Capitulo 4

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>>"Justin, me llamo Justin, muñeca"<<
Esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza. Llevo todo el día pensando en ese primer contacto que parecía ser algo habitual.
Rubio, alto, tatuado, ojos color miel y la sonrisa más picara que yo había vislumbrado en mi vida.
Suena el timbre que pone fin a mi ultima clase y me dirijo de nuevo a la taquilla. Esta vez nadie me interrumpe y en el fondo suspiro aliviada. Dejo mis libros y me dirijo al aparcamiento donde cojo mi moto y pongo rumbo a casa.
Cuando llego, Steph no está pero sale un rico olor de la cocina. Suelto las cosas y me dispongo a comer. Ha dejado una olla de macarrones con queso -mis preferidos- con una nota pegada a un lado.

>>"He tenido una llamada de emergencia, no volveré tarde, que te aprovechen tus macarrones"<<

Steph es sanitaria e incluso sus días libres suele tener emergencias. Me como un plato hasta arriba y me subo a darme una ducha. Dejo la ropa limpia sobre la cama junto a mi móvil.
Me doy una ducha rápida y en poco más de 10min. he salido. Me pongo cómoda y por fin me tumbo en la cama. Cierro los ojos e inevitablemente aparece su cara. "Me llamo Justin, muñeca" a modo de repetición. Me froto los ojos y cojo el móvil para echarle un vistazo a mis redes sociales.
Tengo varias llamadas perdidas de Steph y un mensaje de desconocido.
Alzo una ceja de desconcierto y abro el mensaje.

>>"Ha sido un placer volver a verte muñeca 😉"<<

¿Justin? ¿Volver a verme? ¿Cuándo se supone que nos habíamos visto antes? Después de un rato mirando el móvil decido contestar.

>>"Si, ha sido un placer para mí también 😊"<<

Le doy a enviar y empiezo a ser consciente de lo que le acabo de decir. Me froto los ojos y suelto el móvil sin esperanza de contestación. Giro en la cama y en apenas unos minutos me quedo profundamente dormida.
•••

-¡Britt! ¡Ya estoy en casa!

La voz de fondo de Steph me saca del coma en el que había caído después del plato de macarrones. Me estiro tranquilamente y bajo a recibirla. Me cuenta lo que ha hecho durante el día y ambas reímos con algunas anécdotas.
Escucho sonar mi teléfono a lo lejos y vuelvo al cuarto. Cuando llego, el móvil a dejado de sonar. Espero unos segundos y suena de nuevo.

>>- ¿Si? - respondo aun agitada de subir corriendo
<<- Hola - dice una voz masculina haciendo una pausa - ¿me has echado de menos?

En ese mismo momentos un escalofrío recorre todo mi cuerpo y mis músculos se tensan. Cuando por fin puedo articular palabra, contesto.

>>- ¿Justin? - digo intentando no parecer todo lo nerviosa que estoy
<<- El mismo muñeca - carcajea al instante - he pensado que podríamos vernos esta noche - hace una pausa - si quieres
>>- ¿Esta noche? - va a pensar que soy tonta, no hago más que repetir todo lo que dice
<<- Si - dice claramente
>>- Esta bien - digo sin apenas pensarlo - a las 22:30 junto a las vías del tren - y dicho esto, cuelgo si dejarle contestar, a riesgo de que no aparezca.

Me pongo unos jeans desgastados, una camisa de tirantes y una sudadera con capucha. Son casi las diez y media y Steph ya esta acostada. Cojo el móvil y las llaves y salgo con total discreción cual niña de 15 años que se escapa de casa de sus padres.
Miro a ambos lados de la calle y a paso ligero me dirijo a la estación.
Ya es la hora y aquí no hay nadie más que yo y el retumbar de los grillos. Pasan más de 20min. y aquí no llega nadie. Me levando de la piedra sobre la que estoy sentada y me dispongo a volver a casa, sintiéndome de lo más estúpida por confiar en cualquiera.

-Tsss muñeca, es que no me vas a esperar

Su voz recorre mi cuerpo en forma de calambre y me quedo como paralizada.
Algo en mi interior sabia que vendría. Y aquí estaba, por fin.

&quot;NOCHES DE CIELO ABIERTO&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora