Cap 10

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Una vez que la intensidad del momento comenzó a desvanecerse, Mingi y Yunho se miraron a los ojos, ambos sabiendo que había sido un punto de no retorno en su relación. Con una mezcla de sonrisas tímidas y miradas cómplices, comenzaron a vestirse, cada uno tratando de actuar con naturalidad mientras el corazón aún les latía con fuerza.

Yunho se puso su camisa con una rapidez casi torpe, mientras Mingi luchaba por abrocharse los pantalones, su mente aún enredada en lo que acababa de suceder. La intimidad que habían compartido no solo había cambiado su relación, sino que también había creado un nuevo nivel de complicidad entre ellos.

—Todo bien por ahí? —preguntó Yunho, sonriendo mientras ajustaba su corbata, intentando mantener el tono ligero.

—Sí, todo bien —respondió Mingi, sintiéndose un poco tonto, pero al mismo tiempo emocionado. La cercanía de Yunho era palpable, y aún podía sentir el calor de su piel.

Una vez vestidos, salieron de la oficina, ambos actuando como si nada hubiera pasado, aunque el aire entre ellos estaba cargado de un nuevo significado. Al pasar junto al guardia, Mingi le lanzó una mirada rápida, tratando de ocultar la risa nerviosa que amenazaba con escapar.

—Buenas tardes —saludó Yunho con una sonrisa despreocupada, como si fuera un día normal en la oficina.

—Buenas tardes, señor —respondió el guardia, sin sospechar en absoluto lo que había sucedido detrás de esas puertas cerradas.

Mingi siguió el juego, tratando de mantener una expresión neutral mientras se dirigían hacia la salida. La sensación de haber compartido algo tan intenso y privado hacía que cada paso se sintiera electrizante. Una vez fuera, el aire fresco les golpeó el rostro, y ambos respiraron hondo, como si al salir de la oficina dejaran atrás todo el peso de su experiencia.

—Bueno, creo que eso fue... diferente —dijo Yunho, una sonrisa traviesa dibujándose en sus labios.

—Definitivamente —respondió Mingi, sintiendo una mezcla de risa y nervios.

Yunho miró a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie en la cercanía. —A veces me gusta cerrar cuando quiero —dijo, guiñando un ojo a Mingi.

El comentario hizo que Mingi se riera, sintiéndose más relajado. La complicidad entre ellos era evidente, y la aventura que acababan de compartir los unía de una manera única. —Espero que no se vuelva un hábito —bromeó Mingi, sintiéndose cada vez más cómodo.

—No prometo nada —replicó Yunho, su tono juguetón.

Ambos se despidieron en la entrada del edificio, sabiendo que la próxima vez que se vieran sería diferente, pero no podían dejar de sonreír. Mientras se alejaban, Mingi sintió que su corazón se llenaba de esperanza.

—Nos vemos pronto —dijo Yunho, antes de girarse y perderse entre la multitud.

—Sí, nos vemos —respondió Mingi, sintiendo que su vida había dado un giro inesperado y emocionante.

Mientras caminaba hacia su hogar, Mingi no podía dejar de pensar en lo que había pasado, una mezcla de alegría y nerviosismo burbujeando en su interior. Había encontrado a alguien con quien compartir no solo su tiempo, sino también sus sentimientos más profundos, y eso era solo el comienzo de una hermosa historia que todavía estaba por escribirse.

Los días siguientes transcurrieron con una mezcla de rutina y anticipación. Mingi no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido entre él y Yunho. Cada vez que revisaba su teléfono, el corazón le daba un vuelco al ver el nombre de Yunho en su lista de contactos. Los mensajes entre ellos se volvieron más frecuentes y cargados de un subtexto que solo ellos podían entender.

Traducción de una tragedia - Yunho x MingiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora