Hacía tiempo en que pensaba en este momento, en aquel instante en el que tuve que despedirme de todos aquellos a los que quería y me querían. Pero tenía que hacerlo, empezar una nueva vida lejos de allí, lejos de aquel recuerdo. Aquel recuerdo tan doloroso, del cual mi padre nunca regresaría.
Me despedí de todos y subí al coche de camino a mi nueva vida. Tenía miedo, pero lo haría porque lo necesitaba y mi madre también, sobre todo mi madre. En el camino hubo un largo silencio incomodo, ninguna de las dos quería hablar, estaba siendo duro para ambas. Hasta que mi madre hablo y me dio las gracias por todo lo que estaba haciendo por ella. Ella sabía que estaba siendo duro para mí. Empezar de cero en un lugar donde no conocía a nadie, sin mis amigos y mi familia.
Observaba por la ventana del coche el paisaje mientras nos adentrábamos por las carreteras estrechas que llevaban al pueblo de Blackwood. Donde comenzaría nuestra nueva vida lejos de los recuerdos del pasado. A lo lejos, el lago aparecía ante nuestros ojos rodeado de árboles. Mi madre tratando de ser optimista, señala al lago y dice "dicen que es precioso en verano" aunque a mí me encantaba como estaba ahora con las hojas de los árboles cayendo sobre las tranquilas aguas verdosas.
Tras otro largo silencio ya entrando en el centro del pueblo mi madre me indica que la casa está ya cerca y que llegaríamos pronto. Y justo en aquel momento me fije en que el pueblo tenía viejos, sucios y desgastados papeles de una chica de más o menos mí misma edad. Y justo en aquel momento en el que me preguntaba qué porque había papeles de ella por el pueblo y porque parecía que llevaban ahí mucho tiempo puestos, mi madre me dijo que ya habíamos llegado.
Me baje del coche y observe la casa. No era muy grande pero tampoco es pequeña, sobre todo teniendo en cuenta que mi madre no gana mucho como cocinera. No es el mejor trabajo, pero a ella le gusta y eso es lo que importa.
Entre en la casa, no era fea y ya habían puesto todos nuestros muebles, pero faltaban nuestras cosas. Tenía un buen recibidor que daba a la cocina y el salón. A mi madre le encanta la cocina ya que es enorme y preciosa, pintada de unos colores claros, como a ella le gusta. Pasará ahí la mayoría de tiempo libre que tenga. Y después pase al salón con una gran tele y un cómodo sofá que me encanta. Subí las escaleras y busqué mi habitación.
Mi habitación era enorme con una gran cama y un vestidor. Subí mis cajas y empecé a vaciarlas. Al rato alguien llama a la puerta y mi madre y yo bajamos a ver quién es. Abrimos la puerta.
– Hola somos los Johnson, venimos a daros la bienvenida al pueblo. No suelen venir muchas caras nuevas por aquí y menos después de lo de Amelia. Espero que os guste el pueblo- Eran una pareja de mediana edad con tres niños, todos parecían encantadores.
- Si, nos encanta, nosotras somos las Martínez.
– ¿Que tal os estáis adaptando?
- Bueno sois los primeros a los que conocemos en el pueblo, pero por ahora muy bien.
– Nos alegramos cualquiera cosa que necesites no dudéis en avisarnos, ha sido un placer conoceros.
– Vale muchísimas gracias e igualmente, que tengáis buena tarde.
Y se marcharon. A partir de ahí no pararon de llegar vecinos, todos fueron muy majos con nosotras.
Al día siguiente en el instituto todo fue más duro ya que no me hablo nadie. Hasta que llego un chico, moreno de pelo rizado y ojos claros como yo. Iba vestido con una camiseta negra y pantalones vaqueros anchos y verdes, era un poco más alto que yo. No tenía cara de buenos amigos y no le vi en todo el día acompañado de sus amigos (si los tenía). Se me acercó y se presentó.
- Hola, me llamo Ethan, tu eres Carolina ¿verdad? - me pareció muy majo y amable, además fue el primero en presentarse, se podría decir que este es un claro ejemplo de que no hay que juzgar a un libro por su portada
ESTÁS LEYENDO
Sombras por el lago
Mystery / ThrillerCarolina se acaba de mudar a un pueblo. Conoce a un chico llamo Ethan, juntos investigan un gran misterio ¿Qué pasara entre ellos?, ¿Qué secretos esconde el lago? ¿Y el pueblo?