Capítulo 25

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Después de preguntar sobre la ubicación de Bai Yuanfeng, Mu Zhi'an regresó a la Mansión Mu y buscó al Anciano Ren, quien disfrutaba de una taza de té en el salón principal.

Al escuchar la situación de Mu Zhi'an, el anciano accedió a acompañarlo sin vacilar.

Para sorpresa de Mu Zhi'an, Bai Ruoxi reveló que su padre no se estaba recuperando en la Mansión Bai, sino en una residencia aislada, a varios kilómetros al oeste de las puertas de la ciudad.

Mientras viajaban hacia su destino, Mu Zhi'an se sentó en la carreta, con el ceño fruncido en un gesto de preocupación.

Había algo que le molestaba desde que habían partido. Cuanto más lo pensaba, más sospechoso parecía.

Bai Ruoxi, al notar su inquietud, preguntó suavemente, "¿Qué tienes en mente, Joven Maestro Mu?"

"Señorita Bai, ¿cuándo fue la última vez que viste a tu padre?" preguntó Mu Zhi'an.

"Lo visité ayer. Parecía estar recuperándose bien. Debería estar en plena forma en uno o dos meses", respondió ella.

Su expresión era sombría, sus ojos normalmente brillantes nublados por la tristeza. Aún estaba lidiando con la revelación de la traición de su madre.

"Eso es lo que encuentro extraño", murmuró Mu Zhi'an.

Él encontró la mirada confundida de Bai Ruoxi y continuó, "Si tu madre traicionó a la familia Bai, ¿por qué no eliminó a tu padre también? ¿Por qué permitir que se recupere en paz?"

"Aun herido, mi padre sigue siendo un experto en la Formación del Núcleo. Un cultivador de Establecimiento de Fundación no tendría oportunidad contra él", respondió Bai Ruoxi.

"¿Y con la ayuda de la familia Gongsun?" replicó Mu Zhi'an.

"Si conocían la ruta de regreso de tu padre y lo emboscaron, ¿por qué no terminar el trabajo?"

Bai Ruoxi se quedó congelada.

Tenía razón... Si sabían la ubicación de su padre, ¿por qué no lo habían eliminado?

¿Afecto residual?

¿O había otro motivo?

Mientras Bai Ruoxi reflexionaba sobre esto, Mu Zhi'an negó con la cabeza.

"Es inútil especular. Le preguntaremos los detalles a tu padre cuando lo veamos."

Llegaron a una cabaña aislada.

Bai Ruoxi salió de la carreta y se dirigió a los demás. "Esperen aquí un momento. Hay una barrera alrededor de la cabaña. Necesito informar a los guardias de su llegada."

Subió los escalones y entró a la cabaña.

Momentos después, salió y les hizo señas para que entraran.

Entraron en la cabaña y vieron a un hombre de rostro pálido acostado en la cama. El hombre era rudo, con una barba desordenada. Si alguien supiera que era el padre de Bai Ruoxi, se preguntaría cómo podría haber engendrado a una hija tan hermosa.

"Saludos, tío", dijo Mu Zhi'an respetuosamente.

El padre de Bai Ruoxi se incorporó, apoyado por un guardia.

"Pónganse cómodos", dijo, su voz sorprendentemente fuerte a pesar de su estado debilitado.

Mu Zhi'an asintió y tomó asiento, decidiendo ir directo al grano.

"Tío, Ruoxi y yo venimos a decirte algo."

La mano de Bai Ruoxi se apretó instintivamente alrededor de su falda, su expresión conflictiva.

Resulta que ellas son las verdaderas protagonistas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora