𝐋𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐲 𝐫𝐞𝐩𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧:𝟎𝟓

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Un par de días después del lluvioso atardecer, Brud recibió una inesperada invitación. Pinki, Vineria y Wenda, las chicas más sociables del vecindario de Sprunkis, lo habían invitado a salir. Era raro que Brud fuera el centro de atención de las chicas, y más raro aún que lo invitaran sin razón aparente.

Pinki, la más coqueta, siempre estaba buscando la manera de hacer algo entretenido. Vineria, con su espíritu hippie y su calma inquebrantable, parecía más interesada en la armonía que en el caos de OWAKCX y Brud. Y Wenda, muy parecida a Pinki, siempre encontraba formas de añadir un toque de glamour a cualquier situación.

—¿Por qué me invitaron a mí? —preguntó Brud, mientras le contaba a OWAKCX, su voz llena de emoción y confusión al mismo tiempo—. ¡Ni siquiera sé qué vamos a hacer!

OWAKCX, sentado frente a él, escuchó con atención. Algo en la historia no le terminaba de cuadrar. Las chicas solían ser amistosas, pero esa invitación tan repentina lo hacía sentirse... incómodo. Y cuando Brud mencionó que quería que OWAKCX lo acompañara, esa incomodidad aumentó.

—No sé, Brud… —murmuró OWAKCX, mirando al suelo—. Las chicas… son diferentes a nosotros.

—¡Pero será divertido! —insistió Brud, sin captar las dudas de OWAKCX—. ¡Además, quiero que vayas conmigo! ¡Es más divertido cuando estamos juntos!

Al escuchar eso, OWAKCX no pudo negarse. El pensamiento de Brud yendo solo lo ponía nervioso, aunque no entendía bien por qué. Así que, al final, accedió a ir.

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Cuando llegaron al lugar de la salida —un prado cerca del Bosque de Camping, donde los árboles formaban una tranquila cúpula natural—, las chicas ya los estaban esperando. Pinki, con su característico cardigan rosa pastel, el moño rosado en su cabeza y su actitud confiada, saludó a Brud con una sonrisa traviesa.

—¡Brud! ¡Me alegra que hayas venido! —dijo ella, caminando hacia él con rapidez y casi ignorando la presencia de OWAKCX.

Wenda, que vestía de manera similar a Pinki, aunque con más brillo, también lo recibió con entusiasmo.

—¡Sabíamos que vendrías, Brud! —añadió Wenda, sonriendo de manera coqueta.

Vineria, más relajada, simplemente levantó una mano en señal de saludo, pero su mirada se fijó en OWAKCX. A diferencia de las otras dos, ella no parecía molesta por su presencia.

—Paz, OWAKCX —dijo Vineria con voz tranquila—. Qué bueno que decidiste unirte.

OWAKCX asintió en silencio, manteniendo su expresión neutra, pero internamente ya sentía que algo no estaba bien.

Pinki y Wenda no tardaron en rodear a Brud, haciéndole preguntas y llevándolo hacia un rincón del prado donde habían dispuesto mantas y comida. OWAKCX caminó un par de pasos detrás, observando cómo Brud, con su ingenua alegría, se dejaba arrastrar por la atención de las chicas. OWAKCX intentó mantenerse cerca, pero antes de darse cuenta, Pinki lo detuvo.

—Oye, OWAKCX —dijo ella, sonriendo con esa sonrisa que siempre parecía estar planeando algo—. ¿No crees que sería mejor si nos dejas a Brud un rato? Él nunca sale solo con nosotras.

—Sí, OWAKCX —añadió Wenda, entre risas—. Tú y Brud están siempre juntos. Déjanos disfrutar un poco de él, ¿sí?

OWAKCX frunció el ceño. No le gustaba la idea de estar lejos de Brud, pero no tenía una excusa clara para decir que no. Después de todo, ellas solo querían pasar tiempo con él… ¿verdad?

—Brud… —empezó a decir OWAKCX, pero Brud ya estaba completamente distraído con las chicas, que lo arrastraban hacia el picnic.

Vineria, que había estado observando en silencio, caminó hasta OWAKCX y lo miró con su habitual serenidad.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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