Cap 1

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En una pequeña y modesta habitación de un apartamento en Seúl, el joven Mingi se despertó al sonido insistente de su despertador. Era una mañana fría de otoño, y la luz tenue del amanecer apenas iluminaba el espacio. Mingi, de 22 años, estudiante de traducción en la universidad local, vivía con lo mínimo. Sus padres habían fallecido cuando era niño, y desde entonces había aprendido a valerse por sí mismo.

La habitación, apenas de diez metros cuadrados, contenía lo esencial: un colchón delgado en el suelo, una mesa de estudio abarrotada de libros y un pequeño armario con su ropa. Las paredes estaban adornadas con notas adhesivas y papeles con vocabulario y frases en diferentes idiomas, un testimonio de su pasión por la traducción.

Mingi se levantó de su colchón delgado y fue a la pequeña cocina para preparar un desayuno sencillo: un tazón de arroz con un huevo. Mientras cocinaba, miraba por la ventana el bullicio de la ciudad, preguntándose cómo sería vivir en una casa más grande, con más comodidades. Pero esos pensamientos se desvanecieron rápidamente. Sabía que debía concentrarse en sus estudios y en su trabajo para poder cambiar su situación.

- Puta madre, otra vez comiendo huevo y arroz, estuve toda la noche con ese ensayo-

Sentado en la mesa de la cocina, Mingi comía su desayuno lentamente, disfrutando del poco tiempo que tenía para sí mismo antes de que comenzara el ajetreo del día. Pensaba en sus clases y en el trabajo de medio tiempo que tenía en una librería cercana. El dinero era escaso, y a menudo se encontraba eligiendo entre comprar comida o pagar el alquiler. Ese era su día a día, un equilibrio constante entre sus necesidades y sus sueños.

En la universidad, Mingi se sentaba siempre en la primera fila, ansioso por absorber cada palabra de sus profesores. Ese día, su clase de traducción literaria discutía sobre las dificultades de traducir poesía. La sala de clases estaba llena de murmullos y risas, pero Mingi estaba completamente enfocado en la lección.

-La poesía no es solo el significado de las palabras jóvenes, sino también el ritmo, la métrica y la emoción. Es como traducir un sentimiento. ¿Alguien puede darme un ejemplo de un poema difícil de traducir?-

Mingi levantó la mano, tímidamente. Era raro que él hablara en clase, pero hoy se sentía seguro de su trabajo.

-He estado trabajando en 'El cuervo' de Edgar Allan Poe. La rima y la atmósfera son difíciles de capturar en coreano.-

El profesor Kim asintió, con una sonrisa de aprobación en su rostro.

-Excelente elección, Mingi. ¿Puedes leer un fragmento y luego tu traducción-

Mingi asintió y se puso de pie, sacando su cuaderno lleno de notas y traducciones. Tomó una respiración profunda antes de comenzar.

Leyó con cuidado, su voz llena de la melancolía del poema. Luego, cambió al coreano, tratando de mantener la misma cadencia y sentimiento. La clase quedó en silencio, impresionada por su habilidad para mantener la esencia del original. El profesor Kim lo miró con orgullo.

-Muy bien hecho, Mingi. La poesía es uno de los géneros más difíciles de traducir, y has logrado capturar su esencia. Sigue trabajando así-

Mingi se sentó de nuevo, sintiéndose un poco más confiado. Sabía que tenía mucho que aprender, pero momentos como ese le recordaban por qué amaba la traducción. Después de clases, Mingi se dirigió a su trabajo en la librería. La librería era un lugar tranquilo y reconfortante para él, lleno de libros que le permitían soñar con mundos diferentes y vidas mejores. Mientras colocaba algunos libros en los estantes, notó a un hombre bien vestido que miraba la sección de traducción.

El hombre tenía un aire de sofisticación, con un traje perfectamente ajustado y un semblante serio pero amable. Parecía fuera de lugar en la librería modesta, pero había algo en su mirada que mostraba un interés genuino.

-Disculpa, ¿podrías recomendarme un buen libro de poesía traducida?

Mingi se acercó con una sonrisa, disfrutando de la oportunidad de compartir su amor por la poesía.

-Claro, ¿buscas algún autor en particular?

El hombre sacudió la cabeza.

-No realmente. Estoy abierto a sugerencias. -

Mingi pensó por un momento antes de dirigirse a uno de los estantes y sacar una colección de poemas de Pablo Neruda.

Este es uno de mis favoritos. La traducción es bastante buena y captura la esencia de sus palabras. -

El hombre sonrió y tomó el libro, hojeando las páginas con interés.

-Gracias. Me llamo Yunho, por cierto. -

-Un placer, soy Mingi. ¿Te gusta la poesía?-

-Sí, me encanta. Aunque soy más un hombre de negocios que un poeta. Siempre es bueno encontrar tiempo para el arte, ¿verdad?-

Mingi asintió, sintiéndose curioso por este hombre que parecía tener tanto en común con él y al mismo tiempo provenir de un mundo completamente diferente.

-Definitivamente. La poesía tiene una forma de llegar al corazón, incluso en los días más difíciles.

Yunho sonrió, apreciando la sinceridad de Mingi.

-Tienes razón. Es bueno ver a alguien joven tan apasionado por algo tan hermoso. Sigue así.-

Mingi solo le agradecio y le dijo que si ocupaba mas recomendaciones lo buscara y se fue a ayudar a otros clientes, Yunho siguio viendo a Mingi pero cuando este volteaba se ponia a leer el libro recomendado, media hora después recibió una llamada y tuvo que irse por lo que fue con Mingi para pagar y se retiró de la tienda. Mingi siguió trabajando, pasaron las horas y por fin se llegó la noche, era su hora de salida y simplemente se fue a su casa.

Esa noche, Mingi regresó a su apartamento agotado pero satisfecho. Sacó sus libros de estudio y comenzó a trabajar en sus tareas. Soñaba con un futuro mejor, con la esperanza de que su duro trabajo algún día valiera la pena.

Mientras estudiaba, no podía dejar de pensar en Yunho. Había algo en ese hombre que lo intrigaba. Tal vez era su confianza, o la forma en que hablaba de la poesía con tanta pasión. Mingi se preguntaba qué clase de vida llevaba Yunho, y cómo alguien tan exitoso podía tener tanto interés en algo tan intangible como la poesía.

Mingi miró por la ventana, observando las luces de la ciudad. Sabía que su camino sería difícil, pero también sabía que cada pequeño paso lo acercaba a sus sueños. El encuentro con Yunho seguía en su mente. Había sido una chispa de inspiración en un día común, y Mingi se aferraba a esa sensación, dejándola alimentar su determinación.

Con una sonrisa leve, se dispuso a terminar sus estudios, decidido a seguir adelante sin importar las dificultades. No podía saber que ese encuentro casual cambiaría su vida para siempre, pero en el fondo, algo en él había despertado. Un deseo de ser más, de alcanzar más, y de no dejar que las circunstancias definieran su futuro, después de estar hasta la 1 de la mañana haciendo tarea fue a dormirse porque tenía clase al siguiente día.

Traducción de una tragedia - Yunho x MingiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora