Los rumores son como agua fluyendo por un río cuesta abajo, pueden llegar a los oídos de cualquier persona rápidamente y esparcirse de formas distorsionadas que crean una versión diferente a la realidad, y es así, como ahora todos en el casino escuchaban rumores sobre la apuesta del doble negro contra Shirase, pues se decía que quien ganaba contra ese hombre tenía que tener cuidado de no sufrir con las consecuencias, pero si el dúo del doble negro logró tal hazaña y salir ilesos, solo podía significa que... Debían ser peor.
Desde entonces, verlos entrar al casino pasó de ser como ver a un famoso artista, a convertirse en presencias intimidantes con los que la mayoría se negaba a apostar, pero justo por eso es que también había otros tantos a los que les generaba una inmensa curiosidad, así que, las ofertas de juego no faltaban para ellos y cada fin de semana había una nueva apuesta a la cual acudir.
Tres semanas después del encuentro con Shirase, los jugadores a los que se enfrentaban eran personas de apariencia tenebrosa, pero elegante, Chuuya incluso podía reconocer a alguno como alguien de buen estatus social, ¿Qué hacia apostando en un casino? No dijo nada porque era incensario, además, había acordado con Dazai que ahora las apuestas solo serían hasta ganar, y una vez ganando se retirarían, así que no era necesario charlar.
Sobre la mesa estaban las fichas de dominó en líneas largas. Dazai jugaba contra uno de los apostadores y Chuuya contra el compañero del oponente, eran 2-2 en esa ocasión, y por mucho que les gustaba mirarse para saber lo que el otro tenía planeado, está vez no fue posible, ambos debían concentrase en su juego o podían perderse de algún movimiento que su contrincante estuviera haciendo.
Las fichas del castaño poco a poco se fueron acabando, ya no había más de dónde tomar para seguir jugando y los números que tenía no eran gran cantidad, fácilmente ganaría sin duda, pero para evitar cualquier inconveniente lo mejor era seguir sacando fichas hasta quedarse sin nada... No obstante, su contrincante tampoco tenía mucho de dónde elegir. Cuando llegó el turno de Dazai nuevamente, colocó un 2/1 en la orilla izquierda, bloqueando el último dos que estaba libre, deshaciéndose de otra ficha para quedarse con la última en sus manos.
El hombre rival buscó examinando las numeraciones de las fichas como si eso pudiera ayudarle de alguna manera, sus manos sudaron, su mente buscó una salida y aún así... —Paso.
Dazai reprimió una sonrisa al colocar su última ficha en el lado derecho quedándose sin nada. El hombre suspiró derrotado dándole vuelta a la última de sus fichas de la que no logró deshacerse, un 2/6, justo como Dazai había pensado.
Chuuya por su parte soltó una risa incontenible al ganar contra su rival, quien, alzó la mirada llena de molestia con los ojos casi ardiendo en llamas.
—Felicidades. —dijo uno de sus contrincantes extendiendo su mano como despedía hacia Dazai. —Fue un buen juego. —sus palabras no sonaban del todo falsas, al contrario, su apariencia de hombre mayor debido a sus canas que se extendían en algunas partes de su cabello le daba un poco de encubrimiento a su molestia de haber perdido.
—Lo mismo digo. —respondió mientras Chuuya metía el dinero ganado dentro del bolso.
—Shirase no mentía al decir que son buenos.
El solo nombre de ese tipo dejó la sangre de Dazai burbujeando de manera inconsciente. No sabía la razón, pero le causaba mala sensación, y antes de poder preguntar exactamente lo que dijo sobre ellos, Chuuya tocó su hombro indicándole que ya podían irse.
Salieron del casino mientras las miradas los seguían hasta la salida. Ahora se sentía extraño el ambiente que antes era tan agradable, parecía incluso que habían cometido un delito o algo similar porque aún estando en el estacionamiento, algunas personas que fumaban tranquilos se tomaban su tiempo para observarlos pasar.
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Apuestas || Soukoku
FanfictionEl amor entre dos universitarios que se ganan la vida haciendo apuestas. Atte: La Trenza De Draken.