Capitulo 6- El móvil

61 6 4
                                    


Al llegar a casa de Ethan, entramos y nos sentamos en su salón, ambos aún pensativos. La idea de enfrentarnos a algo desconocido rondaba nuestras cabezas, pero también había una extraña tranquilidad en ese momento, sentados juntos, sabiendo que compartíamos los mismos miedos y esperanzas.

—¿Te preocupa lo que podamos encontrar en el móvil? —pregunté después de un rato, rompiendo el silencio.

Ethan suspiró y me miró fijamente, con una expresión más suave de lo que solía mostrar.

—Me preocupa lo que pueda significar para Amelia, pero también... me preocupa lo que significa para nosotros, Carol. No había pensado que todo esto me haría verte de una forma diferente —murmuró, mirando al suelo y luego, con una tímida sonrisa, volvió su mirada hacia mí—. No eres solo mi amiga; quiero que lo sepas.

Sentí cómo mi corazón latía cada vez más rápido, y mis pensamientos giraban en torno a todo lo que había sentido en los últimos días. Todo parecía claro en ese momento. Ethan era más que un amigo para mí también, y había esperado mucho tiempo para admitirlo, incluso a mí misma.

—Yo... siento lo mismo, Ethan. Estos días juntos me hicieron darme cuenta de lo importante que eres para mí —susurré, mirándole directamente a los ojos.

Parecía que nuestras respiraciones se sincronizaban, y lentamente nos inclinamos el uno hacia el otro, olvidando por un instante el motivo que nos había unido. Justo cuando estábamos a punto de besarnos, se oyó el sonido de una puerta abriéndose y la voz de la madre de Ethan anunciando su llegada.

—¡Ethan! ¡Carolina! Ya estamos aquí, y tengo el móvil funcionando —dijo alegremente, sin darse cuenta de lo que estaba interrumpiendo.

Nos separamos rápidamente, ambos un poco avergonzados, y tratamos de recomponernos antes de que sus padres entraran a la sala.

La madre de Ethan nos pasó el móvil, y sin perder un segundo, comenzamos a revisarlo. Pronto encontramos el número de contacto de Ana, pero lo que realmente nos sorprendió fue un mensaje que no llego a dar a enviar que Amelia le había escrito a Ethan antes de su muerte.

-Ethan, mira esto... parece un mensaje de despedida. - le dije con un nudo en la garganta

Ethan lo leyó mientras se le caían unas lágrimas.

- ¿Qué dice? - pregunte con inquietud por la cara que estaba poniendo mientras lo leía

- No sé cómo decírtelo, estoy en peligro y no se como salir de esta. Si me pasase algo quiero que sepas que fuiste el mejor del mundo. No quiero que intentes averiguar nada o podrías acabar como yo- le temblaba la voz mientras lo leía.

Ethan y yo nos miramos, la gravedad del mensaje de Amelia nos angustiaba. Él sostenía el móvil con manos temblorosas, y podía ver la angustia en su expresión.

- No podemos dejar esto sin resolver, ella tiene derecho a que todo el mundo sepa lo que la hicieron. - Dijo Ethan y yo asentí.

- Yo creo que debió recibir amenazas antes de su muerte y cada vez peores y como sabia que ya iban a acabar con ella te escribió ese mensaje porque sabía que tu averiguarías algo y no quería ponerte en peligro, porque sabía que podías acabar como ella. Pero la pregunta es porque no llego a enviarse.

- Pudo no haberlo enviado para que no sospechara nada o hicieron que no se enviara. Pero en tal caso tuvo que ser alguien cercano ¿no?

- Supongo. Pero ¿Cómo? - Ethan estuvo pensando durante un rato hasta que dijo.

- Puede que alguien cogiese su móvil y le metiese alguna aplicación para que no funcionase nada de internet y apareciera como que sí, una vez lo utilizaron la aplicación para las tablets del colegio

- Tendríamos que hacer pruebas. ¿Te acuerdas de cuál era la aplicación?

- Creo que se llamaba "antwifi"

La busque en Play store y justo me apareció. Ethan y yo nos estuvimos mirando en silencio, la tensión en el aire palpable mientras la aplicación se descargaba. Finalmente, la instalación terminó y abrí la aplicación, la active he hicimos una prueba, y justo era lo que pasaba con el móvil de Amelia.

- ¿Sabes quién puede saber usar esta aplicación? - Le pregunte

- Creo que todos los que están o han estado en el instituto desde que se usa la aplicación

- ¿Desde cuándo se usa?

- Se empezó ha usar hace como 10 años.

No se nos ocurrió nada más que nos pudiera ayudar estábamos atascados. Decidimos pasar el resto de la noche revisando el móvil de Amelia por si había alguna otra pista que pudiera ayudarnos a desentrañar el misterio. Sin embargo, el ambiente en la sala se había vuelto pesado y tenso, ya que cada nuevo descubrimiento parecía profundizar más el enigma.

Finalmente, cuando la noche se hizo, Ethan se quedó mirando la pantalla en silencio.

—Carol... —dijo, rompiendo el silencio—, ¿y si esto nos lleva a un lugar peligroso? No quiero que te metas en esto si hay un riesgo real.

Sentí cómo un escalofrío recorría mi espalda ante la perspectiva de lo que podíamos descubrir. —Entiendo tus preocupaciones, Ethan. Pero no puedo dejar que esto se quede sin resolver. Amelia merece justicia.

Ethan me miró con intensidad. —Lo sé. Solo quiero que estés a salvo.

Asentí, apreciando su preocupación. —Lo estaré, lo prometo. Pero tenemos que hacerlo juntos.

Tras eso decidí despedirme e irme a mi casa. Cuando llegué como de costumbre mi madre ya no estaba, así que hice lo de siempre antes de irme a dormir.

Sombras por el lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora