A la mañana siguiente, Wonwoo despierta con un terrible dolor de cabeza. ¡ugh! Le arden los ojos, tiene la nariz tapada, su boca parece un desierto, reseca y áspera. ¿por qué está tan brillante? Gruñendo en inconformidad, presiona su rostro contra la almohada. Dos mañanas despertando bruscamente. Tenía que admitir que esa mañana era culpa suya y de su incapacidad para controlar su consumo de alcohol. Para colmo de males, se escuchan golpes incesantes en la puerta, seguidos de la voz de Seungcheol.
–¡Wonwoo, abre! –.
Wonwoo lo ignora lo mejor que puede. Sus sienes le están palpitando. Aprieta sus dientes y cierra los ojos con fuerza. Tal vez si pretende que está muerto, Seungcheol lo dejaría solo para que pudiera lamentarse de sus errores en paz.
–¡Wonwoo! –Seungcheol continúa golpeando la puerta–, si no me dejas entrar, usaré mi llave maestra y lo haré por mí mismo –.
Poniendo los ojos en blanco y luego siseando de dolor, Wonwoo gruñe una vez más, renunciando por completo a una mañana pacífica. –Bien –murmura, demasiado bajo como para que alguien más a parte de él pueda oírlo. Se sienta lentamente y luego, aturdido, camina por el apartamento. Se frota la cara con cansancio; el disgusto por su propio estado brota, añadiendo el mal sabor de su boca. En su camino a la puerta, toma una botella de agua a medio terminar y la bebe de golpe. Necesita deshacerse del sabor del arrepentimiento y las malas decisiones. Bostezando, abre la puerta.
Seungcheol lo mira con preocupación y lo juzga –. Me alegra ver que sigues con vida –comenta.
–Apenas –responde Wonwoo rotundamente mientras se hace a un lado para dejar que su amigo entre.
Este último se quita las chanclas junto a la colchoneta y tras mirarlo nuevamente, Seungcheol suspira y sacude la cabeza, indicándole que fuera a lavarse la cara y cepillarse los dientes. Wonwoo se siente demasiado exhausto y desdichado como para discutir. Escucha vagamente que se abre la alacena, seguido del tintineo de las pastillas.
Como era de esperar, cuando regresa se encuentra con una botella de analgésicos en la mesa del comedor junto a un vaso de agua.
–Gracias –murmura Wonwoo. Se toma las pastillas y se sienta en una de las sillas, haciendo una mueca de dolor ante el aparente e incesante latido detrás de sus párpados. Presiona las cuencas de sus ojos con las palmas de las manos –, voy a arriesgarme a suponer que fuiste tu quien me encontró anoche –.
Seungcheol confirma con un resoplido –. Si, algo así –.
–Lo siento –Wonwoo responde sinceramente –, yo... uh, no sé... no recuerdo mucho de lo que pasó luego de que dejé el bar, pero gracias por asegurarte de que no me ahogara con mi propio vómito en el pasillo –suspirando, se recarga en la mesa –, me disculpo por las molestias y todos los problemas que definitivamente causé –.
Seungcheol lo mira en silencio.
–¿Qué? –.
–No soy con quien deberías disculparte –dice el mayor crípticamente.
Una oleada de terror frío le recorre la espalda –. ¿A qué te refieres? –pregunta –, ¿lastimé a alguien anoche? –.
–¿No tienes idea de lo que le hiciste a Jun? –Seungcheol pregunta, la sorpresa coloreándose en su voz y las cejas levantadas –, ¿Qué tan borracho estabas? –.
–Yo... –el pánico comienza a apoderarse de él mientras intenta reunir fragmentos de recuerdos. Una tarea difícil considerando que no tiene muchos de ellos, al parecer. Frunce el ceño con consternación –, espera ¿quién es Jun? –.
–Junhui –dice Seungcheol como si eso pudiera ayudar –, Wen Junhui, del departamento de arriba –señala.
Wonwoo parpadeó, no sabía si era efecto de las pastillas o si es la frenética comprensión de que pudo haber hecho daño a alguien en su estado de ebriedad lo que enciende sus neuronas, pero de repente está completamente despierto y completamente sobrio.
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Sounds Like Love || Wonhui
FanficWonwoo tiene un vecino muy ruidoso. Irónicamente, todas sus quejas han caído en oídos sordos. Un día, un golpe desde arriba es demasiado. Wonwoo estalla y finalmente se encuentra cara a cara con la pesadilla de su existencia. No tiene idea de lo ado...