CRUCE DE CAMINOS- TITO DOUBLE P

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Mónica Herrera:

"Estaba terminando de grabar un pequeño GRWM para mi perfil de TikTok. Hoy íbamos a grabar un video para el canal de Erik aquí en mi casa. Sinceramente, nada me sorprende ya de las dinámicas de Erik; está algo loco, así que siempre espero lo inesperado.

Un rato después, decidí bajar. Ya estaba completamente lista. Al llegar, me di cuenta de que todos estaban ahí, así que los saludé, incluso a Tito, aunque la situación fuera algo incómoda. No quería ser mal educada.

Erik: 'Hasta que bajas, hija de la chingada'.

Mónica: 'No estés jodiendo. Ándale, ¿qué dinámica vas a hacer hoy? Sorpréndenos.'"

Erik: "Pues mira, vamos a hacer preguntas que dejaron por Insta, y si no quieres responder, nos damos un shot. Pero solo tienes 3 oportunidades para los shots, si se te acaban, tienes que contestar."

(Normalmente en los videos solo salíamos Erik, Ana, Karla y yo).

Un rato después, comenzamos con la dinámica, y la verdad es que nos estábamos divirtiendo bastante.

Karlita: "A ver, esta es para ti, Mónica. Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo de tu relación pasada, ¿qué hubiera sido?"

Ana: "Ni empieces con mamadas de darte el shot, contesta ya, mijita."

Mónica: "Pues yo creo que hubiera sido el tema de la comunicación. Porque yo cabrona, él también, los dos orgullosos, y eso... pues chocábamos la neta. Y siento que eso fue lo que cambiaría."

Erik: "¡Ellona! Muy bien hablada y demás, ¡muy propiaaa vaya!"

Mónica: "Pendejo..." —dije, dándole un pequeño sape en la cabeza.

La dinámica siguió entre risas, pero desde que contesté esa pregunta, sentí una mirada fija en mí... Era Tito. Su mirada lo decía todo, como si las palabras que acababa de soltar hubieran revivido algo en él, algo que tal vez nunca se terminó de resolver.

Un rato después, terminamos el video y nos fuimos todos al patio trasero. Los hombres estaban encargándose de la carne asada, mientras nosotras, las chicas, platicábamos y preparábamos unos drinks coquetos.

Karlita: "¡ERIK! ¿Qué haces tú con los hombres, muñeco? Esa no es tu familia", dijo entre risas, ya que normalmente siempre estábamos los cuatro juntos.

Kevin: "Bueno, Karla, ¿cómo chingas?", respondió, como siempre, con el humor pesado que nos teníamos entre todos.

Karlita: "¡Ándale, patas chuecas! Regrésanos a nuestro bombón", añadió entre carcajadas.

Entre risas y bromas, decidí acercarme a los chicos para ver cómo iba todo.

Mónica: "Hasta parece que sirven de algo, cabrones."

Nata: "Bueno, Mónica, hazte para allá", dijo apuntándome con unas pinzas de asado, "¡pura juzgadera contigo, hija de la chingada!"

Levanté las manos en señal de rendición y me acerqué al trío destructivo, como siempre, listos para grabar videos random.

Erik: "Irá, la Mónica. Se le ve un cuerpazo con el vestido que trae."

Karlita: "¡Tremendo melocotónnnn!" —dijo dándome una nalgada juguetona.

Ana: "Dejen a mi chiquita en paz, por favor. ¡Tengan respeto!" —añadió, sarcástica, abrazándome.

Kevin: "Ana, no le andes arrimando los pirulines a esa arrastrada", dijo riéndose, mientras yo solo le mostraba el dedo del medio.