Luz Pérdida Del Destino

gato negro y zorro

El cálido rayo de sol del mediodía despertó a la gata negra en su refugio en la colina. Estiró su cuerpo perezosamente. Anoche tuvo que permanecer despierta hasta el amanecer, por lo que no fue una sorpresa que recién se despertara ahora. Aun así, la gata negra no se quejó ni una vez. Rápidamente agarró algo de comida enlatada para comer y luego se dirigió a la habitación ubicada en lo profundo de la colina.

Dentro de la habitación había múltiples formaciones complejas, todas ellas conectadas a las líneas ley de esta colina. Esta era la mejor manera de reunir una gran cantidad de maná. La idea de matar a la población de esta ciudad para reunir maná no entró en su mente porque tomaría demasiado tiempo, tampoco quería llamar la atención de los demás. Por eso eligió construir su base en esta colina.

En el centro de la habitación había una persona con un kimono azul. Sin embargo, no era correcto tratar a esta hermosa mujer como a un ser humano. En su cabeza había un par de orejas de zorro naranja y detrás también había una cola de zorro. Este ser que se encuentra aquí obviamente es un youkai, un monstruo de la leyenda de los países del este. Actualmente, el zorro azul estaba sentado en la posición de loto, con los ojos cerrados y en cada una de sus palmas había una bola de energía blanca y negra.

Frente al zorro azul había una pequeña persona que flotaba en el aire dentro de una esfera. El gato negro la miró con amor y pesar. A pesar de que había entrado en esta habitación durante minutos, no dijo nada, tampoco se sentó. El gato negro simplemente se quedó de pie en un lugar y permaneció en silencio para observar a las otras dos personas en la habitación.

—¿Ah, maestro? Lo siento, no me había dado cuenta. —La zorra azul abrió los ojos.

—No te preocupes por eso, Caster —dijo la gata negra en voz baja, como si temiera haber despertado a la que estaba en la esfera—. ¿Cómo está?

"El proceso está funcionando bien. Si seguimos a este ritmo, estará listo la semana que viene", dijo Caster alegremente, aunque estaba concentrada en la esfera.

"Shirone…" murmuró el gato negro.

Ese era el nombre de su hermana pequeña. La hermana mayor Kuroka y la hermana pequeña Shirone no eran humanas sino Nekomata, una youkai de tipo gato. Sus padres murieron hace mucho tiempo y Kuroka había estado cuidando a su hermana pequeña desde entonces. Los youkai pueden aprender el arte místico del senjutsu o el youjutsu, pero tanto Kuroka como Shirone no son youkai normales, por lo que pueden aprender ambos en un tiempo más rápido.

La hermana mayor Kuroka era un prodigio en ese aspecto, ella misma aprendió el arte y podía hacer cosas que la gente de su edad no podía. Por lo general, para aprender senjutsu o youjutsu es necesario encontrar y aprender de un maestro. Sin embargo, debido a esa especialidad, muchas personas querían a las hermanas para sí mismas. Kuroka tuvo que luchar para protegerse a sí misma y a su hermana, así como trabajar para proporcionarles comida y refugio. Las hermanas tuvieron que mudarse constantemente de un lugar a otro.

"No hay lugar para nosotros en este mundo", dijo Kuroka con frustración. Desde su nacimiento no habían recibido amor de sus padres y ahora tenían que correr siempre para salvar sus vidas. "Los dioses deben odiarnos, es por eso que nos tratan como basura".

La voz cansada de Kuroka preocupó a su hermana pequeña. 'Por favor, no digas eso.'

En un ataque de ira, Kuroka le dijo a Shirone que se fuera, que Shirone era débil y que no sabía cómo protegerse, por lo que Kuroka tuvo que asumir toda la carga. Lo que Kuroka no sabía era que esa frase lastimó profundamente a Shirone. Por el bien de su hermana mayor, Shirone trató en secreto de aprender senjutsu y youjutsu por sí misma para no convertirse en una carga para Kuroka.