•Contrato de matrimonio• (YiZhan)

Capitulo 19

Mientras dejaba besos a lo largo del cuello del hombre más joven, Wang Yibo también dibujó pequeños montículos en la piel del muchacho con su boca, chupándolos, dejando tras de sí pequeños rastros de rojo. Luego, sus labios viajaron hacia abajo, la punta de su lengua se deslizaba por la columna de Xiao Zhan, dejando un rastro de humedad detrás de ella. Después su mano se extendió para atraer la cintura de ese chico hacia él, acariciando con su otra mano
lentamente el abdomen del otro, recorriéndolo hasta que finalmente se detuvo en ese lugar íntimo entre las piernas de Xiao Zhan, donde su amplia palma pronto lo sumergió.
Sintiendo el lugar más sensible de su agarre, Xiao Zhan inmediatamente enderezó su espalda, sus piernas se cerraron por reflejo. Desafortunadamente, también parecieron haber atrapado la mano burlona de Wang Yibo entre ellos.
"¿Por qué estás tan ansioso?", Preguntó Wang Yibo con una leve risa, antes de volver a
enterrar su cabeza en el hueco del hombro del muchacho, mordisqueando a la altura de su clavícula, mientras su mano burlona comenzaba a deslizarse hacia arriba y hacia abajo.
"...No hagas eso..." susurró Xiao Zhan, mientras hacía todo lo posible por mantener el control de su propio deseo.

Lamentablemente, el placer que provenía de la mano de Wang Yibo simplemente no podía ser ignorado, así que, poco a poco, el deseo intenso entre sus piernas aumentó.
Wang Yibo volteó el cuerpo del hombre más pequeño, inclinando su propia cabeza para mirar bien, solo para darse cuenta que el agua dentro de la bañera ocultaba parte del paisaje, haciendo que su vista se nublara. Arrugando sus cejas, simplemente drenó la mayor parte del agua de la bañera, dejando solo una capa poco profunda detrás. Esa cantidad restante ahora era lo suficientemente buena, ya que permitía que el miembro ya erecto de Xiao Zhan estuviera expuesto. Ya que la piel de Xiao Zhan era clara, y como él mismo lo hacía raramente, su órgano también tenía una tez muy ligera, lo que hacía que pareciera prístina.

Xiao Zhan quería juntar sus piernas. Wang Yibo, por el contrario, usó su mano para obstruir los esfuerzos del jovén, aferrándose a sus tobillos, luego levantó su pierna izquierda por el lado de la bañera.
Dicha posición hizo que las piernas de Xiao Zhan se abrieran de par en par, permitiendo que la vista entre ellas tuviera una buena visión.
"Wang Yibo..." Xiao Zhan sintió un poco de pánico.
"Shh..." Wang Yibo se acercó al joven, bajando su cabeza, pero se detuvo justo cuando se
acercaba a los labios del chico, persuadiéndome, "déjame tocarlo."
Con esas palabras dichas, alcanzó la punta del pene de Xiao Zhan, lo agarró, luego presionó
su pulgar contra su pequeño agujero unas cuantas veces, antes de girar su dedo alrededor de su cabeza, instando a ese lugar a derramar su esencia muy rápidamente por su provocación. Al mismo tiempo que hizo esto, los movimientos realizados por sus labios tampoco cesaron, ya que su lengua giraba con agilidad dentro de la boca de Xiao Zhan, lamiendo hacia arriba y hacia abajo, en un ataque simultáneo.
"Wang Yibo..." gimió el joven.
"Silencio..." Wang Yibo mordisqueó los labios del joven, capturando rápidamente su lengua,
chupándola, mientras el movimiento de su mano aumentaba rápidamente mientras sostenía el miembro de Xiao Zhan, deslizándose hacia arriba y hacia abajo.
Al ser molestado por ambos extremos, Xiao Zhan gimió, su razón se alejó de él, permitiendo que su otra pierna se abriera inconscientemente. Tanto su lengua como la de ese hombre se halaban el uno al otro al unísono. Sus labios y lenguas se enrollan entre sí, creando un sonido
delicadamente dulce y húmedo.

Wang Yibo arrastró su lengua hacia la esquina de los labios de Xiao Zhan, avanzando hacia abajo solo para detenerse en la pequeña proyección de su pectoral izquierdo.
Enroscando su lengua alrededor de esa protuberancia, de repente comenzó a chupar, haciéndolo hasta que la punta estuviera bastante roja, húmeda y brillante.
"...Mmnn, aahh..." Xiao Zhan se quedó sin aliento por la sensación de picazón en su pezón, sus brazos se movieron con la intención de alejar la cabeza de Wang Yibo, pero ese hombre en lugar de eso soltó la pequeña perla y luego continuó su descenso. Esa lengua suya lamió persistentemente todo el camino hasta que se detuvo sobre el ombligo del joven. Brevemente, acarició con gentileza ese lugar con su nariz, la cual después, arrastró esa punta y entró
nuevamente en la pequeña abertura, lamiéndola tiernamente.