LIBERTAD DE SUEÑOS | MAFIN

#4 En la comisura de mis labios

• Dos semanas después •

Fina Valero.

Las grabaciones de Libertad de Sueños durante estas últimas semanas fueron más que exitosas. Fue casi un mes arrollador dónde adelantamos más trabajo del que pensábamos y todo el equipo estuvo a disposición para lograr los objetivos.

He tenido varias escenas divertidas con mis nuevas amigas Carmen y Claudia, con Isidro que hace de mi padre y obviamente con ella. Con Marta. Quizás lo mejor de mis días de trabajo son las escenas con Marta. Nos divertimos mucho juntas, aunque lo que hemos grabado han sido puros enfados y desencuentros entre nuestros personajes, dado que aún no son pareja como tal.

Hace unos días hemos grabado la tan ansiada ensoñación, donde creía que me surgiría alguna que otra duda respecto de mi relación con ella, ya que la tendría más cerca que lo habitual. Sin embargo, ese fue el día en el que más risas ha habido. El detrás de escena ha sido tan gracioso que todo nerviosismo se había esfumado de mi mente durante esos minutos.

Hemos estado grabando capítulos salteados y si quisiera ordenar la trama no estaría del todo segura sobre cómo está yendo nuestra casi relación. Aunque sí que hubo de todo un poco... Desacuerdos por el trato a las clientas, por la falda de Alba, miraditas, manitas rozándose, todo muy coqueto. Aunque lo que no me esperaba para nada es que ese día en plató aparezca ni más ni menos que la persona en la que menos estaba pensando.

— ¡Hola amor! ¡Sorpresa! —esbozó Esther con una sonrisa gigante.

Mi cuerpo se paralizó por un momento al verla y mis piernas dejaron de responder. Tropecé pero pude evitar caerme y ella se rió ante mi expresión.

—Vaya, ¡Parece que has visto un fantasma! — afirmó Esther sorprendida.

—Hola cariño, perdona, es que no te esperaba por aquí —contesté frunciendo el ceño.

—¿No piensas darme un beso? — preguntó sonriendo.

Me acerqué y la abracé fuertemente para luego sellar sus labios con un beso. Sinceramente se sintió rarísimo, como si fuese otra persona, como si no fuese la persona con la cual estoy compartiendo mi vida hace años.

— Pero ¿Qué haces aquí? Deberías estar rodando ese pequeño papel que te han dado en Barcelona, no? — pregunté dudosa.

— Esa es la sorpresa. Ese pequeño papel es aquí en Libertad de Sueños. Me han llamado para que haga el papel de la ex de Alba, que casualmente se llama Esther igual que yo. — contestó riendo — Además nos viene más que bien para luego colgar algunas escenas en las redes, verdad? — preguntó. 

Mi cuerpo no respondía al asombro que me causaba ver a mi novia allí.
En mi lugar de trabajo. En mi lugar seguro donde todos mis problemas personales con ella se desvanecían por completo. Para colmo ella se quedaría a rodar escenas haciendo de la ex de mi personaje, lo cual me causaba más pánico aún.

Si bien había estudiado las líneas, ni me pregunté quién sería mi ex pareja dado que no era lo que más me interesaba en ese momento. Debía aprenderme el guión rápidamente porque adelantaron el rodaje de dichas escenas unos días. Claro, para acomodar los horarios de Esther. Mi Esther.

Intenté mantener la calma y fingir que la sorpresa me había gustado, ya que solamente sería cuestión de uno o dos días de filmación lo de su participación y luego Esther volvería a Barcelona a seguir subiendo fotos nuestras a Instagram mientras nuestra vida sentimental se ve desbordada y a punto de caer de un precipicio.

He realizado las presentaciones correspondientes con todos mis compañeros/as salvo con Marta que ese día llegaría más tarde.

Nuestra relación había avanzado bastante en cuanto a la confianza y empezábamos a notar una en la otra cada dote de actuación y cada truco interno que veíamos poco a poco.