La semana pasó volando después de esa reveladora conversación en el parque. Mingi apenas podía contener su emoción y nerviosismo por el nuevo trabajo que empezaría. A pesar de su apretada agenda, se sentía revitalizado por la idea de tener una conexión más cercana con Yunho, además de la que ya compartían.
El día de su primer trabajo llegó. Mingi se despertó con una mezcla de ansiedad y anticipación. Se vistió con cuidado, eligiendo una camisa que le parecía adecuada para la ocasión. Mientras se miraba en el espejo, recordó las palabras de Yunho sobre su confianza en él y cómo había visto potencial en él. Con cada recordatorio, se sentía un poco más seguro de sí mismo.
Al llegar a la oficina, Mingi fue recibido por un ambiente vibrante. La energía del lugar era contagiosa, y se dio cuenta de que estaba emocionado por ser parte de ello. Yunho estaba en su oficina, revisando algunos documentos, y al verlo, su corazón latió más rápido.
—¡Hola, Mingi! —dijo Yunho, levantando la vista y sonriendo—. Me alegra verte. ¿Estás listo para comenzar?
—¡Sí! —respondió Mingi, sintiendo que una oleada de entusiasmo lo envolvía—. Estoy un poco nervioso, pero listo.
—No te preocupes. Vamos a hacerlo juntos. Empecemos con una reunión rápida para ponerte al tanto de lo que estamos haciendo —dijo Yunho, guiándolo hacia la sala de reuniones.
Durante la reunión, Mingi se sintió un poco abrumado por la cantidad de información nueva que le presentaban, pero Yunho se aseguró de que estuviera al tanto de cada detalle. Le explicaron los proyectos en los que estaban trabajando y cómo podría contribuir. Mingi escuchaba atentamente, tomando notas y asimilando todo lo que podía.
A medida que pasaban los días, Mingi se sumergió en su trabajo, aprendiendo rápidamente y tratando de adaptarse a la dinámica de la oficina. Aunque había momentos en los que se sentía perdido, Yunho siempre estaba ahí para ofrecerle apoyo y orientación. Se notaba que él se preocupaba genuinamente por su bienestar, y eso le daba confianza.
Después de una semana intensa, Mingi comenzó a sentir que estaba encontrando su lugar en el equipo. Se dio cuenta de que disfrutaba del trabajo y de las interacciones con sus nuevos colegas. Sin embargo, lo que más lo motivaba era la oportunidad de compartir momentos con Yunho. Sus breves conversaciones durante el almuerzo y los intercambios de ideas eran una fuente constante de inspiración para él.
Un día, mientras tomaban un café juntos en la terraza de la oficina, Mingi no pudo evitar compartir sus pensamientos.
—Yunho, no puedo creer lo rápido que he aprendido aquí. Gracias por darme esta oportunidad. Me está ayudando mucho —dijo, sintiéndose agradecido.
—Eso es solo el principio, Mingi. Eres muy talentoso, y estoy seguro de que seguirás creciendo. Quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites —respondió Yunho, mirándolo a los ojos con sinceridad.
Mingi sintió que su corazón se aceleraba con esas palabras. La conexión que compartían iba más allá del trabajo; era un apoyo emocional y una comprensión que parecía florecer cada día más.
Sin embargo, a medida que Mingi se adentraba en su nuevo rol, también se daba cuenta de que el equilibrio entre el trabajo, la universidad y su vida personal se volvía cada vez más desafiante. Las noches se llenaban de tareas y proyectos, y a menudo se encontraba desvelándose para cumplir con todas sus responsabilidades. La presión comenzaba a acumularse, y con ella, el miedo de no estar a la altura de las expectativas.
Una tarde, después de un largo día, se sentó en su escritorio, sintiendo la fatiga pesar sobre sus hombros. Estaba revisando unos documentos cuando su teléfono vibró. Era un mensaje de Yunho.
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Traducción de una tragedia - Yunho x Mingi
FanficMingi, un joven estudiante de traducción, lucha por encontrar trabajo y salir de la pobreza. Su vida da un giro inesperado cuando es contratado como asistente del director de una prestigiosa empresa, Yunho, un viudo con una hija pequeña. A medida qu...