🔺️La Horda (2)🔻

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Thrall:
(12 años después de la Apertura del Portal Oscuro…)
En la Fortaleza de Durnholde:

Thrall, ese era su nombre mas no era el verdadero: solo era suyo porque así lo llamaron los humanos que lo criaron. En la lengua de los humanos la palabra thrall también era usada para decir esclavo, y eso es lo que él era: un miserable, harapiento y desechable esclavo que los hombres solo usaban como animal de feria para su entretenimiento.

Desde el día en el que Thrall nació solo pudo hacer es cosas con su vida: respirar, luchar y obedecer; y aunque tenía que admitir que con respecto al resto de su raza él era mucho mejor tratado entre los humanos toda pisca de gratitud era fácilmente apagada cuando contaba la brutalidad que había sufrido en su niñez (si era que así se le podía llamar) y las interminables horas que se pasaba luchando en los campos de lucha de Durnholde. Su vida era nada más que un infierno, uno del que ni siquiera se podía quejar, pues así es la vida de cualquier esclavo, que para él fue peor aún por ser un orco: la especie que combatió contra los hombres años atrás, los vencidos.

Y ahora estaban a merced de los vencedores: con sus fuerzas menguadas y sus espíritus derrotados, sin saber que hacer para que termine ya esta tortura, o por lo menos así pensaban el resto de orcos, pues para Thrall su futuro sería siempre seguir luchando como gladiador en los campos de lucha: algo muy simple para cualquiera.

¿Cómo Thrall había terminado así?

La respuesta a dicha interrogante era muy larga y era algo que muchas veces el joven orco prefería olvidar, mas no podía. Todo comenzó con Aedelas Blackmoore hace poco más de 11 años, por aquel tiempo Blackmoore era un gran general de la soldadesca de La Alianza en las tierras más al norte del Reino de Azeroth (actual Ventormenta) cuando lo encontró a él de casualidad en el lecho de un río recién nacido y aún entre las mantas de su cuna. Entonces, por alguna retorcida razón aquel hombre decidió no matarlo ahí y cambio de perdonar su vida lo hizo su esclavo bajo el horrendo favor de ser “su hijo adoptivo”. Ese humano lo torturó todo lo que quiso cuando aún era un niño, sometiéndolo a luchar contra él todos los días desde que solo tenía tres tiernos añitos, lo único que lo consolaba era que cuando la noche caía ya ese hombre estaba bastante cansado por lo que lo dejaba solo a él en sus celdas mientras se iba de putas o a sus opulentos festines; entonces Thrall podía permitirse esos pequeños momentos para llorar y lamentarse por su vida, todo mientras no podía hacer más que lamerse sus heridas.

Así fueron todos sus días hasta que Aeryna Foxton junto a su hija Taretha Foxton le empezaron a ayudar noche tras noche a sanar sus yagas y a terminar de cicatrizar sus otras heridas, al principio él pensaba que ellas también le harían daño por lo que les gruñía y las intentaba alejar, pero ellas fueron tercas y siempre lograron su objetivo. Aquellas mujeres no solo ayudaron a Thrall con sus heridas sino que también le enseñaron a hablar el idioma humano (o como ellos le decían: el idioma común) y fue la propia Taretha la primer y única amiga del joven orco desde aquel entonces; Thrall nunca lo dijo, pero la amabilidad de aquellas dos mujeres fueron sin lugar a dudas la única alegría que tuvo en su amarga vida hasta ese entonces.

Los años fueron pasando y todo siguió siendo igual hasta que el orco cumplió la edad de 9 años que fue cuando Blackmoore decidió que ya era lo suficientemente mayor como para empezar a pelear en los campos de lucha como su gladiador personal y así Thrall lo hizo, al principio sus oponentes no eran la gran cosa y el joven orco siempre supo despacharlos con facilidad, pero poco a poco sus peleas iban escalando en dificultad hasta el punto en el que el propio Aedelas tuvo que admitir su sorpresa por la victoria del orco en alguna que otra pelea difícil. No obstante, fueran fáciles o difíciles las peleas Thrall siempre salía de la arena de Durnholde con varios moretones y heridas las cuales Taretha sanaba por la reciente enfermedad que contrajo su madre lo cual obligó a su hija tomar su lugar como sirvienta de Blackmoore, según se decía el señor de Durnholde nunca trató bien a la joven y Thrall ardía en rabia y culpa al saber que él era en parte el culpable de tal situación.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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