Capitulo 30

3 2 0
                                    

Fue un viaje espectacular, a pesar de que en muchas ocasiones fui obligada a comer, o sea, no directamente, pero si no comía, iba a ser sospechoso y raro, entonces comía lo menos posible.

Volvimos a mí casa para empezar con todo lo de la navidad. Es algo que me encanta hacer, pero no en compañías de mí familia paterna, que es más cercana a nosotros, pero son los típicos que dicen "Estás más trocita" o "Tú si puedes comer mí amor, yo no puedo porque estoy gorda" aunque no lo crean, eso también duele.

Armamos el arbolito con música de diciembre, pero no villancicos, música de diciembre, pero colombiana... Quedó todo súper divino y con muchas luces. Ya a las 8:00 llegó la gente, con empanadas y demás comida llena de grasa.

- Mariana, no seas maleducada ¿Que van a decir tus tíos? Van a pensar que te criamos mal - dijo mí mamá enojada en la cocina -

- Odio que te importe tanto el qué dirán... Si yo soy así, es porque yo quiero. además tengo mis motivos para ser así de sería - rodé los ojos -

- Desagradecida, ellos han hecho mucho por ti y por nosotros. Debemos ser muy amables con ellos son FAMILIA

- Pues, no tengo la obligación de querer a mí familia sí no me hacen bien, y no soy Desagradecida, solo no soy boba, y no me pongo de ofrecida como otras..

- ¡Respeto Mariana!

- ¿Que? A caso ¿No te das cuenta? Son todos católicos y mantienen rezando, pero para criticar y hablar mal de todos si se les suelta esa lengua y dicen de todo.

- Desde que estás con ese noviecito estás cambiando, estás grosera, contestona y Desagradecida, ya ni te comes la comida, claro, ese Man la lleva a comer comida cara y se le olvida que nosotros somos humildes

- ¡Sebastián no tiene nada que ver en esto! Yo dejé de ser boba y ofrecida, y la comida, no es por eso, yo tengo mis razones..

- ¿Que razones? Ahora resulta que eres anoréxica y esas cosas ¡Eso son puras bobadas! Por llamar la atención. Deje ser inmadura y coma lo que trajeron sus tíos. Lo hicieron con mucho cariño

- ¿Y si no quiero hacerlo?

- Castigada entonces y punto.

- Está bien, pero no se me da la gana de hablar con esos hipócritas que hablan q nuestras espaldas. Y no veo razón para un castigo ¿Desde cuándo decir la verdad está mal?

- Te subes ¡Ya!

- Con mucho gusto, no les quiero ver ni la cara

- Cuando tú papá se entere se va a enojar harto - levanté los hombros en señal de desinterés -

- ¿Ya me puedo ir? No soporto esta gente tensa

Me di la vuelta y fui a mí habitación, para ir a mí cuarto, hay que pasar por la sala, entonces me crucé con esa gente no hice ningún esfuerzo de sonreír o ser amable, yo no soy hipócrita como ellos.

Y no me tomen a mal, cuando era chiquita normalizaba todo esto, yo sé que es mí familia y todo esto, pero no me deben obligar a hacer cosas que no quiero y mí problema con la comida también fue ocasionado por mí familia y la gente que me rodea, y me hacen sentir mal, así me vea gorda o no.

Yo estoy consciente de que estoy gorda pero no me gusta que me lo reprochen en la cara. Yo ya lo sé, y no necesito que nadie me lo diga y menos de esa manera.

Y no solo me incómoda por los comentarios, sino también porque mí mamá cree que está obligada a agradecer todo el tiempo, a ser tan, pero tan servicial, que da mucho más de lo que recibe, pero de manera exagerada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Primeras Veces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora