La joven Meg

Capítulo 5: La conversación en el café

Mientras tomábamos nuestro café, Mateo y yo charlamos sobre la clase de baile y nuestros intereses comunes.

—Me encanta el tango —dije—. Es tan apasionado y emocionante.

—Sí, es un baile que te hace sentir vivo —respondió Mateo—. ¿Te gustaría bailar en un espectáculo algún día?

—Me encantaría —dije, sonriendo—. Pero no sé si soy lo suficientemente buena.

—Tenés un gran potencial —dijo Mateo—. Podríamos practicar juntos y ver cómo te desenvolvés.

Me sentí emocionada ante la posibilidad de bailar con Mateo en un espectáculo. Mientras charlábamos, noté que la gente del café nos miraba.

—Parece que somos el centro de atención —dije, riendo.

—Sí, supongo que somos una pareja interesante —respondió Mateo, sonriendo.

Me sentí un poco nerviosa ante su comentario, pero también me gustó la idea de ser una pareja con Mateo.

—¿Qué te parece si vamos al teatro esta noche? —preguntó Mateo—. Hay una obra de teatro que me gustaría verte.

—Me encantaría —dije—. ¿Qué obra es?

—Es una comedia argentina —respondió—. Creo que te gustará.

Me sentí emocionada ante la perspectiva de pasar la noche con Mateo en el teatro.

—Vamos —dije—. Estoy lista para cualquier cosa.

Mateo sonrió y pagó la cuenta. Salimos del café y nos dirigimos hacia el teatro, disfrutando del aire fresco de la noche.

—Me alegra haber conocido a alguien como vos, Meg —dijo Mateo, mientras caminábamos.

Me sentí conmovida por sus palabras y sonreí, sintiendo que estaba enamorándome de él cada vez más.