Capítulo 08: Familia

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Bakugo se encontraba en la tienda de ropa interior, la mirada fija en las estanterías repletas de prendas coloridas y atrevidas

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Bakugo se encontraba en la tienda de ropa interior, la mirada fija en las estanterías repletas de prendas coloridas y atrevidas. Se sentía un poco fuera de lugar, rodeado de otras mujeres que examinaban los artículos con entusiasmo. Sin embargo, su determinación de sorprender a Mei esa noche lo mantenía enfocado en su objetivo.

Mientras caminaba por los pasillos, recordó lo feliz que se veía Mei la última vez que usó algo especial para él. La imagen de su sonrisa iluminó su mente, y Bakugo decidió que quería que esa noche fuera igual de memorable. Necesitaba encontrar algo que no solo le gustara a Mei, sino que también reflejara lo que sentía por ella.

Finalmente, se detuvo frente a una sección que exhibía lencería roja, y sus ojos se iluminaron. El color era perfecto; era audaz, romántico y sexy, exactamente lo que había imaginado. Sin pensarlo dos veces, eligió varias piezas: un sujetador delicado, un conjunto de bragas a juego y un corsé que sabía que la haría lucir impresionante.

Cuando se acercó al mostrador para pagar, sintió un ligero rubor en sus mejillas. Era raro para él, este tipo de cosas lo hacían sentir un poco vulnerable, pero también emocionado. Sabía que Mei se sorprendería y le encantaría.

— ¿Es un regalo especial? —preguntó la cajera con una sonrisa pícara mientras escaneaba los artículos.

Bakugo la miró con una mezcla de desafío y satisfacción. — Algo así —respondió, manteniendo su tono habitual de indiferencia.

La cajera asintió, entretenida, mientras envolvía las prendas cuidadosamente. Bakugo tomó la bolsa y salió de la tienda, sintiéndose un poco más ligero y con una sonrisa escondida en su rostro.

Al llegar a casa, Bakugo se aseguró de que Emica estuviera ocupada en su habitación. Se dirigió a la sala y escondió la bolsa de lencería en un armario. Mientras lo hacía, no pudo evitar sonreír al imaginar la reacción de Mei.

Esa noche, después de cenar y de que Emica se hubiera dormido, Bakugo decidió que era el momento perfecto para revelar su sorpresa. Con un poco de nerviosismo, preparó el ambiente: apagó las luces principales y encendió algunas velas aromáticas para crear un ambiente cálido y acogedor.

Mei entró en la sala, con un aspecto cansado pero adorable, sus cabellos desordenados y una cómoda camiseta que llevaba puesta. Cuando vio la escena, sus ojos se abrieron con sorpresa.

— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó, su tono revelando tanto curiosidad como gratitud.

— Sorpresa —dijo Bakugo, acercándose a ella—. Quería que esta noche fuera especial.

Mei sonrió mientras se acercaba a él. — Esto se ve increíble, Katsuki. No tenías que hacer todo esto.

— Pero quiero —respondió, un poco más suave de lo habitual. Luego, con una sonrisa juguetona, añadió—: Además, tengo un pequeño regalo para ti.

𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 𝐍𝐮𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐬 ᵏᵃᵗˢᵘᵏᶤ ˣ ᵒᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora