Just Friends [Sirius Black]

Capitulo 2

Al otro día de la llegada de los Antler a Londres, la familia acordó visitar el callejón Diagon para, además de comprar lo que necesitarían los niños para su cursada, el matrimonio estaba organizando un baile para las familias más reconocidas del mundo magino en Londres.

- ¡Ya levántate Gnomo! - Mateo golpeo la puerta de la habitación de su hermana haciendo que se sobresalte.

- ¡Ya bajo! - Gritó irritada y con cansancio.

Melanie se sentó al borde de su cama pasando sus manos por su cansado rostro, se dispuso a levantarse e ir directo a su armario para buscar un conjunto de ropa interior y una muda de ropa.

Se dirigió al baño para darse una rápida ducha antes de irse a desayunar con su familia, en cuanto salió comenzó a secar su larga cabellera haciendo que se formen algunas ondas al final de esta.

Se vistió con un vestido gris corto con medias largas hasta sus muslos, elegante pero casual a la vez, y terminó de ponerse unos cómodos mocasines.

Dudó por unos minutos de si maquillarse o no, no quería hacerse nada extravagante, así que solo se delineo los ojos y pintó sus labios con un delicado color rosa.

Bajó las escaleras, pasó por los largos pasillos admirando los cuadros y la elegante decoración de la que seguro su madre se había encargado, ella tenía buen ojo para la decoración.

Era la única que faltaba en la mesa, se acercó a sus padres para depositar un beso en la mejilla de cada uno y cuando paso cerca de su hermano le dio un pequeño golpe en la cabeza, justo cuando le estaba dando un sorbo a su bebida, lo que ocasionó que se derramara un poco, ya estaban todos listos para salir en cuanto terminaran de comer.

- Recuerden hablar con claridad. - Aclaró Demian mientras tomaba un puñado de polvos flu y se adentraba a la chimenea. - ¡Callejón Diagon!

Una llama color verde lo envolvió y desapareció, así uno a uno lo imitaron.

El lugar estaba repleto de personas, magos, brujas, niños corriendo por todos lados y algunos con sus padres yendo de compras.

La familia de pelinegros y ojos azules comenzó a andar por el empedrado robándose la mirada de muchos a su alrededor.

Adara se llevaba la mayoría de ellas, al ser una reconocida bailarina y haberse presentado en los mejores tetros, muchos de los presentes la reconocieron.

Melanie admiraba mucho a su madre, siempre tan elegante y simpática a donde sea que vaya.

- ¿A dónde deberíamos ir primero? - Adara estaba emocionada por la salida familiar.

- Yo quiero ir a la tienda de quidditch. - Dijo tranquilo Mateo caminando con las manos en los bolsillos. - Necesito nueva protección. -

- Y yo a la librería. - Habló Melanie.

- Bien, hagamos esto. - Demian detuvo su andar y miró a su familia. - Cada uno vaya a comprar lo que necesite y nos vemos en aproximadamente una hora en la tienda de Madam Malkin. - Los mellizos asintieron y su padre le dio a cada uno una bolsa con una cantidad considerable de galeones y ambos se fueron.

Melanie Pov

Comencé a caminar hacia la librería Flourish y Blotts cuando pasé por enfrente de una tienda de ¿Bromas?, que tontería poner una tienda que de seguro les haría la vida imposible a muchos adultos. Ningún padre llevaría allí a sus hijos.

Vi como unos chicos salieron totalmente alterados de ese lugar interponiéndose en mi camino, gritando cosas inentendibles, escuché que uno de ellos, que llevaba unos lentes ya algos viejos, decía que quería probarlos con un profesor.

Como pensé, hacerle la vida imposible a los demás.

- Con permiso. - Se habían metido justo frente a mí y los tres voltearon a verme.

- Wow... - Exclamó con una expresión de asombro el más bajito de ellos.

Ninguno de los tres se estaba moviendo, solo se quedaron ahí mirándome.

Solté un suspiro e intente a pasar entre ellos, pero uno se puso delante mío impidiéndome seguir caminando, lo ignoré y lo esquive, pero nuevamente se metió en mi camino, ya estaba comenzando a molestarme.

Levanté la mirada para verlo a la cara, ya que era más alto que yo, me miraba fijamente a los ojos con una sonrisa de lado.

- ¿Qué quieres? - Crucé mis brazos y con una expresión seria.

- Sirius Black, a su servicio. - Se presentó extendiendo su mano.

- No me interesa quién eres. -

Sus amigos que estaban a un lado comenzaron a reír, los miré con el ceño fruncido sin entender que era lo gracioso. El chico frente a mí, se quedó totalmente mudo con una expresión de consternación por mi respuesta.

Volví a ignorarlos y seguí mi camino hasta que sentí que alguien tomaba mi brazo volviendo a hacer que me detenga, ya habían colmado mi paciencia y mi madre me mataría y si me viera en este momento, pero en mi defensa fue su culpa.

Di un paso hacia atrás y con el mismo brazo que tenía agarrado le di con mi codo en el estómago, haberme criado con un hermano tenía sus beneficios, cayó en un instante, no creo haberle golpeado muy fuerte, pero estoy segura que no se lo esperaba, en cuanto me soltó comencé a caminar antes de que alguien me vea y reconociera.

A lo lejos escuchaba a sus amigos reír y decir que una chica lo había golpeado.