emocionadas, salieron juntos hacia el centro comercial más cercano. Una vez dentro, el lugar les dejó una impresión increíble. No podían dejar de maravillarse por la cantidad de tiendas, especialmente de ropa.
—¡Wow! —exclamó Nino, con los ojos brillando al ver una boutique—. ¡Tantas opciones!
—Es increíble, ¡mira esto! —añadió Ichika, mirando las vitrinas de otra tienda—. T/N, ¡tenemos que entrar!
T/N sonrió, sabiendo lo que vendría. Dejó que las chicas exploraran el centro comercial a su gusto, aunque rápidamente lo "convencieron" de acompañarlas a cada tienda, pidiéndole su opinión sobre la ropa que se probaban.
—¿Qué te parece este vestido, T/N? —preguntó Ichika, dándose una vuelta frente a él con una sonrisa juguetona.
—Te queda... increíble —respondió T/N con sinceridad, notando cómo cada una de ellas lucía deslumbrante en todo lo que se probaban.
Miku, que generalmente era más reservada, se acercó tímidamente con un conjunto en tonos pastel.
—¿Y este...? —preguntó, algo insegura.
—Te ves hermosa, Miku. —T/N no pudo evitar sonreír al verla sonrojarse ligeramente ante su halago.
Así continuaron por las tiendas, eligiendo algunas prendas que les gustaban mucho, pero sin exagerar para no gastar demasiado. Después de todo, T/N era consciente de su presupuesto y las chicas tampoco querían abusar. Al final, todas se llevaron un par de atuendos nuevos, cada una feliz con sus elecciones.
—Gracias, T/N —dijo Itsuki con una sonrisa, mientras cargaba una bolsa con ropa—. Esto ha sido divertido.
—No es nada, me alegra que lo hayáis disfrutado —respondió él, algo aliviado de que las compras hubieran terminado, aunque no podía negar que había disfrutado verlas tan contentas.
Después de las compras de las chicas, llegó el turno de T/N. Decidió hacer una rápida parada en una tienda de videojuegos, donde se permitió comprar un par de títulos que tenía en mente. Además, las hermanas insistieron en que también comprara algo de ropa para él.
—Este te quedaría genial —comentó Nino, mostrándole una camisa que, según ella, resaltaría sus ojos.
—Sí, definitivamente —añadió Ichika, uniéndose al juego.
T/N, sonriendo a pesar de la vergüenza, aceptó las sugerencias y se llevó algunas prendas, aunque no pudo evitar pensar que las hermanas se estaban divirtiendo a costa de él.
Una vez terminadas las compras, la hora del almuerzo ya había llegado, y las cinco se dirigieron a la zona de comida del centro comercial. Cuando llegaron, las quintillizas, especialmente Itsuki, no pudieron evitar sorprenderse por la gran variedad de opciones.
—¡Es increíble la cantidad de comida que hay aquí! —dijo Itsuki con entusiasmo, sus ojos brillando ante los diferentes restaurantes.
Cada una eligió lo que más le apetecía, y juntos tomaron asiento en una mesa amplia. Comenzaron a disfrutar de sus platos cuando, de manera inesperada, las cuatro hermanas, una tras otra, comenzaron a ofrecerle a T/N pequeñas porciones de sus comidas.
—T/N, prueba esto, está delicioso —dijo Miku, acercándole un bocado de su plato, tímidamente.
—¡No puedes perderte este sabor! —añadió Ichika, mientras le acercaba otro bocado.
—Tienes que probar esto, T/N —dijo Nino, con una sonrisa satisfecha mientras le ofrecía su comida.
Itsuki, por supuesto, no se quedó atrás y le ofreció un generoso trozo de su plato, insistiendo con entusiasmo en que lo probara. T/N, aunque agradecido, empezó a preocuparse de que iba a terminar más lleno de lo que había planeado.
Desde la distancia, la escena parecía sacada de una comedia romántica. Las cuatro chicas rodeando a un chico, cada una compitiendo por su atención con gestos de afecto, lo que no pasó desapercibido para los curiosos observadores en el centro comercial.
—Si supieran… —pensó T/N mientras trataba de mantener la compostura, sintiendo que su estómago estaba a punto de reventar de tanta "atención".
Después de una comida bastante animada y cargada de momentos divertidos, decidieron que era hora de regresar a casa. El día de compras había sido largo pero increíblemente entretenido, y todos habían terminado contentos con lo que habían adquirido.
Caminando hacia la salida del centro comercial, Nino no pudo evitar hacer un comentario:
—Este ha sido un día genial. Tenemos que repetirlo, ¿no crees, T/N?
T/N sonrió, asintiendo.
—Claro, cuando quieran.
Con esas palabras, el grupo salió del centro comercial, concluyendo su día de compras con la sensación de que su vida, desde la llegada de las quintillizas, no volvería a ser la misma.
Continuará...
