Valiente y pequeña Latina ↬┇Rick Grimes┇

Morgan

—Rick, casi me da un infarto. 

—estoy bien, estoy bien. —repetia Rick mientras Natalie llorosa le vendaba el pecho luego de que Morgan intentara matarlo con un cuchillo que saco de la nada— No llores.

—¿que no llore? ¿que tal si te perdia por ese psicopata? —Natalie señalo al otro mayor que reía como loquito en un rincón atado— No puedes pedirme algo así... acabamos de reencontrarnos...

—lo siento mi amor. —el agarró su rostro para darle un beso corto.

—Rick, entiende este hombre de aquí no es el mismo que conociste. —ella detuvo sus manos en su pecho viendolo a los ojos— Perdió la mente, le afecto lo de su hijo.

—Nat... él salvo mi vida. Sin él... no te hubiera conocido.

—¿le debo nuestra relación? —hizo una mueca la latina al verlo asentir.

—de cieta manera.

Morgan negó con la cabeza ido.— solo matenme... Solo matenme...

—me encontraste el año pasado en mi jardin, Morgan. —Rick abrazó la cintura de Natalie sentado luego de que ella le colocara su camisa de nuevo— Tu y... me encontraste. Me alimentaste. Me dijiste que estaba pasando. Me salvaste, amigo... Me llamo Rick Grimes. —se levanto para que Natalie le abotonara la camisa— Me conoces. No estoy usando la cara de un muerto.

Soltando la cintura de la rubia Rick fue hacia una caja que estaba junto a Morgan para sacar y mostrarle un walkie talkie. Natalie observaba la interacción de los dos con cuidado, pues para ella Morgan estaba loco por completo.

—¿Rick? Dios... te conozco. Yo te conozco a ti. Sé quién eres. —Rick se alejó un poco de él al verlo inquietarse— Dijiste que encenderias el tuyo al amanecer. Eso me dijiste... osea no me había atrevido... Luego lo hice. En el techo, cada mañana. Por días. Por semanas. Mi hijo y yo. Y luego...

Natalie sintió una extrema tensión en su espalda al ver lo melancolico que se ponia Morgan al hablar del tema. Rick tenia una expresión culpable, aunque no tuviera la culpa de que los walkie talkies dejaran de funcionar.

—luego yo... solo había estatica. Solo estatica. Y después nada de nada. —Morgan miro como Rick bajaba la cabeza decepcionado— No estabas ahí, nunca estabas allí.

—lo estaba.

—no, no cuando yo lo hice. Dijiste que encenderias tu radio cada día, cada amanecer.

—yo-

—¡dijiste que prenderias tu radio cada día al amanecer y no estabas allí! —grito Morgan viendolo levantarse.

—me forzaron, me forzaron a ir más más lejos. Tuve que hacerlo, no tuve opción. —Rick paso su mano por su rostro, colocandose al lado de Natalie— Luego de irme conocí a Natalie.

La latina forzó una sonrisa levantando su mano derecha en saludó hacia Morgan, se podia notar clara su expresión incomoda al hacerlo por la expresión molesta que le daba el otro.— Holi.

—después encontré a Lori y a mi hijo. Tuve un grupo ¿sabes? Tenia que mantenerlos a salvo. Nos forzaron al interior del pais. Yo lo juro por Dios. —Natalie le dio un golpecito en el brazo a Rick por mencionar a Dios, nisiquiera le importo la mirada que le dio— No tuve opción.

—te devuelvo tu radio. —Morgan empujo con su pie el walkie talki hacia Rick— porque parece que al fin te encontre. Encontraste a tu esposa y a tu hijo. Eso paso ¿no? Los encontraste.