Ciego como un topo

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Su nombre era Christophe, un chico aparentemente normal, sus ojos verde pasto eran profundos y fríos, su cabello castaño oscuro se movía con el viento helado de aquellas montañas, su cuerpo era fuerte y resistente, siempre fumando, sin importarle su corta edad. Con solo 16 años ya ha de tener los pulmones de un camionero.

A la vista de las personas adultas era una mala influencia, se rumoraban cosas muy extrañas de ese muchacho, como que era un mercenario, que había matado a muchas personas enemigas de la mafia, que vivía e un agujero en la tierra, que era homosexual; casi todas ellas eran ciertas, era un chico misterioso, sin amigos ni familia, solo unos pocos hablaban con el, no estaba conectado con la sociedad, solo en con una pala como amiga, un cigarrillo en la boca y la mirada fija, deambulaba por el pueblo.

En un extraño día, una nueva familia se mudo al pueblo de south park, colorado, al parecer una familia de alta sociedad, puesto que la casa que ocuparían era una de las mas lujosas, ni siquiera los Black podrían darse el lujo de pagar esa casa; del camión bajaban cajas y cajas, parecía que era una familia muy grande para tantas pertenencias, grande era la sorpresa de los vecinos al enterarse que la familia solo eran tres personas, la madre, su segundo marido y su hijo.

Cuando llego el momento todos quedaron sin aliento, la familia pequeña era muy pulcra, la madre era muy hermosa, su cabello rubio y ojos miel, su piel blanca como la misma nieve, cuerpo realmente perfecto para su edad; el padre no se veía tan joven pero irradiaba un aire de superioridad, por otro lado, el hijo tenia la apariencia de ser el típico niño creído, inteligente, guapo, rico, con la vida resuelta.

En cuestión de días el niño tendría que asistir a la escuela del pueblo, las chicas al verlo soltaban suspiros, mientras que los chicos sufrían una baja en su autoestima, como era nuevo lo han mandado a la parte trasera del salón, donde se sentaba el joven Christophe, quien ni siquiera volteo la cabeza para verlo, siempre tenia la vista al frente, sumado al hecho de que no tenia interés en conocer a ese nuevo compañero.

Gregory comenzando a socializar comenzó a hablarle, pero el chico castaño solo respondía con palabras monosílaba. Entonces Gregory comenzó a hacer preguntas un poco más complejas para un mayor uso del léxico en ese chico.

-entonces... ¿Cómo te llamas?

-Christophe

-bueno, serias tan gentil por favor de mostrarme la escuela

-no

-¿Qué? Pero soy tu nuevo compañero ¿Acaso no quieres ayudarme? ¿No quieres ser mi amigo?

-exacto, niño rico, conozco a los te tu clase, será muy fácil encajar para ti, ve con todas esas niñas estúpidas que suspiran por ti

-¿De que hablas?

-eres sordo si no las escuchaste, yo no seré tu amigo

-yo quiero ser el tuyo... ¿Podrías intentarlo?

-no, escúchate, no quiero que un pedante y presumido se me acerque, todos ustedes malditos ricachones son iguales, creen que son la mejor raza, creen tener el mundo es su poder y que todo el mundo los debería amar, cuando en realidad todo el mundo los odia

-no me conoces, ni siquiera me has volteado a ver

-no necesito verte

El profesor al ver que los dos chicos hablaban y escucho como el chico rubio suplicaba por atención del chico castaño, negó con la cabeza y de inmediato les llamo la atención.

-joven Gregory, es su primer día y comprendo que tenga que hacer amigos, así que lo ayudare, joven DeLorne, usted será el encargado de mostrarle la escuela a su nuevo compañero

 One-shots (S.P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora