Capítulo 15: Vida feliz

24 7 0
                                    

La tarde había caído y la casa estaba tranquila

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La tarde había caído y la casa estaba tranquila. Bakugo y Mei habían pasado el día organizando el cuarto del bebé, y aunque estaban cansados, había algo gratificante en prepararse para la llegada de su nuevo hijo. Mei se sentía más que lista para descansar, y al ver que Emica se había quedado dormida en su habitación, decidió que era un buen momento para relajarse.

Después de tomar una ducha, Mei se deslizó entre las sábanas de la cama. En ese momento, sintió el impulso de dormir boca abajo, como solía hacerlo antes de quedar embarazada. Sin embargo, cuando intentó acomodarse de esa manera, una mano firme se posó en su hombro.

—¿A dónde crees que vas? —preguntó Bakugo, con una mezcla de preocupación y reproche en su voz.

—Voy a dormir un poco, Katsuki. ¿No crees que estoy demasiado cansada para discutir esto? —dijo Mei, tratando de ignorar la preocupación de su esposo.

—No es eso. Es solo que no puedes dormir boca abajo ahora —respondió, con un tono de voz que dejaba claro que no iba a aceptar un "no" como respuesta.

—¿Por qué no? —protestó Mei, girándose para mirarlo, cruzando los brazos sobre su pecho—. Solo quiero estar cómoda.

Bakugo la miró, frunciendo el ceño.

—Porque hay un bebé ahí —dijo, señalando su abdomen—. No quiero que le hagas daño.

Mei hizo un puchero, sabiendo que tenía razón, pero no podía evitar sentir frustración. A veces, deseaba poder hacer las cosas que solía hacer sin restricciones.

—Es solo una posición, Katsuki. No creo que pase nada si me duermo así un rato —replicó, aunque su voz sonaba menos convincente.

Bakugo se sentó en la cama, mirándola fijamente, y Mei pudo ver la seriedad en sus ojos. A pesar de su impulso de protestar, sabía que él estaba solo preocupado por su bienestar y el del bebé.

—Mei, en serio. Solo quiero que estés cómoda y segura. Si no puedes dormir de esa manera, entonces quizás deberías buscar otra forma de acomodarte —dijo, tratando de mantener un tono calmado.

Ella suspiró, sabiendo que Bakugo tenía razón. Era un padre muy protector y siempre se aseguraba de que ella estuviera bien. Aun así, su frustración no desapareció.

—Está bien, está bien. Dormiré de lado o algo —dijo, cediendo ante su preocupación.

Bakugo se relaja un poco, sintiendo que había ganado la discusión, aunque sabía que era más por el bienestar de Mei que por su deseo de ser controlador. Se movió un poco más cerca, asegurándose de que estuviera cómoda.

—Si quieres, puedo ayudarte a acomodarte —ofreció, con una leve sonrisa.

—Eso suena un poco tierno para ti, Katsuki —respondió Mei, sonriendo a su vez mientras cambiaba de posición.

𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 𝐍𝐮𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐬 ᵏᵃᵗˢᵘᵏᶤ ˣ ᵒᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora