Arcoiris

Capítulo #23

-¿Porque no despierta? - escucho a lo lejos y poco a poco comienzo a sentir mi cuerpo adolorido, me siento como si estuviera en un sueño, un sueño en el cual me hace doler la cabeza - ¡Ella ya debería estar despierta!, ¡Lleva dos días así!.

-Señorita, es normal, tuvo un trauma facial al golpearse con el pavimento, además de dos costillas fracturadas, ella necesita reposo...

-¡Se lo que tiene!, ¡Pero no es buena señal que siga dormida!, ¡Elena! - siento su mano tocar la mía y moverla varias veces- ¡Porfavor nena! ¡Despierta!.

-En cualquier momento despertará, no se preocupe, esto es muy normal.

Escucho la puerta cerrarse y creo que ha salido la persona que hablaba con Victoria, por que aquí y en cualquier lado, consciente o no, se que ella está aquí conmigo, puedo sentirla sin siquiera abrir mis ojos y se escucha preocupada.

-¡Elena!, ¡Nena despierta! - pone mi mano en su mejilla y siento las gotas de agua en mis dedos, comienzo a sentir tanta tristeza, pero también estoy cansada y adolorida, aún no quiero despertar - ¡Amor!, ¡Me siento tan mal por lo que te paso!, ¡Debí insistir más en ayudarte con los traslados!, ¡Para que tu estuvieras segura!, ¡¿Cómo fui tan confiada?!, ¡Tan tonta!, ¡Yo se el peligro de andar en las calles de aqui!, ¡Soy una estúpida!

Me duele tanto escucharla y no entiendo de que se echa la culpa, en realidad, no entiendo porque estoy dormida o porque me duele el cuerpo y la cabeza, ahora si quiero despertar y aunque me siento con mucho dolor, sé que ella me da la fuerza y también tengo la curiosidad de saber ¿Que es lo que paso conmigo?, abro mis ojos, porque tampoco quiero escucharla así de triste y mucho menos la quiero ver llorar, la luz de la habitación me cala en la retina, parpadeo varias veces antes de acostumbrarme a la luz y rápidamente su cabello platinado llama mi atención y volteo a verla, su cabeza reposa en mi mano, a lado de mi abdomen, su cuerpo se estremece en ocasiones, esta llorando, como puedo levanto mi otra mano y la coloco en su cabeza para acariciar algunos mechones. Veo como levanta su rostro y sus ojos tan azules y puros se abren tanto que puedo ver lo rojo que se encuentran de tanto llorar.

-No llores Vicky -digo en un susurro, me arde la garganta, trato de decir más, pero no me salen palabras, aclaro mi garganta provocando dolor en mi cabeza y costillas, pero como puedo le sonrió y trato de transmitirle que estoy bien, que todo esta bien.

-¡Elena!, ¡Elena, ¡Despertaste!, ¡Oh mi dios!, ¡Gracias! ¡Gracias! -repite esto en varias, muchas ocasiones mientras me besa la frente, hago una mueca de dolor - ¡Perdón nena! ¡Te lastime!, pero es que estoy feliz - suspira tan fuerte, que me hace sonreír y al igual me vuelven que doler mis costillas - ¡Tranquila nena!

-Agua- pido y ella sonríe, la veo dar dos vueltas y corre hacia la mesita de lado donde esta el vaso de agua, lo acerca a mi boca, pero no logro levantarme.

-Espera, aquí hay una pajilla o primero deja acomodo la cama- mueve algunos botones dejandome media sentada y cuando esta quitando el plástico de la pajilla con sus manos temblorosas, me mira y sonríe, veo lagrimas tratando de escapar de sus ojos, la pone en el vaso y logro tomar agua, mi garganta lo agradece, tomo de poco a poco y me acabo el agua - ¿Quieres más?

-Si hay jugo mejor - ya hidratada me salen más entendibles las palabras, algo rasposa mi voz, pero Vicky me entiende, busca a su alrededor y yo apunto a donde estaba el vaso de agua, ahí esta una jarra con jugo, creo es de naranja y por algún motivo ella no lograba verlo.

-Estoy tan feliz que no lo veía - se acerca y llena el vaso de jugo, de su rostro siguen callendo grandes gotas de lágrimas - Ten nena - vuelve a acercar la pajilla a mi boca y yo comienzo a sentir el azúcar en mi cuerpo, el jugo ayuda para el dolor de cabeza y tambien puedo sentir como mi cuerpo tiene un poco más de energía.