Capitulo 2

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Capítulo 2: Un Despertar Sorprendente

El suave brillo del sol se filtraba por las cortinas mientras T/N lentamente abría los ojos, todavía somnoliento. Era fin de semana, lo que significaba que podía permitirse el lujo de levantarse tarde y no preocuparse por ir al trabajo. Con un bostezo largo y perezoso, se desperezó y comenzó su rutina diaria.

Al ponerse de pie y estirarse, su mirada se posó instintivamente en la repisa donde debería estar la colección de figuras que compró el día anterior. Para su sorpresa, las figuras ya no estaban allí. Solo quedaban las bases vacías, como si las figuras hubieran desaparecido en medio de la noche. Frunció el ceño, confundido.

—¿Se habrán caído? —se preguntó, buscando en el suelo alrededor de la repisa, pero no encontró nada.

Cada vez más extrañado, decidió dejar la búsqueda para después y se dirigió a la cocina con la intención de prepararse algo de desayuno. Sin embargo, al abrir la puerta de su habitación, fue recibido por un delicioso aroma que invadió el apartamento. Era un olor tan apetitoso que su estómago gruñó en respuesta.

—¿Qué... qué es ese olor? —pensó, desconcertado.

Siguió el rastro del aroma hasta la cocina, y lo que encontró allí hizo que sus ojos se abrieran de par en par. Frente a la estufa, con un delantal y concentrada en lo que cocinaba, estaba nada menos que Nino Nakano. ¡La mismísima Nino de "Las Quintillizas" estaba en su cocina cocinando el desayuno como si fuera lo más normal del mundo!

T/N parpadeó varias veces, intentando convencerse de que aún estaba soñando, pero el olor a comida y la imagen de Nino eran demasiado reales. Entonces, su mente hizo clic: las figuras. ¡Las figuras que compró se habían convertido en las protagonistas de la historia!

Antes de que pudiera decir algo, Nino volteó a verlo con una sonrisa amable.

—Oh, buenos días, T/N —dijo con una voz dulce pero segura—. El desayuno casi está listo. Siéntate en la mesa, yo te lo llevo en un momento.

Todavía atónito, T/N asintió lentamente y se dirigió hacia la mesa del comedor. Al llegar, se encontró con más sorpresas. Sentadas allí, esperándolo con sonrisas brillantes, estaban Ichika, Miku e Itsuki, las otras tres quintillizas.

—¡Muy buenos días, T/N! —lo saludó Ichika, radiante como siempre.

—Buenos días... —dijo Miku, con su clásica timidez y dulzura.

—Buenos días, T/N —añadió Itsuki, con una mirada amigable.

T/N, sin saber cómo reaccionar, simplemente respondió con un débil: —Buenos días...

Se sentó en la mesa, sintiéndose como si estuviera dentro de un sueño extraño, pero increíblemente agradable. Apenas podía procesar la idea de que las quintillizas, personajes ficticios, estuvieran allí, sentadas con él. Unos momentos después, Nino apareció con los platos de desayuno y se sentó junto a él, sonriendo como si lo conociera de toda la vida.

Mientras intentaba mantener la calma, T/N agradeció por la comida y, juntos, comenzaron a disfrutar del desayuno. A pesar de su desconcierto inicial, la comida estaba deliciosa y la atmósfera era cálida y acogedora. Sin embargo, las preguntas no dejaban de rondar su mente. ¿Cómo era posible que estuvieran allí? Y más importante aún, ¿cómo era que sabían hablar español?

Finalmente, incapaz de contenerse más, habló en un tono tranquilo pero curioso:

—No quiero sonar grosero ni nada, pero... ¿cómo es posible que estén aquí? Y... ¿cómo saben hablar español?

Fue Itsuki la primera en responder, con su habitual calma y seriedad:

—No te preocupes, no ofendes, T/N. La verdad es que nos trajeron a este mundo por alguna fuerza desconocida. No estamos seguras de los detalles, pero desde que llegamos, hemos podido verte y aprender sobre ti. —Hizo una pausa, mirando a las demás hermanas antes de continuar—. Al acercarnos a las muñecas, nuestros cuerpos se volvieron tangibles.

T/N asintió, sorprendido pero intrigado. Todo esto sonaba increíble, pero su confusión solo aumentaba.

—¿Y el idioma? —preguntó, todavía desconcertado.

Esta vez, Nino tomó la palabra, sonriendo ligeramente mientras apoyaba su mano en la de T/N.

—Estuvimos observándote por un tiempo. Nos dimos cuenta de que hablabas español y, poco a poco, aprendimos el idioma mientras te observábamos. —Le guiñó un ojo juguetona—. Después de todo, no podíamos comunicarnos contigo si no entendíamos tu lengua, ¿verdad?

T/N se quedó en silencio por unos momentos, procesando todo lo que acababan de decirle. Parte de él se sentía aliviado por tener compañía, especialmente después de la ruptura con su ex prometida, pero otra parte no podía evitar sentir que estaba viviendo algo salido de un sueño imposible. Para aliviar un poco la tensión, preguntó con una sonrisa irónica:

—Bueno, y... ¿qué les ha parecido mi vida?

Ichika rió suavemente antes de responder.

—Eres una buena persona, T/N. Tienes un corazón amable, aunque hayas pasado por momentos difíciles —dijo con una mirada comprensiva.

Pero fue Nino quien, con su tono más directo, añadió con un toque de enfado:

—No entiendo cómo esa mujer se atrevió a dejarte. ¡Es una idiota! —dijo, acercándose a T/N y, sin previo aviso, lo abrazó cariñosamente. T/N no pudo evitar sonrojarse ante el inesperado contacto.

Las otras hermanas, al ver esto, no pudieron evitar poner caras de celos, y el ambiente en la mesa se volvió un poco tenso. Ichika, Miku e Itsuki miraban con envidia, mientras Nino se aferraba a T/N, quien apenas podía procesar lo que estaba ocurriendo.

T/N, aún ruborizado, no sabía qué decir ni cómo reaccionar. Pero una cosa era segura: su vida, que hasta ese momento había sido monótona y solitaria, estaba a punto de cambiar de formas que nunca hubiera imaginado.

Continuará...

Las Heroínas Perdedoras as de T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora