𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐀 [Elijah Mikaelson]

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           ❝𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍̃𝐀 𝐀𝐋𝐌𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐃𝐀❞

                                [🥀]

𝐈𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃𝐀

En el silencio del cementerio, bajo la pálida luz de la luna, una niña se encuentra sola. Sus ojos, grandes y llenos de tristeza, reflejan las estrellas que parecen llorar con ella. Su cabello, enmarañado por el viento, danza suavemente como hojas caídas en otoño. Sus pequeños pies descalzos tocan la fría tierra, y cada paso resuena como un susurro de dolor en la noche. La brisa nocturna acaricia su rostro, llevándose consigo las lágrimas que caen silenciosas, como perlas de un collar roto.

Entre las lápidas, ella busca consuelo, abrazando la soledad como una vieja amiga. Las sombras de los cipreses la evuelven, protegiéndola del mundo que la ha olvidado. En su corazón, una llama tenue de esperanza aún arde, esperando el día en que alguien la encuentre y la lleve a un lugar donde el amor florezca y el abandono sea solo un recuerdo lejano.

A lo lejos, el ulular de un búho rompe la quietud, y la niña se estremece, sintiendo el peso de la noche sobre sus frágiles hombros. Sus manos, pequeñas y temblorosas, acarician la fría piedra de una lápida cercana, buscando en su dureza un refugio para su alma herida. Cada nombre grabado en la piedra es una historia de vida y muerte, y ella se pregunta si algún día su nombre también será recordado.

El viento susurra entre los árboles, contando secretos antiguos que solo los muertos conocen. La niña escucha atentamente, como si las voces del pasado pudieran ofrecerle alguna respuesta, algún consuelo. Pero el viento solo trae consigo el eco de su propia soledad, un recordatorio constante de su abandono.

En el horizonte, el primer rayo de sol comienza a despuntar, tiñendo el cielo de un suave tono rosado. La niña observa el amanecer con ojos llenos de esperanza y temor. Sabe que con la luz del día vendrán nuevas oportunidades, pero también nuevos desafíos. Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, una pequeña chispa de valentía comienza a brillar. Ella sabe que, a pesar de todo, seguirá adelante, buscando un lugar donde pertenecer, un lugar donde el amor y la compasión puedan sanar sus heridas.