000. Un colibrí y un marrón terracota

21 0 0
                                    

𔓕

❛❛Todos los niños mueren a la edad de cinco años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

❛❛Todos los niños mueren a la
edad de cinco años.❞


.                       .      .      .      .


1981, Condado Los Angeles.

             Después de nacer, su llanto no se percibió dentro de la sala del quirófano. Permanecer dentro del vientre de su madre y sentir el vínculo durante esos nueve meses; es lo que más añora. 

Otra vez debían acudir al Hospital más cercano, los gallos no dejaban de cantar su misma melodía satisfactoria que puso como un nombre existente; galicinio, que significa una cierta parte de la noche aproximarse el siguiente amanecer.
En donde poderío, protección y desafío, son demostraciones que ayudan a funcionar una valía del macho al conseguir a las hembras que se transformaran en madres de polluelos,  mientras que esos polluelos seguirán tranquilos al sentir cerca a su progenitor por medio de ese canto que a muchos suele ser fastidioso.
Pero, para él era algo que apreciaba y despertar a tales horas de madrugada; era una rutina que disfrutaba.

Pronto el cielo se ahogaría de bellos colores que considera no aptos para su fanatismo, ver el anaranjado cubrir la mayor parte del cielo junto a un opaco azul degradarse en tonos pasteles; era definitivamente la menos preferida. Sin embargo, durante el camino al ver un amarillo igual a las plumas de los patos pintarse sobre las nubes y combinarse entre un tono violeta junto a uno rosado, era una hermosura que debía plasmarse en uno de sus dibujos, copiarlo de la misma manera parecía ser su próximo reto que debía superar, además que su hermano mayor siempre le satisfacía ver sus dibujos.
Que gracias a ello, poseer varios materiales que necesitaba; logró conseguirlos por el esfuerzo de su hermano al regalárselos en su pasado cumpleaños.

Que de casualidad, al esperar unos cuantos minutos se apresuró a entrar al Hospital para encontrarse con la habitación vacía que les brindaron después de rellenar formularios y utilizarlos como excusa para pasar la noche hasta obtener los siguientes resultados de distintos estudios que no importaba recordar sus nombres ahora. Su apuración por tomar sus lápices de puntas delgadas, el paquete de gises tonos pasteles que su hermano le incluyo en su regalo y la libreta de hojas gruesas que resisten las más gruesas gotas de agua; aquella que su padre le dio justo una noche antes de ir a la Guerra, fue un total caos al sentir sus manos llenas y no tener los brazos suficientemente largos para acomodar bien sus cosas y salir sin preocupación.

Pero hizo el esfuerzo por apretarlas a su pecho y salir de inmediato, aunque sus resultados no coincidieron con su plan; tuvo que volver a entrar a la habitación para esconderse del conocido Medico junto a su madre dirigirse a donde se encontraba, mientras se acomodaba junto a sus cosas para ocultarse por debajo de la cama; era algo incómodo: su respiración perdía fuerza y sus gemidos trataban de recuperar oxigeno, pues esa oxigenación de un lugar reducido para el tipo de cuerpo que tiene provocaba un dolor en su estomago por aguantar aromas desagradables, esforzándose al tapar su boca con la palma de su mano; evitando moverse con exageración para escuchar la suave voz de su querida madre debilitarse en palabra que liberaba en esos delgados labios.

de las estrellas; nace el caos © 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora